Después de pasar la tarde en su despacho, Denzel sale a saludar de mucho mejor humor, con mi comentario lo había hecho sentir terriblemente mal, me disculpe por ello a lo cual el solo sonrió, besó mi mejilla y se fue a su despacho argumentando que tenía mucho trabajo, no sin antes preguntar unas 100 veces si necesitaba algo, parecía que había pasado una eternidad desde que vivía aquí, pero tan solo habían pasado un par de semanas, como cambian las cosas en tan poco tiempo, al firmar el divorcio creí que iniciara una nueva etapa, tan solo mi pequeña casita con verja blanca de madera, mis florecillas violetas y yo, siempre había querido vivir a las afueras, solo que no imaginaba que sería con alguien, al casarme con Denzel, él me había prometido que en unos años nos iríamos a vivir al bosque, iríamos de vacaciones a la playa y todo sería hermoso, bueno, eso ya no será posible, quizá las vacaciones con los niños si. Mis pensamientos se habían ido tan lejos que no me di cuenta de que Den
Estuve toda la noche despierta, Denzel no me había llamado para nada, y se que me dijo que no lo esperara despierta, pero mi ansiedad estaba cobrando factura, claro que no esperaba que me llamara, después de todo, ya no era mi esposo y yo ni siquiera debería estar durmiendo en su cuarto de huéspedes, sin embargo, la preocupación invadía cada parte de mi ser. Me levante por enésima vez al baño, cuando iba de regreso a la habitación decidí salir al balcón a tomar un poco de aire fresco, en ese instante me asome hacía abajo y sostuve mi vientre en un acto reflejo recién adquirido, como un sistema de protección hacía mis bebés, justo cuando iba a irme a la cama, pude ver como se estacionaba un Bentley a lo lejos, pues al estar en un Pent-House, todo se veía desde muy arriba, de pronto algo llamó mi atención, no era el coche de Denzel pero algo en él me causo intriga así que corrí hacía el cuarto de seguridad donde se encontraban todas las pantallas que daban a la calle. Denzel había insi
Después del incómodo momento en Madalena, la tarde había pasado bastante tranquila, charlamos como si de verdad las últimas semanas no hubieran ocurrido, fue como siempre había sido, risas y bromas, Joel con sus ocurrencias y terminamos en un ataque de risa, no podía negar que la había pasado demasiado bien, a Joel le había parecido una maravillosa idea que yo siguiera viviendo con Denzel lo que queda del embarazo, si bien solo tenia algunas semanas, pronto se empezaría a notar ya que se trataba de un embarazo gemelar. Después de comer Denzel mencionó que tenía unos asuntos que resolver y que pasaría la noche fuera, como no quería quedarme sola le pedí a Joel que hiciéramos una pijamada en su departamento, así que nos encontrábamos con mascarillas en nuestros rostros y con unas margaritas en nuestras manos, las mías eran vírgenes por supuesto.– Así que…- Joel me veía con una sonrisa de picardía en su rostro y yo por mi parte no podía dejar de sonrojarme.- Cuéntamelo todo por favor,
Desperté con una fuerte migraña, el olor a gasolina y orina era nauseabundo, abrí los ojos como pude, todo estaba demasiado oscuro, observe todo a mi alrededor y conforme mi vista se iba adaptando a la oscuridad la realidad me dio un golpe, oh no, Denzel, Joel, ¿Donde estaban? y ¿Por qué ese hombre me había dicho que Denzel era un mafioso? Lo llamo amigo, y Denzel lo amenazó, jamás había escuchado que le hablara a alguien de esa manera. La puerta se abrió y entró una luz cegadora, era el mismo hombre, pero esta vez venía solo, se había cambiado y afeitado, era bastante alto y no parecía tener más de 40 años. – Muy bien, lindura, al parecer estas llena de sorpresas, después de que te desmayaras tuvimos un pequeño percance con tu amado esposo, me dio una pequeña paliza y bueno, yo necesitaba algo de acción por eso mis hombres no intervinieron, él no salió del todo limpio dejame decirte.- Sonreía y pude notar que tenía el labio inferior roto, y un ojo magullado. – ¿Dónde están Denzel
