Luna cerró sus ojos y pudo sentir como la brisa choca con su rostro, fue algo que le encanto. —¿Tienes mucho tiempo comprometida con el señor Santoro? — Alana estaba intrigada, sabe del hombre y escuchó que era un témpano de hielo, ninguna mujer lo había podido conquistar y menos para conseguir una sortija, pero, aunque miro en repetidas veces la mano de la joven, no encontró ninguna en ella. —Apenas me lo propuso, fue algo muy emocionante— Luna se sonrojo, sabe cuánto está mintiendo. Alana puso en duda la respuesta de la joven, muchas mujeres de compañía había visto a lo largo de los años, ella se casó con Dexter por que fueron novios desde pequeño, pero aun así su esposo era un enamorado. —¿Y tú sortija? — Fue una pregunta directa y era la segunda vez que una mujer le pregunta lo mismo, si él quiere seguir presentándola como su prometida, tendría que conseguirle un anillo lo antes posible, o tendría que tatuarse en la frente que el anillo aun no lo había recibido, y solo fue una
—Come tranquila— Paul le habló al oído suavemente, haciendo que la piel de la mujer se erizara rápidamente. Luna no hizo ningún movimiento, el aire caliente de la voz de Paul la volvió loca, aun así, ella no quiso comer, no era feliz en ese lugar, todos eran muy extraños, además de que todas las miradas estaban sobre ella. —No te preocupes, no tengo hambre— ella lo miró de una mirada dulce. Luna no había desayunado y muchos menos había querido comer, ella recordó las palabras de Alana, y siempre en la vida tendrá que competir con una modelo de cuerpo delgado, sea como una esposa falsa junto a Paul o como una mujer en su vida de verdad, por esa razón ella podía observar la obsesión de Roberta al estar más delgada Solo desea regresar a su vida cotidiana, le falta solo este ultimo semestre para ser una gran profesional, ya extraña a todos esos pequeños que con su dulzura ella acoge con amor. Paul al igual que ella decidió parar de comer, dejando a un lado de su platillo con utensili
Bruno la ayudó a bajar y la llevó hasta su habitación, ella estaba aún muy nerviosa por lo sucedido, su Bruno no hubiese llegado, él podrían haberla violado, no puede comparar su fuerza con la de un hombre. —¿Ya estás más tranquila? — Bruno se siente culpable y preocupado por la mujer. —Me siento asustada, no quiero volver a esa casa— Luna le agarró un miedo terrible a esa casa, esa familia era realmente mala, este trabajo no era tan fácil como ella lo creyó. —No volverá a suceder, mejor descansa— Bruno se despidió de ella y espero a que Paul llegará al hotel abajo, al momento en que Paul bajó del auto y miro el rostro de Bruno preocupado fue suficiente para saber que tan grave fue la situación. —Dime que lo golpeaste— Paul quería acabar con su hermano, no era la primera vez que hacía algo así. —Sabes que no puedo, pero ganas no me faltaron— Bruno estaba tan enojado. —¿Cómo está ella? — Paul si estaba preocupado, por su culpa el aberrado de su hermano estuvo a punto de hacerle d
Paul espero pacientemente por la presencia de la mujer, pero ella simplemente se tardó en el baño más de lo que él esperaba, haciendo que su cuerpo cansado y lleno de comida se relajara hasta el punto de quedarse dormido.Luna al salir del baño sintió que tenía un animal dentro de la habitación, no eran ronquidos ruidosos, era más como un suspiro de relajación, Paul se sintió seguro en el lugar y solo cerro sus ojos y ahí quedó abatido por el sueño.Luna se fijó en el abrigo del hombre, estaba sobre el mueble, por lo que sintió el temor de hacer lo que estaba pensando hacer, necesitaba urgentemente comunicarse con su amiga Roberta, y desde que él le decomiso el móvil, no ha sabido nada de ella, y está segura que Roberta podría estar muy preocupada por ella, así que solo cogió el móvil y corrió a esconderse en el baño con mucho miedo, solo necesitaba hacer una llamada corta y anunciarle a ella que estaba todo bien y que no se preocupara, y así fue, ella marcó el móvil y desde el otro l
