Paul espero pacientemente por la presencia de la mujer, pero ella simplemente se tardó en el baño más de lo que él esperaba, haciendo que su cuerpo cansado y lleno de comida se relajara hasta el punto de quedarse dormido.Luna al salir del baño sintió que tenía un animal dentro de la habitación, no eran ronquidos ruidosos, era más como un suspiro de relajación, Paul se sintió seguro en el lugar y solo cerro sus ojos y ahí quedó abatido por el sueño.Luna se fijó en el abrigo del hombre, estaba sobre el mueble, por lo que sintió el temor de hacer lo que estaba pensando hacer, necesitaba urgentemente comunicarse con su amiga Roberta, y desde que él le decomiso el móvil, no ha sabido nada de ella, y está segura que Roberta podría estar muy preocupada por ella, así que solo cogió el móvil y corrió a esconderse en el baño con mucho miedo, solo necesitaba hacer una llamada corta y anunciarle a ella que estaba todo bien y que no se preocupara, y así fue, ella marcó el móvil y desde el otro l
Luna se quedo pasmada con las palabras del hombre, en qué momento le había dado tanto poder para decidir en ella, lo que estaba sintiendo en ese momento era un frío que le consume los huesos por dentro, no fue responsable por parte de ambos mojarse y luego caminar de regreso con la brisa de la noche, pero en medio de sus pensamientos ella perdió el conocimiento, Paul quien estaba llegando junto con ella a la habitación se dio cuenta y la cogió en sus brazos para llevarla al interior, Bruno quien estaba saliendo de su habitación se dio cuenta. —¿Necesitas ayuda? — Bruno se preocupó al ver a ambos mojados y ella inconsciente. —Trae a un médico y busca ropa en su habitación— —Ya vuelvo— Bruno corrió en busca de la ropa para Luna, él abrió la maleta de la joven y sin mirar mucho solo sacó un pijama y ropa interior, se percató de un pasaporte y su documentación, pero por el apuro no fue capaz de revisarlo. Paul entro a su habitación y no dudó en quitarle la ropa a la mujer y colocarle u
El frío del amanecer se cuela por las piernas de la mujer que duerme plácidamente en la cama del hombre, su último recuerdo fue esa noche debajo del agua mientras jugó alegremente con aquel hombre sin corazón, Luna sintió el rico aroma del café, al abrir sus ojos a un lado de la cama se sintió extraña, esa habitación era con colores neutros, mientras que su habitación era de colores claro, su cabeza empezó a doler con el recuerdo de Paul llevándola al otro lado del pasillo, fue ahí donde ella miró las sábanas blancas acolchada que le obstruyen la vista de aquel hombre guapo.Luna se levantó mientras coloca sus manos encima de la cabeza por la molestia.Al fondo de la habitación estaba un hombre delante del ordenador mientras trabaja, Paul al darse cuenta del movimiento de Luna no dudó en levantarse, él usaba una bata blanca de baño, su cabello aun húmedo lo hizo lucir tan guapo, el dolor de cabeza se desapareció con semejante paisaje delante de ella.—Buenos días Roberta, ¿Cómo te sie
Paul miró a Bruno, su asistente poco se equivoca, pero si eso fuese así, él mismo lo iba a comprobar y ya mismo, así que solo se levantó cargado de un deseo más profundo por dentro. —Ya vuelvo— Paul estaba a punto de salir de la habitación cuando las palabras sabías de Bruno lo detuvieron. —No la vayas a lastimar, ella no es mala persona— Paul asintió y se marchó, mientras que Luna molesta y asustada empezó a hacer la maleta, ella no tiene por qué soportar un abuso de ese tamaño, menos que él quiera hacerla suya a la fuerza, pero jamás pensó que Paul iría a buscarla y menos que vería lo que él fue a mostrarle. No fue difícil para el empujar la puerta con fuerza. —¿Qué crees que haces? — al verla hacer la maleta le molesto. Ella volteo en medio de la ira y la molestia, era una profesional que solo aceptó el trabajo para poder terminar su último escalón en la universidad, pero no dejaría que fuese a costa de su cuerpo. —Ya te lo dije Paul, me voy, no soportaré tus palabras groser
