El sol comenzó a entrar por la ventana, sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, la habitación daba a una terraza con ventanales de cristal, estaba ligeramente abierto así que el aire se coló por la abertura, el frío y la luz que entraba me obligaron a abrir los ojos, al hacerlo, la realidad me golpeó de pronto, en mi adormilada mente no habían llegado los recuerdos de la noche anterior, hasta abrir los ojos, gire la vista y vi a Denzel recargado sobre sus brazos viendo el cielo gris del exterior, sentí una mezcla de emociones.
Sentía muchas cosas, lo vi con atención, tenía puesto solo el pantalón del pijama y estaba fumando, no se si fue la visión de él o el hecho de que prácticamente con lo sucedido por la noche me había retractado de todo lo que dije durante las últimas 48 horas, sentí enojo, una ira incontrolable, furiosa me levanté de la cama y empecé a vestirme rápidamente.
Denzel se giró y entró a la habitación cerrando el ventanal tras de sí y colocando el puro en el cenicero que había al lado.
– Prepare el desayuno, amor.- ¿Por qué seguía diciéndome así?
– No soy tu amor, lo de anoche no debió pasar.- Escuche mi voz y me senti ridicula pronunciando esas palabras.
– ¿Ah sí? Dime ¿Te pareció aburrido? ¿Sigues pensando que te aburro, Esmeray?- No hablo con desprecio, pero aún así me sentí terrible escuchando esas palabras.
– Eso no importa, me voy.
Terminé de vestirme y empecé a caminar hacia las escaleras que daban a la planta baja donde estaba el elevador, ni siquiera recuerdo cómo llegamos a la planta alta, camine lo más rápido que pude mientras Denzel se quedaba atónito detrás de mí.
De pronto, antes de llegar a donde estaban las escaleras, sentí su presencia muy cerca de mí así que me giré para pedirle que me dejara en paz, estaba a punto de pronunciar las palabras cuando él se adelantó a hablar.
– No te iras Esmeray, desayunemos y charlemos un poco, aún hay demasiado de qué hablar, ven conmigo a la cama.
Ni siquiera me di cuenta de la charola que se encontraba a lado de la cama, la furia me impide poner atención, estaba llena de fruta y pancakes, había un pequeño jarrón con una rosa dentro, el detalle me conmovió, aún cuando era común en él tener detalles conmigo, pero aun así, me sentía furiosa por la forma en que me ordenaba hacer cosas como si yo tuviera que obedecer sin más.
– No vas a decirme qué hacer Denzel, hablaremos cuando esté lista para hablar contigo, no antes, así que si me permites, haré uso de mi libre albedrío. - Pronuncie las palabras con desdén y seguí caminando, bajé las escaleras y él me siguió.
– Vale, no te dire que hacer, ¿Podrías por favor acompañarme a desayunar? Me gustaría también que vayamos al médico para ver que todo esté bien con el bebé. - Sonrió al mencionar al bebé.
– No, ya no soy tu esposa y este bebé es solo mio, yo me encargare de todo, Denzel. - Me dirigí al elevador mientras él se quedaba parado viéndome con extrañeza, cuando estuve apunto de entrar él habló.
– Tenemos que hacer la prueba de paternidad, y a partir de eso tomaremos decisiones. - Seguía sonriendo, al parecer estaba muy seguro del resultado.
– Bien, lo hablaré con Joel.- Y eso fue todo, su sonrisa desapareció cuando mencione a Joel, confirmando que yo de verdad tenía dudas de la paternidad de mi hijo.
– A las 3:00 pm, en el consultorio de Charlie, ahí los veo Esmeray.
–Bien. - Solo pude decir eso.
Entre al elevador y me di cuenta de lo mucho que estaba conteniendo la respiración, al llegar al lobby llamé a Joel para verlo en su departamento, el cual estaba muy cerca del de Denzel así que no me tomó mucho tiempo llegar, aún así, todo el transcurso en taxi pareció suficiente para volverme un sinfín de pensamientos turbios.
Toqué el timbre y Joel salió a los 2 timbrazos.
– Pasa, amante. - Sonrió al decirlo intentando poner algo de humor a la situación, yo solo puse los ojos en blanco y entré.