Luna se quedo pasmada con las palabras del hombre, en qué momento le había dado tanto poder para decidir en ella, lo que estaba sintiendo en ese momento era un frío que le consume los huesos por dentro, no fue responsable por parte de ambos mojarse y luego caminar de regreso con la brisa de la noche, pero en medio de sus pensamientos ella perdió el conocimiento, Paul quien estaba llegando junto con ella a la habitación se dio cuenta y la cogió en sus brazos para llevarla al interior, Bruno quien estaba saliendo de su habitación se dio cuenta. —¿Necesitas ayuda? — Bruno se preocupó al ver a ambos mojados y ella inconsciente. —Trae a un médico y busca ropa en su habitación— —Ya vuelvo— Bruno corrió en busca de la ropa para Luna, él abrió la maleta de la joven y sin mirar mucho solo sacó un pijama y ropa interior, se percató de un pasaporte y su documentación, pero por el apuro no fue capaz de revisarlo. Paul entro a su habitación y no dudó en quitarle la ropa a la mujer y colocarle u
El frío del amanecer se cuela por las piernas de la mujer que duerme plácidamente en la cama del hombre, su último recuerdo fue esa noche debajo del agua mientras jugó alegremente con aquel hombre sin corazón, Luna sintió el rico aroma del café, al abrir sus ojos a un lado de la cama se sintió extraña, esa habitación era con colores neutros, mientras que su habitación era de colores claro, su cabeza empezó a doler con el recuerdo de Paul llevándola al otro lado del pasillo, fue ahí donde ella miró las sábanas blancas acolchada que le obstruyen la vista de aquel hombre guapo.Luna se levantó mientras coloca sus manos encima de la cabeza por la molestia.Al fondo de la habitación estaba un hombre delante del ordenador mientras trabaja, Paul al darse cuenta del movimiento de Luna no dudó en levantarse, él usaba una bata blanca de baño, su cabello aun húmedo lo hizo lucir tan guapo, el dolor de cabeza se desapareció con semejante paisaje delante de ella.—Buenos días Roberta, ¿Cómo te sie
Paul miró a Bruno, su asistente poco se equivoca, pero si eso fuese así, él mismo lo iba a comprobar y ya mismo, así que solo se levantó cargado de un deseo más profundo por dentro. —Ya vuelvo— Paul estaba a punto de salir de la habitación cuando las palabras sabías de Bruno lo detuvieron. —No la vayas a lastimar, ella no es mala persona— Paul asintió y se marchó, mientras que Luna molesta y asustada empezó a hacer la maleta, ella no tiene por qué soportar un abuso de ese tamaño, menos que él quiera hacerla suya a la fuerza, pero jamás pensó que Paul iría a buscarla y menos que vería lo que él fue a mostrarle. No fue difícil para el empujar la puerta con fuerza. —¿Qué crees que haces? — al verla hacer la maleta le molesto. Ella volteo en medio de la ira y la molestia, era una profesional que solo aceptó el trabajo para poder terminar su último escalón en la universidad, pero no dejaría que fuese a costa de su cuerpo. —Ya te lo dije Paul, me voy, no soportaré tus palabras groser
Él sería su primer hombre cueste lo que cueste, fue una meta que se trazó el hombre y Paul Santoro jamás perdería ante un proyecto. Paul se abalanzó sobre ella mientras sujeta el cuello de la mujer por la parte trasera, imponiendo su poder dominante sobre ella o cualquier situación, Luna se sintió en las nubes con ese beso apasionado que duró eternidad, Paul se inclinó hacia Luna hasta dejar su cuerpo sobre ella, pero su desesperación por obtener su trofeo ganador lo llevan a la impulsividad, colocando la mano que le quedó suelta sobre el pecho de la mujer. —No, no quiero que me toques— Luna volvió a golpear la parte baja del hombre, esta vez con menos fuerza, pero la suficiente para liberarse de su agarre. Paul suspiró con fuerza, y sus ojos se volvieron más oscuros, aún así, recordó las palabras de su asistente, debe ser sutil y noble con la mujer. —Disculpa, no fue mi intención ser tan atrevido, recogeré la mesa— Paul se levantó y empezó a recoger la mesa, pero sintió sobre su