Apenas recordaba lo que había pasado, hacía semanas del altercado en lo que ahora se, era la mansión Leopardi; sucedieron tantas cosas en tan poco tiempo que mi cabeza no podía procesarlo, después de darme cuenta de que Denzel estaba herido de bala, había gritado con desesperación a Zait para que nos auxiliara, él estaba a unos cuantos metros de nosotros asegurándose de que ningún hombre de Leopardi quedará con vida; pero en cuanto escuchó la desesperación de mis gritos llegó hasta nosotros de un par de zancadas, había conducido a toda velocidad con un Denzel intentando no perder el conocimiento, sonriéndome como si lo que tuviera fuera un resfriado, al llegar al hospital le habían inducido un coma, así que me encontraba en la cafetería del Hospital Virginia con Joel, quién había salido tan solo con un brazo roto. – Un dólar por tus pensamientos, peque.- Me sonrió con dulzura y yo quise llorar en ese momento, toda esta situación me sobrepasaba. – No lo necesitas, sabes muy bien lo q
Tarde unos minutos en terminar de procesar de lo que estaba hablando, al principio creí que bromeaba como siempre lo hace, esperaba que en cualquier momento soltara una risa estridente y ambos nos pusiéramos a reír, pero pasaron los minutos, quizá horas, y eso no sucedió.No podía articular palabra alguna, solo estaba totalmente quieta con lo que imaginaba sería la peor expresión de idiota que haya tenido jamás, el esperaba una respuesta, por supuesto que la esperaba, pero yo no sabía que decir, ¿Por que me confesaba esto precisamente ahora? Quizá el miedo que tuvo habló por él, tenía que decirle algo, pero no fui la primera en hablar, su mirada había bajado hasta sus manos de nuevo después de su confesión y en ese momento la levantó ligera y lentamente para hablar con la voz menos audible que escuche de el jamás.– ¿No vas a decirme nada? Yo se que te acabo de arrojar una bomba, pero no es tan malo, no estoy intentando nada, solo que tenía que decirlo en algún momento.Parecía genui
Cuando escuche el primer tono del celular mi corazón se aceleró en automático, sabía que era Zait pues se había quedado con el celular de Denzel y sonó con su tono determinado, con mis manos temblando respondi el celular, quise pronunciar un hola pero mi voz salió apenas audible, estaba segura de que Zait no había escuchado así que me obligue a hablar de nuevo. – Zait, lo siento ¿Qué pasa? ¿Está Denzel bien?– Será mejor que vengan cuanto antes señora. – Si, vamos para allá, pero dime si está bien, por favor. - Mis manos comenzaban a sudar y mi corazón no podía ir más fuerte. – No del todo, pero estará bien, usted sabe lo fuerte que es. – Estamos saliendo en este momento.Me levanté de un salto y empecé a ponerme el abrigo para bajar corriendo las escaleras, Joel quien se había incorporado poco después de que respondí el teléfono, se levantó del futón y empezó a seguirme por toda la habitación lo cuál me ponía más nerviosa. – Pequeña, espera, tranquilízate un poco, te puede hacer
Mientras Denzel me sostenía del brazo y me jalaba bruscamente hacia la sala yo solo podía pensar en mi bebé, ni siquiera sabía cuantas semanas tenía, Denzel jamás había sido violento conmigo ni me había dado razones para temerle, pero lo último que le dijo Joel, de verdad lo había hecho enojar. Joel tenía esa increíble facilidad para hacer enojar a las personas, y le encantaba, especialmente hacer enojar a Denzel, porque sabía que no se enojaba gravemente, hasta ahora. Una vez Joel le había dicho que nos besamos, en ese momento Denzel palideció y se levantó de donde estaba, estaba apunto de golpearlo o eso me pareció, pero Joel empezó a reírse; era solo una broma que Denzel creyó por un momento. Seguramente ahora estaba pensando en esa broma y esta vez creía que era verdad. Siguió arrastrandome y cuando llegamos al sofá me arrojo con algo más de la fuerza necesaria, estábamos en un último piso, Joel tardaría en regresar por mí, no tenía otra que defenderme, él no me golpearía ¿O si