!Por fin! Pensé que tenía que seguir jugando con los besos y las manos, pero finalmente, están unido.... pero no canten victoria. El juego recién empieza. Jazmín ha cambiado completamente el hilo de su historia, pero lamentablemente, no puede hacer lo mismo con los demás.
La habitación estaba envuelta en una atmósfera de calma, apenas iluminada por la luz tenue de la lámpara. Leandro y Jazmín se encontraban recostados en la cama, las emociones aun danzando en el aire después de lo que acababan de compartir.Jazmín rompió el silencio, su mirada perdida en la penumbra. Afuera estaba iluminado, pero las cortinas no permitían que la luz ingrese.— Leandro, hay algo que siempre he querido preguntarte... algo que descubrí en una conversación que tuviste con tu ex novia — La mención de la ex novia hizo que Leandro frunciera el ceño levemente, pero asintió, alentándola a seguir —. Recuerdo que le dijiste a ella que estabas enamorado de mí. ¿Eso era cierto?Leandro tomó una respiración profunda antes de responder.— Sí, belleza, era cierto. En aquel entonces, no sabía cómo decírtelo directamente, así que lo expresé de la manera menos ideal. Pero siempre ha sido verdad. No sé exactamente cuando sucedió, ni como, simplemente pasó.Jazmín procesó las palabras en s
Mientras se ponían al día respecto a un matrimonio que su amigo, no tenía idea, intentó tranquilizarlo. — Dudo que solo se quiera divorciar por eso. Quizás siente el peso de algo más, y prefiere dar un paso al costado — manifestó su amigo. — ¿Crees que haya algo más? Estoy seguro de que siente algo por mí — confesó. — Con más razón creo que haya algo más, que pueda afectarte. Si confías en lo que ella siente por ti, es porque hay algo más que no se atreve a decirte — dice. Leandro lo observa seriamente —, el por qué no te lo dice, es lo que debemos averiguar. En ese mismo momento, el celular del magnate suena, recibiendo un anuncio importante, y no de parte de su padre, lo cual le sorprende, pero decide asistir. — Lo averiguaré más tarde; por el momento debo prepararme para un viaje de este fin de semana — Soltó un suspiro —. Es raro que mi padre haya adelantado la sucesión de la empresa. — ¡Oh! — exclamó su amigo, mientras veía como Leandro desaparecía de la oficina. Al otro la
El anciano confundido, la miró con curiosidad. Las palabras de la chica no tenían sentido, y menos, si estaba sentada frente a él. — Explícame — murmuró el anciano. — Es que… no sé cómo explicar sin que me vea como una loca — gimió Jazmín. — Sólo dilo y ya. Intentaré comprender — expresó el anciano. — Esto del anuncio, ya ha pasado, al menos en mi vida. Planean acabar con tu vida e incriminar a alguien — inició —. En el futuro, fui yo la que fue presa por tu muerte. — Mi niña… — Ese día estaba feliz. Acabábamos de hablar, e iba a prepararme. Había descubierto que estaba embarazada de Roberto; sin embargo, no imaginé que ellos llegarían a tal punto de mandarme a matar junto con mi bebé. — ¿Estás diciéndome que tú vienes del futuro? — cuestionó el anciano —. Ya me parecía extraño ese cambio repentino en ti. — ¿Me crees? — ¡Claro que lo hago, pequeña florecilla! — Entonces, vámonos de aquí — el anciano sonrió. — No iré a ninguna parte. Hay cosas que no puedes cambiar, hija — re
El abuelo se encontraba encerrado en su habitación, pensando en las palabras de su nieta adoptiva. Era una locura que fuera real, pero por alguna razón le creía. Saco el celular, mientras marcaba el número de su hijo, su nuera ingresaba con una bandeja de té.Sabía lo que contenía.— Hijo mío — habló, llamando la atención de la madre de Roberto. El anciano le dio una señal, que, a duras penas, pudo obedecer —. ¿Cómo estás?— ¿Qué le has dicho a Jazmín? — preguntó de inmediato —. La encontré llorando en el estacionamiento.El abuelo sintió una pena en el corazón.— Simplemente le pedí que me haga una promesa.— Sigue empeñada en que algo te va a pasar — el hombre sonrió —, y no quiere decirme de que hablaron.— Espero que cumpla su palabra.— ¿Qué está sucediendo, padre? — preguntó.Leandro era un hombre de poca paciencia, y no entendía lo que estaba pasando.— No quiero que vengas en la reunión del viernes. No te quiero tener aquí.— Sabes que no quiero tu dinero, pero al menos explíc