– No me llames así, es como incesto. - Hice una mueca de disgusto al mencionarlo y él soltó una pequeña risita.
– Incesto lesbico para variar. - Me condujo al sofá donde había una prensa francesa con café ya listo, amo su adicción al café, la generamos juntos en la universidad.
– ¿No que eres versátil? - Le dije recordando las palabras de hace algunas horas, esas que dijo seguro para solo hacer enojar a Denzel.
– Si, pero salgo más con chicos, ya te lo dije, con chicos y contigo. - Me guiñó y puse los ojos en blanco de nuevo, este hombre es un completo idiota.
– Dejate de bromas Joel, ¿Por qué me abandonaste con el enemigo ayer? - Se puso rígido y su sonrisa se desvaneció.
– ¿Ahora es el enemigo? Es una palabra muy fuerte para dirigirte al padre de tu bebé, y a alguien con quien acabas de tener sexo. - Me vio con picardía, no puedo creer que me lea tan bien.
– Tu eres el papá de mi bebé, y no tuve sexo con Denzel. - Lo dije sonriéndole por llamarlo el papá de mi bebé.
– Claro, pues exijo prueba de paternidad. - Me sonrió de vuelta y estuve segura de lo que tenía en mente en ese momento.
– Hablando de eso, veremos a Denzel hoy a las 3:00 pm para eso mismo. - Vi como se tenso y me sentí mal por meterlo en esto, fue un impulso estupido.
– Claro, no vas a poder seguir con esto mucho tiempo pequeña.
– Lo sé, pero al hacerlo, rompí mi relación con Denzel irremediablemente. - Me sorprendí por el gran dolor que sentí en mi pecho al pronunciar esas palabras.
– Come algo y puedes utilizar el otro baño si quieres darte una ducha despues de tu sexo desenfrenado con mi socio, iremos por ese helado de yogurt antes de ir a saber si sere madre- Se rio de esto intentado hacerme reir también y se dirigio al baño dejandome sola con mis pensamientos.
Me dirigí a la cocina para tomar un pan con mermelada, mis pensamientos se dirigieron a segundo semestre de universidad, cuando Joel y yo hablábamos de nuestros planes a futuro, el quería ser padre pero no quería casarse con una mujer, fue cuando bromeando me dijo que tendríamos un bebé juntos, a lo cuál yo acepte pues de alguna manera sabía que terminaría siendo madre soltera, quizá porque pense que jamas encontraria el amor, no es para mi, siempre que me imaginaba con una familia éramos mis bebés y yo, y quizá algún amiguito peludo como un perro o un gato; pero jamás hubo un hombre en la ecuación, claro que cuando me case con Denzel eso cambió por completo y luego volvió a cambiar hace poco.
Joel sale de la ducha y yo aun estoy inmersa en mis pensamientos.
– Hey, pequeña ¿Te darás una ducha?
– Si, claro, lo siento, se me fue el tiempo divagando.
Camino hacía la ducha y mientras me dispongo a darme un baño rápido, recuerdo a Jasmin, no se porque la recuerdo ahora mismo, tenía semanas sin saber de ella, desde aquel extraño encuentro que me hizo poner en perspectiva mi relación con Denzel, ahí empezaron mis dudas, no lo había pensado hasta ahora pero todo esto de que estar con él no es para mi, empezó cuando ella me dijo que las relaciones no eran para personas como nosotras y que en algún momento mi familia terminaría con Denzel, en realidad no mi familia cercana, sino personas con las que mi padre creció, pero sus vidas habían tomado un rumbo muy turbio; si, era cierto que durante mi infancia los había llamado tíos, pero hacía años que no los veía, mi padre tiene contacto con ellos pero conmigo simplemente habían roto lazos por completo, no tendrían porqué afectar a Denzel.
Al salir de la ducha veo que Joel está listo y que preparó mi ropa, tener tantas cosas mías en su departamento siempre había sido muy práctico, me cambio de prisa y estoy cepillando mi cabello cuando Joel entra a la habitación.
– ¿Lista para enfrentar su inminente destino?- Dice Joel con ánimo, y viéndome como si pudiera ver a través de mi.
