Luna terminó su ducha y se unto al final de cremas para poder salir a compartir con aquel hombre extraño que ahora le gusta su belleza natural. Paul la espero con un par de mantas en el piso a la llegada de la mujer, a él en realidad no le molestan esos kilos de más, ya que están bien proporcionados en sus grandes glúteos y sus enormes pechos. —Pensé que el baño te había comido— Paul le dio la mano y la ayudó a bajar para sentarla a su lado. —Es tu culpa, has traído tantos productos que no encontraba cual elegir— ella fue sincera, con su situación económica actual, solo puede darse el lujo de comprar un joven de barra y ese le sirve para el cuerpo y el rostro, ya que ella no realiza cuidados en su rostro por falta de tiempo, pero cualquiera que la conoce y ve su corre, corre entre la universidad y el trabajo, puede entenderla perfectamente, ahora ella puede disfrutar de estos días buenos y malos con más tranquilidad al saber que sus cuentas están pagadas y que no podrán sacar sus po
Luna se quedó estática con su rostro rojo de la pena, además de reprochar a sí misma que le gusto todo lo que vio, Paul la volvería loca con estos últimos días.Ella con su barbilla en alto salió hasta la cocina en donde encontró al hombre lavando las frutas y picándole.—¿Necesitas ayuda? — Aun con pena, pero debe dejar todo atrás, ella es una mujer adulta y tiene que saber manejar sus emociones y más delante de este hombre tan guapo.—Si, ven y me ayudas, podrías probar las uvas— Paul le dio la espalda y cogió una uva en su boca, volteando de golpe y dejando el rostro de Luna confundido.—Ven acércate no tengas miedo— Paul la sujetó por la cintura y la atrajo a su cuerpo mientras le pasa de boca a boca la uva, Luna cerró sus ojos y recibió la fruta, ella la mastico suavemente mientras sigue sintiendo la respiración del hombre muy cerca de ella, Paul estaba esperando que ella terminara de comer para poder besarla sin problema alguno.Sujetando su cintura con fuerza, el alzo a la muje
Luna prefirió salir del agua y con la certeza de que él estaría viendo su trasero, pero era eso, o quedarse ahí mientras su monstruo quiere atacar en todo momento, Paul es un hombre para ella con una gran actividad sexual, siempre tiene esa cosa despierta y la mira con ganas de deseo.Ella abrió la mochila que el mismo empaco y busco en ella una toalla para secarse y cubrir su cuerpo, mientras que Paul se sumergió dentro del agua para mentalizarse al momento de salir, ahora todo se trataba de seducirla para poder hacerle el amor.—Vamos a casa, tengo frio— Luna estaba cubierta con la gran toalla, pero sin embargo puede sentir la brisa sobre su piel.—Voltea no quiero que te ofendas por lo que provocas en mí— Paul fue chistoso, pero claramente a ella no le importó, tampoco es que era una niña pequeña, ella era una mujer y estaba consciente que en algún momento de su vida ella tendría que vivir estas escenas, así que nada mejor que hacerlo con Paul, él era todo lo que una mujer podría p
Paul se echó a reír antes de llamar a su madre para darle la información de Lisa, teniéndola sana y salva aun tendría un día más junto a Luna sin ninguna preocupación.El móvil hizo varios tonos y le pareció muy extraño que su madre no haya contestado a la primera, por esa razón él prefirió asegurarse de que todo esté bien en casa y poder darle la información de su hermana, fue después de varios intentos que ella decidió contestar la llamada.—Dime, ¿conseguiste a tu hermana? — La voz de Carmela se escuchaba cansada del otro lado del tono.—Si, ella esta segura conmigo, ¿sucede algo de lo que no me haya enterado? — Paul se preocupó, su madre nunca está cansada aun siendo una mujer mayor.—No es nada importante, te quiero aquí mañana, regresa con tu prometida par que se pruebe el vestido que mande a hacer especial para ella— Carmela era tan mala como el veneno, ella no dejaría cabos sueltos y su hijo se equivocó al querer jugar con su confianza.—Tengo trabajo, no creo poder regresar p