Después de una larga caminata nocturna, Leandro había vuelto a su departamento. Su esposa no se encontraba por ninguna parte; pero cuando entró a la habitación, la encontró allí durmiendo, después de haber llorado tanto. Leandro se encontraba en su estudio, sumido en una batalla emocional desgarradora. Las palabras de Jazmín resonaban en su mente como un eco perturbador, creando un torbellino de emociones contradictorias. » No puede ser real. «se repetía a sí mismo una y otra vez. La mujer con la que compartía su vida, su amor, le había confesado que venía del futuro, un futuro oscuro y desgarrador. Ella había descrito una realidad tan aterradora que él se sentía atrapado entre la incredulidad y el temor. Su mente se debatía entre la lógica y la idea de que su esposa podría haber perdido el contacto con la realidad. Sintiendo el peso de la confesión, sintió la presencia de ella. La mirada de su esposa reflejaba una mezcla de tristeza y urgencia. — Sé que lo que te he contado suena
La noche caía sobre la ciudad, y Jazmín se encontraba en su departamento, sumida en sus pensamientos, cuando la puerta sonó. Al abrir, se encontró con Santiago, el leal escolta de Leandro, con una expresión de preocupación en su rostro. Por inercia, observa hacia el estudio, y se encontró con la puerta abierta.Frunció el ceño, confundida.— Santiago, ¿qué sucede? ¿Dónde está Leandro? —preguntó Jazmín, notando la gravedad en la mirada del hombre.Obviamente, su esposo no se quedaría sentado.El escolta suspiró antes de responder: — Señora, Leandro ha sido incriminado en la muerte de Don Alonso. Está detenido y enfrenta serias acusaciones.La joven cerró los ojos, y soltó un sonoro suspiro, mientras le daba paso al hombre de ingresar.— Supuse que eso pasaría, y se lo advertí. Incluso el abuelo se lo dijo — comentó.Santiago asintió.— Lo sé, señora. El señor desde que discutieron ha estado actuando un poco raro. además, la madre de Roberto ha manipulado la situación para inculparlo. E
» ¿Qué va a recuperarme, dice? «Se preguntó mentalmente, mientras lo miraba incrédula. — ¿Recuperarme? — cuestionó, mientras una sonrisa se formaba en sus labios —. ¿Qué planeas recuperar si nunca hubo nada? Ni siquiera te conozco. Nunca lo hice. — Te crees demasiado por estar con mi tío, Jazmín. ¿No? — susurró, con la mandíbula apretada —. ¿Él sabe? — ¿Saber qué? — ¿Qué yo fui el hombre que amabas? — No. Solo sabe que eres el hombre que me ha roto — respondió ella, dándole la espalda, para alejarse de ese idiota. Se acercó a Santiago, y preguntó por el amigo de su esposo, pues no deseaba estar ni un minuto más en ese lugar; sin embargo, debían sacar a Leandro de ese maldito lugar. Miró a su prima, y a su tía, y estas las miraban con desdén, hasta que el hombre llegó, y salieron los tres juntos, para poder hablar en privado. — ¿Cómo está la situación? — Complicada. Aseguran que hay muchos testigos — respondió Jazmín —, pero todos son uno hijos de putas… — Tranquila — dijo sonr
La sala del tribunal estaba llena de tensión mientras Leandro era llevado esposado por un policía. Aquello era un acto de humillación, y el hombre tenía claro que no lo iba a dejar pasar. Los ojos de los presentes se posaron en él, y la familia de Roberto, con expresiones triunfantes, esperaba ansiosamente el veredicto.Jazmín se encontraba en la sala, con el corazón apretado en un nudo de impotencia y tristeza. Ver a su esposo, esposado y custodiado por un policía, ha sido algo bastante chocante para ella; mientras la mirada triunfante de Roberto y su madre parecía resonar en cada rincón de la sala. Ambos, no podían ocultar su regocijo. Se reían abiertamente, lanzando miradas de victoria como si el destino de Leandro ya estuviera sellado. Jazmín, en medio de la multitud, se sentía pequeña e impotente.Los ojos de Leandro se encontraron con los de Jazmín, y a pesar de la dureza de la situación, intentó enviarle un gesto de fortaleza. Sin embargo, las risas burlonas de la familia de su