– Siempre lista.- Le digo con una sonrisa.
– ¿Sabes? Estaba recordando a Jasmin, no sé porque se me vino a la cabeza de pronto.
– Jasmin ¿La gangster?- Se ríe sin humor, él sabe lo mucho que ella me molesto en el colegio.
– No es gangster Joel, su familia lo es, o algo así, me la encontré el otro día, charlamos como por una hora, su esposo falleció en un tiroteo, me lo contó y después de eso me dijo que el amor no era para personas como nosotras.
– ¿Como ustedes? Tu familia no pertenece a la mafia nena.
– No la que tu conoces.
– ¿Como dices que dijiste?. Me habla sorprendido con los ojos como platos, nunca le hable sobre esa parte de mi familia, era hora de hacerlo.
– Si, la otra parte de la familia de mi padre, los que no son de sangre, se dedican a cosas oscuras, ya sabes.
– No, en realidad no lo sé ¿Por qué nunca me contaste? y ¿Por qué Jasmin sí lo sabe?
– No lo creí importante en su momento, y ella lo sabe porque crecimos en el mismo pueblo, recuerda, ella conoce a la parte de mi familia de la que no me gusta hablar.
– Entiendo, bueno, no es importante, siempre te ha dicho cosas poco amables.- Me sonríe y me ayuda con mi cabello.
– Si, no importa, démonos prisa, necesito ese helado de yogurt.- Le sonrió también desde el reflejo del espejo.
Salimos del departamento y nos dirigimos a Frosty; tienen los mejores helados que he probado en mi vida, no hablamos mucho durante el camino.
Una vez que comemos nuestros helados nos dirigimos a la clínica de Charlie, el médico familiar de Denzel, nos recibe una recepcionista entusiasta y nos hace pasar a la sala de espera.
Unos minutos después entra Denzel con una resplandeciente sonrisa.
– Hola, chicos.- Nos dice sin apartar la mirada de mi.
Respondemos el saludo educadamente mientras se sienta a mi lado.
– ¿Cómo han cambiado las cosas no?- Su sonrisa ha desaparecido pero no parece de mal humor.
– No tanto, seguimos siendo nosotros tres, todo queda en familia.- No puede ser, Joel siempre sabe como hacer un comentario inoportuno.
– Claro, eso suena bien.- Denzel lo ve directo a los ojos.
Charlie sale del consultorio y nos hace pasar, él me agrada mucho, siempre es sumamente amable con todos.
– Bien, tengo entendido que quieren saber quien es el padre del bebé, ¿Una prueba prenatal es lo que quieren?
– Si, queremos saberlo lo antes posible.- Denzel habla primero lo cuál nos mantiene a Joel y a mi completamente en silencio.
– Bien, antes que nada debes saber, Denzel, que hay ciertos riesgos con este tipo de pruebas, la más precisa es algo invasiva.
– Explicanos en qué consiste y cuales son los riesgos por favor.
– No haremos una prueba prenatal si eso pondrá en riesgo a mi bebé.- Lo digo en un tono un poco más duro de lo que pretendía.
– Entiendo, les explico y así toman una decisión, esta se lleva a cabo mediante un proceso denominado amniocentesis, consiste en extraer una pequeña muestra del líquido que rodea a tu bebé, este se obtiene haciendo una pequeña punción en tu abdomen. Estamos hablando de muy poco riesgo, quizá ub 1 % de posibilidad de aborto y este se puede hacer solo después de la semana 16 de embarazo.
– No.
Denzel y yo estamos de acuerdo en esto, no someteremos al bebé a absolutamente nada de riesgo.
– ¿Hay alguna otra forma Charlie?- Denzel habla con calma, pero en su voz puedo notar cierta tensión.
– Imagino que ustedes dos son los posibles padres.- Mira a Denzel y después a Joel el cuál sonríe afirmando.
– Esmeray, podríamos saltarnos todo esto si tan solo dices la verdad, no hay duda alguna, ese bebé es mío.- Habla en un tono apacible pero firme.
