Benjamín llegó a la oficina y sus rasguños eran visibles, los que lo notaron que eran la mayoría comentaban entre ellos y a él poco le importaba.

Esa mañana tenía una reunión a primera hora y se dirigió al gran salón presidencial.

Nathaniel al verlo arrugó el entrecejo, pensó: «¿A éste que le pasó, pelearía con una gato?» Al final se alzó de hombros y se dijo que ese no era problema suyo.

También Chris notó los rasguños vistosos de Benjamín y también se estuvo preguntando, pero no tenía idea de lo que sucedía.

Cuando todo terminó Nathaniel le pidió a Benjamín que se quedara unos minutos más, éste con aires de valentón expresó:

— ¿Que ahora soy importante?

Nathan solo hizo un gesto de desaprobación, se despidió de cada ejecutivo y luego se volvió a su hermanastro.

— Benjamín, quiero que e informes a tu madre que la impugnación del testamento estará listo en pocos días, además mande a revisar la firma de mi padre por no creer en esa absurda y ridícula cláusula y el experto está rev