Él sería su primer hombre cueste lo que cueste, fue una meta que se trazó el hombre y Paul Santoro jamás perdería ante un proyecto. Paul se abalanzó sobre ella mientras sujeta el cuello de la mujer por la parte trasera, imponiendo su poder dominante sobre ella o cualquier situación, Luna se sintió en las nubes con ese beso apasionado que duró eternidad, Paul se inclinó hacia Luna hasta dejar su cuerpo sobre ella, pero su desesperación por obtener su trofeo ganador lo llevan a la impulsividad, colocando la mano que le quedó suelta sobre el pecho de la mujer. —No, no quiero que me toques— Luna volvió a golpear la parte baja del hombre, esta vez con menos fuerza, pero la suficiente para liberarse de su agarre. Paul suspiró con fuerza, y sus ojos se volvieron más oscuros, aún así, recordó las palabras de su asistente, debe ser sutil y noble con la mujer. —Disculpa, no fue mi intención ser tan atrevido, recogeré la mesa— Paul se levantó y empezó a recoger la mesa, pero sintió sobre su
Paul había sido ponchado en su declaración o petición de amor, pero no desistiría, Bruno le dejó claro que, para poder obtener la pureza de una mujer a esa edad, no podría ganárselo con dinero, si la mujer se ha guardado tanto es por que quiere un amor de verdad, sería ahí donde Paul actuaría como un casanova que no descansará hasta obtener la pureza de la mujer, al menos ya no pone excusas para besarla, sería a través de ellos que podría conquistar y ganar su amor.A los que se acercó a ella por detrás y la abrazo, ambos se mantuvieron en esa posición, él observando el paisaje y ella luchando por el aroma a hombre guapo, Paul la estaba derritiendo, y aunque ella no siente amor en su corazón, pudo darse cuenta cómo su cuerpo reacciona a la presencia dominante del hombre.—¿Quieres regresar? — Paul con su barbilla sobre el cuello de la mujer, le habla al oído, Luna siente como sus piernas tiemblan con cada susurro.—No, aun no por favor— Su voz sonó suave como aquel susurro que se pued
Aun con la intriga de que si Lisa aún era señorita o no, Bruno subió a devorar los carnosos labios de la joven hasta situarse en la entrada principal, el deseo de Lisa era tan grande hacia Bruno que no le importaba sentir dolor alguno con tal de sentir como él puede estar dentro de ella.—¿Estás preparada? — Bruno hizo la pequeña pregunta que desató el deseo de la mujer.—Desde que te vi la primera vez con mi hermano supe que estaría preparada siempre para ti— colocando sus manos en la espalda del hombre, ella pudo sentir como su parte baja estaba tan húmeda que solo sintió placer por cumplir lo que soñé desde hace mucho tiempo, Bruno descanso al saber que ella lo espero todo este tiempo, tratando su cuerpo de una manera tan sutil para que ella recordara ese momento como único en la vida.—Gracias Bruno, gracias— Las lágrimas salen de los ojitos de la mujer, ella agradece que al fin la haya aceptado y no la haya rechazado como las veces anteriores, ella nunca imaginó que ir a buscar a
Paul no quiere más interrupciones en su vida, la orden a Bruno a sido dada, el debe resolver sin volver a comunicarse con su jefe, una simple foto fue lo que pidió a cambio del trabajo, tampoco dejará que su madre intervenga en este momento de privacidad. Camino al exterior de la casa en donde estaba Luna de espalda recogiendo flores, el cogió una pequeña flor para acercarse a ella y hablarle al oído. —Eres tan hermosa que todas estas flores están celosas por tu belleza— Paul se convierte en un hombre que ahora fabrica palabras de amor para poder convencer a la mujer y se entregue a él. Luna siente como su piel se eriza al escuchar la voz áspera del hombre tan cerca, sus piernas tiemblan de solo pensar que podrá tenerlo solo para ella, volteando su cuerpo con cuidado ella queda de frente de semejante hombre. —Tienes una nariz muy hermosa Paul, he escuchado que a pinocho le crece la nariz con cada mentira que saliera de su boca— Ella pasó por un lado de él y caminó al interior de l