Empecé a sentir como mi corazón latía de prisa, Denzel dijo eso en voz alta ¿O fue mi imaginación? Yo se que tiene dudas, pero no tiene porque hablarlo frente a Charlie, a el no le incumben nuestros problemas. – Hablemos esto fuera ¿Quieres, Denzel?- Lo fulmine con la mirada y el solo me regreso una mirada llena de desagrado. – Claro, ya que termine la consulta, aunque no hagamos la prueba, podemos revisar que esté todo bien, Joel ¿Podrías esperar en recepción por favor? - Le dirigió una mirada de determinación a la cual Joel solo pudo responder con un asentimiento de cabeza y en silencio salió del consultorio. – No es que quiera entrometerme Denzel, pero si es posible que el sea el padre, quizá también debería estar en la ecografía. – No lo es, Charlie, ¿Podemos proseguir?– Claro.- Nos dirigió a una camilla con una pantalla al frente. – Que nervios, ¿Podremos escuchar su corazón?- Al fin pude hablar, la emoción me estaba invadiendo, sería la primera vez que vería a mi bebé y al
Después de pasar la tarde en su despacho, Denzel sale a saludar de mucho mejor humor, con mi comentario lo había hecho sentir terriblemente mal, me disculpe por ello a lo cual el solo sonrió, besó mi mejilla y se fue a su despacho argumentando que tenía mucho trabajo, no sin antes preguntar unas 100 veces si necesitaba algo, parecía que había pasado una eternidad desde que vivía aquí, pero tan solo habían pasado un par de semanas, como cambian las cosas en tan poco tiempo, al firmar el divorcio creí que iniciara una nueva etapa, tan solo mi pequeña casita con verja blanca de madera, mis florecillas violetas y yo, siempre había querido vivir a las afueras, solo que no imaginaba que sería con alguien, al casarme con Denzel, él me había prometido que en unos años nos iríamos a vivir al bosque, iríamos de vacaciones a la playa y todo sería hermoso, bueno, eso ya no será posible, quizá las vacaciones con los niños si. Mis pensamientos se habían ido tan lejos que no me di cuenta de que Den
Estuve toda la noche despierta, Denzel no me había llamado para nada, y se que me dijo que no lo esperara despierta, pero mi ansiedad estaba cobrando factura, claro que no esperaba que me llamara, después de todo, ya no era mi esposo y yo ni siquiera debería estar durmiendo en su cuarto de huéspedes, sin embargo, la preocupación invadía cada parte de mi ser. Me levante por enésima vez al baño, cuando iba de regreso a la habitación decidí salir al balcón a tomar un poco de aire fresco, en ese instante me asome hacía abajo y sostuve mi vientre en un acto reflejo recién adquirido, como un sistema de protección hacía mis bebés, justo cuando iba a irme a la cama, pude ver como se estacionaba un Bentley a lo lejos, pues al estar en un Pent-House, todo se veía desde muy arriba, de pronto algo llamó mi atención, no era el coche de Denzel pero algo en él me causo intriga así que corrí hacía el cuarto de seguridad donde se encontraban todas las pantallas que daban a la calle. Denzel había insi
Después del incómodo momento en Madalena, la tarde había pasado bastante tranquila, charlamos como si de verdad las últimas semanas no hubieran ocurrido, fue como siempre había sido, risas y bromas, Joel con sus ocurrencias y terminamos en un ataque de risa, no podía negar que la había pasado demasiado bien, a Joel le había parecido una maravillosa idea que yo siguiera viviendo con Denzel lo que queda del embarazo, si bien solo tenia algunas semanas, pronto se empezaría a notar ya que se trataba de un embarazo gemelar. Después de comer Denzel mencionó que tenía unos asuntos que resolver y que pasaría la noche fuera, como no quería quedarme sola le pedí a Joel que hiciéramos una pijamada en su departamento, así que nos encontrábamos con mascarillas en nuestros rostros y con unas margaritas en nuestras manos, las mías eran vírgenes por supuesto.– Así que…- Joel me veía con una sonrisa de picardía en su rostro y yo por mi parte no podía dejar de sonrojarme.- Cuéntamelo todo por favor,
