Estabamos los cinco sentados en los comodos sillones de aquel moderno despacho, cuando de pronto uno de los abogados empezó a hablarme como si me conociera de siempre— Alice permítame presentarme, me llamo Alexandre y en principio vamos a firmar un contrato de confidencialidad, ya que todo lo que se hable en este despacho, será absolutamente secreto, así como toda la información que vamos a leer hoy y aquí como cualquier conversación que en el futuro se tenga relacionada con este asunto, está usted de acuerdo supongo — me dijo el abogado cruzando los dedos de sus manos sobre aquella gran mesaEl hombre no era muy mayor ya que yo le contaba con unos sesenta años, tenía pocas canas que estaban enredadas en su pelo oscuro que le daba un aspecto muy serio y bastante formal, Su forma de mirarme era de cordialidad, estaba bien afeitado, aunque tenía algunos puntos de acné en su rostro, sin embargo la voz que tenía daba calma ya que era muy suave, dandome la sensacion de que podía contar co
Sabía que debía ser educada si no quería pasar parte de mi vida en la cárcel, aunque todavía no entendía el porque, asi que decidi no ofender a los Wilson, y escucharles sus cláusulas con algo de calma e intentar hacerles entender que yo no era esa clase de mujer con las que suponía solían tratar esa familia— ¿Seguimos entonces querida esposa? — me pregunto Adrian sin separar sus labios ni un centímetro de los míos— Está bien, sigamos con esta locura – les respondí algo más tranquila— Cuando firmé este contrato, aceptas las responsabilidades y las condiciones que ello implica, señorita Conor esta es la parte del contrato más delicada y le ruego que tenga paciencia antes de contestar –me dijo Alexandre– Como ya le ha dicho el señor Wilson, el matrimonio se celebrará dentro de dos semanas siendo el matrimonio con Adrian Wilson, mi cliente, totalmente legal obligandola a vivir con su entonces marido, bajo el mismo techo que él, ejerciendo de esposa, amante o sumisa, segun su esposo le
Aunque también tenia la opcion de no firmar aquel contrato, la verdad es que no me apetecía pasar ni un solo dia en la cárcel, aun estaba confundida ya que nadie me quiso explicar el verdadero motivo que tenían para amenazarme con esa historia, ya que mis padres fueron unos simples trabajadores con fortuna y yo era la niña mimada de mi padre y lo que no podía entender, era el porque y que es lo que hizo mi padre para que yo me viera en ese momento, en esas circunstancias, ¿porque nadie me quería decir nada?¿o era un simple capricho de niño rico y por eso me habían elegido para ser una sumisa esposa hasta que le diera un hijo y después dejarme arruinada y sola en la calle.? No dejaba de preguntarme y la verdad es que no entendía muy bien qué es lo que estaba sucediendo.Después de firmar ese contrato, los hombres se levantaron de sus sillones en cuanto yo me levanté dispuesta a irme de aquel despacho, Los abogados así como el padre de Arian me ofrecieron sus mano como despedida, march
Adrian corrió detrás de mí hacia el cuarto de baño que era el lugar donde yo me dirigia, cogiendo con sus brazos mi cuerpo para que no me cayera al suelo, quedándose a mi lado, fijandome en su rostro de preocupación— Lo siento, ahora limpiaré esto — le dije— Tranquila, tu no hagas nada, ahora lo limpiaré yo, deja que te ayude a tumbarte en la cama — me dijo con un tono autoritarioMe pude dar cuenta en Adrian que estaba más asustado que yo al verme vomitar, mientras me preguntaba— Alice ¿qué te pasa? tienes muy mala cara — me dijo— No lo sé, serán los nervios supongo – respondí sintiendo que me fallaban las fuerzas— ¿Te puedo ayudar de alguna manera? ¿Puedo hacer algo por ti? — me pregunto— No gracias,creo que necesito darme un baño solamente para calmarme, ya que estoy muy nerviosa y no me encuentro muy bien— le dije—- Pero si no estas bien amor, ¿como vas a bañarte sola?de todas formas me quedaré contigo hasta que se te pase ya que no te mantienes de pie — me dijoAdrian me
