145 - Juguemos con sus reglas.

Jazmín respiró con dificultad, intentando calmar la furia que le recorría el cuerpo. La escena que acababa de presenciar aún revoloteaba en su mente: su esposo Leandro, al borde de la asfixia, y sus hombres, incapaces de atrapar a la mujer que había intentado matarlo. La rabia se reflejaba en sus ojos, fríos y asesinos, y su mirada congelaba a cualquiera que tuviera la mala suerte de cruzarse en su camino.

Se puso de pie con una determinación férrea y salió de la habitación de Leandro, dejando atrás el sonido de su respiración entrecortada. Sus manos estaban cerradas en puños, y cada paso que daba resonaba como un eco de su furia contenida. Al llegar al salón donde sus hombres la esperaban, los miró con un desprecio palpable.

— ¡Son unos inútiles! — siseó con frialdad, su voz cortante como el hielo.

Los hombres bajaron la mirada, incapaces de sostener su feroz escrutinio. Daniel, uno de los más cercanos a ella, intentó hablar, pero Jazmín levantó una mano, silenciándolo inmediatamente
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App

Capítulos relacionados

Último capítulo

Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App