Con su mente perdida en sus pensamientos, Luna cerró sus ojos mientras deja que Paul la abrace y acaricie su mejilla, un abrazo y una unión que los estaba acercando más.—Disculpa, no pensé que un simple anillo te pudiese afectar tanto— Paul sintió por primera vez el dolor de otra persona en carne propia, le lastimó hasta el alma ver la mirada perdida de su compañera en esta aventura.—No es un simple anillo— ella saco su mano de la manta con la que él hombre la cubrió, observó como el diamante brillaba tan hermoso —¿Es de verdad? — ella preguntó con inocencia, era una simple joven de la clase baja y estudiante de la vida, nunca ha visto un diamante de verdad, por lo que pensó que era solo un anillo de fantasía.Paul empezó a reírse con mucha emoción, la carcajada del hombre resonó por la habitación, fue una risa divertida, ella lo había visto sonreír antes, pero no de esa manera, sintió que la carcajada del hombre le subió el ánimo.—¿De qué te ríes? — ella se sonrojo, y no pudo evit
La mañana siguiente el soñar de un despertador fue ignorado, fue más la paz y la tranquilidad que ambos estaban sintiendo el uno por el otro, que Paul sólo puede abrazar a la mujer que le entrega ese amor mezquino. —Preciosa, despierta, debemos levantarnos y seguir con nuestros compromisos— Paul empezó a besar el cuello de Luna, quien estaba negada a salir de esa cabaña, sintió una tranquilidad y pudo descansar más de lo que creía. —¿Nos vamos tan temprano? — negándose a la idea de tener que ver a Carmela de frente. —Si, vamos que el viaje es realmente largo— Paul se levantó por que aun tiene un par de planes antes de llegar a la casa de su madre. Luna observo como la espalda del hombre desaparece entre el baño y la habitación, por un momento sintió el impulso de entregarse a él, pero lo dudo tanto que prefirió esperar un poco más. Una vez que ambos estaban listos, salieron de la cabaña y se detuvieron por un momento para admirar el paisaje circular. —Fuiste tan malo al negarme
Carmela expresó una gran sonrisa y soltó el brazo de su esposo para ir a recibir a Paul, era su mejor creación y quien llevaría el apellido de la familia en alto. —hijo has llegado— ella siempre deja claras sus palabras, y ellas expresó que solo estaba esperando a Paul, al final del día la fiesta seria en su honor, una gran sorpresa le tenía preparada, pero todo en la vida era un proyecto que conlleva a sacrificios y pactos dolorosos. Paul se acerco y beso a su madre luego de un abrazo, hubiese preferido seguir lejos de casa. —Madre, he venido con mi hermana que estuvo todos estos días bajo mi cuidado y mi prometida Roberta— Paul trató de suavizar la tensión del momento, Luna le aprieta la mano con fuerza y no deja de mirar a Carmela con miedo. Carmela se separó de su hijo y observó a la joven, luego de una larga pausa, por primera vez Carmela se acercó a ella y la saludo. —Bienvenida Roberta, veo que tienes frío y has venido abrigada— Carmela se refería a que ella ahora usaba ro
Luna salió de la ducha, y aunque estuvo a la espera de Paul, él nunca llegó a dormir con ella, sin embargo, la puerta permaneció con el seguro puesto, con miedo de que Damián pueda entrar y hacerte daño, el cansancio la venció y se quedó dormida. A unos pocos metros estaba Lisa en su habitación, rodeada de su familia, sin embargo, ella se siente mareada y sin saber donde estar, desorientada empieza a hablar sin sentido a la realidad. —¿Dónde estoy? ¿Quiénes son ustedes? — Lisa los mira y no logra reconocer a su familia. El médico recibió órdenes de Carmela, colocando una sustancia en su cuerpo que la drogo, así podría mantenerla enferma y encerrada en la habitación mientras ella hace de las suya. —Lisa, ¿estas bien? Soy yo Paul tu hermano— Paul se acercó a ella, pero la mirada de Lisa estaba perdida, ¿Cómo pudo suceder con solo un desmayo? —¿Tengo un hermano? Eres tan guapo, me gustas— Lisa acarició el rostro de Paul en medio de su confusión. Paul volteo a mirar el rostro del mé