— Todo lo que tu padre tenía, le pertenece a mi familia, a los Wilson, pero tu eres mia y no podrás hacer nada contra mí, así que será mejor que empieces a hacerte a la idea de que eres de mi pertenencia.-- me dijo rodeando mi cuerpo con sus brazos, pegandome a su cuerpo
— Creo que todo lo tenías planeado junto a tu padre ¿verdad?, emborrachas a la mimada, te casas con ella y ya lo tienes todo ¿no es eso lo que ha sucedido Adrian? pobre niña tonta — le dije llorando
—!! SI ¡¡ Alice, pobre niña mimada, pero eres mía y me perteneces ahora, así que hazte a la idea de que harás todo lo que yo te ordene — me dijo
— ¿Qué quieres de mí?¿Mi cuerpo? pues bien cógelo, pero nunca, me escuchas, nunca mi corazón y mi amor nunca será tuyo — le dije recibiendo de Adrian un fuerte bofetón en la mejilla
— Mañana traeré mis cosas y mas te vale que me recibas como una buena esposa o lo lamentarás Alice, — me dijo
— Eres un cobarde, ¿te corres cuando le pegas a una mujer? eh Adrian, el niño de papá, que fuerte es porque le da un bofetón a una mujer— le grite
— Alice mañana nos veremos y tomaré posesión de mi casa y de mi esposa, recuerdalo – me dijo antes de marcharse del salón
Cuando mi amiga Bianca volvió a mi casa, me encontró tumbada en la cama de mis padres llorando, se acercó a la cama sentándose a mi lado, mirándome con cierta tristeza.
— Alice ¿estás despierta? — me susurro
— Adrian Wilson ha venido, me ha dicho que mañana tomará posesión de mi casa — le dije
— Entonces vamos a recoger tus cosas y nos marchamos hoy mismo a mi casa, no quiero que te quedes en la calle, que sinverguenza es, te podria dejar aquí aunque te cobre un alquiler, Alice es tu casa – me dijo
— Ya lo se, pero lo malo es que yo tambien le pertenezco, nos casamos en las vegas, soy su esposa Bianca, no se que hacer amiga — le comente
— ¿Qué dices Alice? ¿os casasteis en Las Vegas? ¿Qué tan borracha estabas? — me pregunto
— Eso parece Bianca y ahora quiere que me quede a su lado y le de un heredero — respondí
— ¿Para qué? lo tiene todo ¿para qué quiere un hijo? — me dijo
— No me lo dijo, solo me comento que me daría todo lo que yo le pidiera si se lo daba — le dije
— Pues ya esta amiga, pidele que te devuelva parte de las acciones de tu padre y tu casa — me dijo eufórica
— ¿A cambio de quedar embarazada de él?, no, no puedo hacerlo, lo odio y no creo que pueda volver a acostarme con él otra vez, es una locura Bianca — le respondí
Al día siguiente y como Adrian me dijo, escuche desde mi cama, ya que aun seguía acostada el sonido de un motor, me levanté enseguida de la cama asomándome a la ventana de mi dormitorio dándome cuenta de que un gran camión estaba aparcando en la misma puerta de mi casa. Me puse por encima una de mis batas marchándome de mi dormitorio hacia la entrada, abriendo en ese mismo momento Eloisa mi nana, la puerta de la calle para que entraran unos hombres que no conocía, mirandonos todos.
— ¿Quiénes son ustedes?¿ Y qué hacen en mi casa? — pregunte
— El señor Wilson nos ha mandado, tenemos orden de vaciar la casa de muebles ¿quien es usted? – me pregunto el hombre
— Soy la dueña de la casa, creo que ha habido una equivocación, por favor márchense si no quieren que llame a la policía y los acuse por intrusión — le dije
— