5/ ENFRENTADOS

Me senté por un momento en el sofá, sintiendo como mi cuerpo me estaba traicionando, ya que estaba creciendo dentro de mí el deseo de volver a besar a Adrian, notando en mi entrepierna como se estaba humedeciendo, sin darme cuenta de que mi amiga Bianca había entrado en el salón, en cuanto salió Adrian

— Alice ¿estás bien? ¿qué ha pasado? ¿y quiénes son esos hombres? — me pregunto mi amiga

— Bianca, ¿que he hecho? acabo de aceptar las condiciones de ese cabrón — le dije

— Es lo mejor por ahora, si no quieres darle un hijo, no dejes de tomarte las pastillas, a lo mejor se cansará o se creerá que no vales y se divorciara de ti — me dijo mi amiga

Estabamos hablando tranquilamente mi amiga Bianca y yo en el salón, cuando de pronto vimos entrar en el a Adrian, con una sonrisa en sus labios, dirigiéndose hacia el sofá donde estabamos las dos sentadas, pero sentándose él a mi lado cogiendo con su mano la mía

— Bueno creo que os dejaré a solas, recogeré mis cosas y Alice cariño sabes que siempre que me necesites estaré aquí para ti — me dijo mi amiga Bianca, marchando seguidamente del salon

Adrian y yo nos quedamos solos, sintiendo sus dedos en mi mano, haciendo que mi cuerpo reaccionara, y lo deseara, cosa que no iba a consentir por ahora.

— Ya se han marchado los hombres, ahora te toca a ti cumplir tu palabra y espero que seas una buena esposa o tendré que enseñarte a serlo ¿de acuerdo? — me dijo llevándose mi mano a sus labios, para darme un beso, que me hizo estremecer

— ¿Qué quieres que haga? tu me pedistes un hijo, pero no me dijistes porque lo deseas tan pronto — respondí

—- Desde que acabé la universidad, he querido siempre hacerme cargo de las empresas Wilson y por cierto ahora mismo soy uno de los directivos, pero no dueño, y tener un hijo ahora, es la condición que mi padre me ha impuesto para ser dueño de las empresas — me dijo

— ¿Por qué no buscaste un vientre de alquiler o una mujer que quisiera dártelo? – le pregunté

— Alice tu eres la única hija de Conor y vi que eras presa fácil para engañarte cuando te vi en las Vegas y así fue, una niña mimada, cuatro copas y te hice mi mujer en un abrir y cerrar de ojos, que quieres que te diga querida, me vistes irresistible y yo asi consegui lo que quería — me dijo, 

Levante el brazo para darle un fuerte bofetón, pero me cogió el brazo con su mano, tumbandome en el sofá, poniendo su cuerpo encima de mi cuerpo para que no me moviera

— No se te ocurra nunca, si no quieres saber como te domaré, eres mia y harás todo lo que yo te pida, me estas escuchando Alice, to-do, lo que yo te pida y quiera — me dijo mientras sentía como su mano acariciaba mi entrepierna, haciendo que cerrara los ojos por el placer que me estaba dando

— Ejem – escuchamos a mi amiga Bianca desde la puerta del salon

Adrian se apartó de mi cuerpo levantandose del sofa y asi me pude levantar del sofa y acercarme a mi amiga, viendo como tenía a su lado su maleta preparada

— Alice me marcho, si me necesitas llámame, aunque espero que te haga feliz — dijo mi amiga con sarcasmo mientras miraba a Adrian

— Nosotros nos tenemos que marchar también, mi padre quiere que te lleve a casa a comer, y que conozcas a mi familia — dijo Adrian, quedándome algo extrañada

— Te acompaño a la puerta Bianca, — le dije marchando las dos amigas del salon

Cuando ya llegamos a donde mi amiga tenía su coche aparcado, mi amiga me miró sonriendo

—- Alice no lo dejes escapar, lo que daria yo por tener a mi lado un hombre como él — me dijo haciendome sonreir 

—- Calla loca, me ha engañado para que me casara con él y así quedarse su familia con todo lo que realmente me pertenece, lo odio por eso — le conteste

— Lo veo mal, pero Adrian es un hombre muy apuesto y muy guapo — me susurro

Una vez que mi amiga se marcho, cerre la puerta de mi casa y me fui hacia la cocina donde se encontraba mi nana Eloisa, acercándome a ella para reconfortar, ya que estaba sentada en una de las sillas con sus manos en la cabeza

— No te preocupes nana, nadie podrá echarnos de nuestra casa — le dije

— ¿Vas a sacrificarte mi niña? no creo que valga la pena cariño — me dijo ella

— Solo es un trato a cambio de quedarme en mi casa, verás como todo saldrá bien — le dije rodeando sus hombros con mis brazos, besando su frente

Cuando me iba a marchar de la cocina, me di cuenta de que Adrian también se marchaba del salon, extendiendo su mano para ofrecerme, me acerque hacia donde él se encontraba haciendo que lo siguiera al pasillo donde se encontraban los dormitorios, entrando en el que era el mío.

— Vístete que tenemos que marcharnos, mis padres me acaban de llamar porque nos están esperando — me dijo

Ya que me había levantado demasiado temprano de lo que suelo levantarme, entre en el cuarto de baño dispuesta a ducharme pero pensando, que me importaba un carajo si llegabamos tarde a la comida que los padres de Adrian nos habia invitado, Asi que dentro del baño me fui quitando la ropa muy pausadamente, hasta que me quedé completamente desnuda. Abrí los grifos, dejando que el agua estuviera como a mi me gustaba, entrando en la ducha seguidamente, me enjabone casi todo el cuerpo, cuando de pronto sentí la dura erección de mi supuesto marido en mis glúteos, girandome enseguida para enfrentarlo, quedando los dos de frente.

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