Adrian se levantó seguidamente de la cama, dándome antes un suave beso en mis labios, una vez de pie cogió su ropa y empezó a vestirse mientras yo lo miraba algo atónita. Le había visto dos veces desnudo, pero su cuerpo era lo más parecido a un Dios Griego teniendo que preguntarme ¿cómo un hombre como él, está tan bueno? y ¿cómo podía ser tan perfecto? la verdad que la unica explicacion que tenía era, que me estaba enamorando de él, por muy malos modales que tenía cuando me acababa de hacer el amor, aunque no me importaba en ese momento, ya que tenía la esperanza de poder dominar sus impulsos y que también se enamorara de mi.— Estaré de viaje mañana, ya te llamaré, espero que te portes bien o tendré que darte un castigo que no te gustara, te lo advierto querida —- me dijo mientras se vestía, marchándose de mi dormitorio después sin decirme ni adiósEstaba tranquilamente sentada en el sofá de mi salón, cuando de pronto escuche como tocaban el timbre de mi casa, viendo pocos minutos de
Como me dijo Adrian antes de marcharse de mi casa, el dia que se iba a celebrar esa fiesta, mi prometido me llamó dos horas antes de que viniera a recogerme para que me preparara, ya que no deseaba esperar y yo como enamorada de ese maravilloso hombre, así lo hice. Cuando fui a coger mi bolso en mi dormitorio, escuche como tocaban la puerta despacio, aunque no hacía falta mucho más, ni que preguntara quién era, porque estaba segura de sabia que era Adrian.— Alice ¿estás lista? como no lo estes, te juro que hare que te arrepientas — me dijo Adrian mientras abría la puerta— Ya lo estoy tranquilo, — contesté poniendome enfrente de élAdrian se quedo inmovil cuando me miró, mirandome fijamente desde los pies hasta la cabeza ladeando su cabeza de un lado a otro— Joder Alice, estas….. estas impresionante — me dijo al finalMi vestido era de color negro con un escote de palabra de honor, haciendo resaltar mis hombros, acentuado todas las curvas de mi cuerpo, llevando tambien unos zapatos
Marco me dejó por un momento pensando en que sI era verdad lo que me estaba diciendo, ya que segun me parecio, si era el médico de la familia de Adrian, estaba segura de que lo conocía mejor que yo Adrian era como yo antes de perder a mis padres, rico, mimado y cabezota, pero sabía que en parte era mi cabezota y esa noche no iba a hacer nada que le pudiera molestar a mi prometido. La sala donde estaba era una maravilla, enormes lámparas de cristal, plantas en cada rincón, donde perfectamente las parejas se podían esconder para besarse. El lugar era muy elegante y bastante sofisticado, donde los invitados iban con sus más elegantes vestimentas. Marco y yo,cogimos nuestras copa marchandonos del bar mientras nos mezclamos con la gente, para ir al jardín que había al otro lado de aquella sala, según me dijo Marco. Paseando por aquellos magníficos jardines, sentí como un pequeño escalofrío que recorrió todo mi cuerpo, me giré el cuerpo para mirar hacia la entrada de aquella sala, cuando de
Adrian junto a dos de las invitadas de la ceremonia, se acercaron a donde estaba aparcado el vehículo para ayudarme a bajar de la limusina, para que yo tuviera algo de agilidad.ya que el vestido de novia, me impedía ciertos movimientos — ¿Nerviosa cielo? — me dijo Adrian— Un poco no te voy a mentir — respondí— Ya ha llegado el dia preciosa, dentro de unos momentos seras mia solamente, serás la nueva señora Wilson — me dijo, sin apartar sus brazos de mi cinturaAdrian estaba guapísimo, había ese día algo en el que no era muy racial ya que tenía algo que me provocaba el pedirle que me siguiera abrazando y allí mismo me hiciera el amor, Tenía un matiz salvaje que lo volvía tremendamente masculino y varonil. Cogida del brazo de Adrian, nos fuimos acercando los dos al altar que habían preparado sus padres para nuestra boda. Una vez que llegamos, los padres se acercaron a nosotros, dándome los dos un fuerte abrazo y dos besos en mis mejillas— Bienvenida a nuestra familia, querida — me