Desperté con una fuerte migraña, el olor a gasolina y orina era nauseabundo, abrí los ojos como pude, todo estaba demasiado oscuro, observe todo a mi alrededor y conforme mi vista se iba adaptando a la oscuridad la realidad me dio un golpe, oh no, Denzel, Joel, ¿Donde estaban? y ¿Por qué ese hombre me había dicho que Denzel era un mafioso? Lo llamo amigo, y Denzel lo amenazó, jamás había escuchado que le hablara a alguien de esa manera. La puerta se abrió y entró una luz cegadora, era el mismo hombre, pero esta vez venía solo, se había cambiado y afeitado, era bastante alto y no parecía tener más de 40 años. – Muy bien, lindura, al parecer estas llena de sorpresas, después de que te desmayaras tuvimos un pequeño percance con tu amado esposo, me dio una pequeña paliza y bueno, yo necesitaba algo de acción por eso mis hombres no intervinieron, él no salió del todo limpio dejame decirte.- Sonreía y pude notar que tenía el labio inferior roto, y un ojo magullado. – ¿Dónde están Denzel
Apenas recordaba lo que había pasado, hacía semanas del altercado en lo que ahora se, era la mansión Leopardi; sucedieron tantas cosas en tan poco tiempo que mi cabeza no podía procesarlo, después de darme cuenta de que Denzel estaba herido de bala, había gritado con desesperación a Zait para que nos auxiliara, él estaba a unos cuantos metros de nosotros asegurándose de que ningún hombre de Leopardi quedará con vida; pero en cuanto escuchó la desesperación de mis gritos llegó hasta nosotros de un par de zancadas, había conducido a toda velocidad con un Denzel intentando no perder el conocimiento, sonriéndome como si lo que tuviera fuera un resfriado, al llegar al hospital le habían inducido un coma, así que me encontraba en la cafetería del Hospital Virginia con Joel, quién había salido tan solo con un brazo roto. – Un dólar por tus pensamientos, peque.- Me sonrió con dulzura y yo quise llorar en ese momento, toda esta situación me sobrepasaba. – No lo necesitas, sabes muy bien lo q
Tarde unos minutos en terminar de procesar de lo que estaba hablando, al principio creí que bromeaba como siempre lo hace, esperaba que en cualquier momento soltara una risa estridente y ambos nos pusiéramos a reír, pero pasaron los minutos, quizá horas, y eso no sucedió.No podía articular palabra alguna, solo estaba totalmente quieta con lo que imaginaba sería la peor expresión de idiota que haya tenido jamás, el esperaba una respuesta, por supuesto que la esperaba, pero yo no sabía que decir, ¿Por que me confesaba esto precisamente ahora? Quizá el miedo que tuvo habló por él, tenía que decirle algo, pero no fui la primera en hablar, su mirada había bajado hasta sus manos de nuevo después de su confesión y en ese momento la levantó ligera y lentamente para hablar con la voz menos audible que escuche de el jamás.– ¿No vas a decirme nada? Yo se que te acabo de arrojar una bomba, pero no es tan malo, no estoy intentando nada, solo que tenía que decirlo en algún momento.Parecía genui
Cuando escuche el primer tono del celular mi corazón se aceleró en automático, sabía que era Zait pues se había quedado con el celular de Denzel y sonó con su tono determinado, con mis manos temblando respondi el celular, quise pronunciar un hola pero mi voz salió apenas audible, estaba segura de que Zait no había escuchado así que me obligue a hablar de nuevo. – Zait, lo siento ¿Qué pasa? ¿Está Denzel bien?– Será mejor que vengan cuanto antes señora. – Si, vamos para allá, pero dime si está bien, por favor. - Mis manos comenzaban a sudar y mi corazón no podía ir más fuerte. – No del todo, pero estará bien, usted sabe lo fuerte que es. – Estamos saliendo en este momento.Me levanté de un salto y empecé a ponerme el abrigo para bajar corriendo las escaleras, Joel quien se había incorporado poco después de que respondí el teléfono, se levantó del futón y empezó a seguirme por toda la habitación lo cuál me ponía más nerviosa. – Pequeña, espera, tranquilízate un poco, te puede hacer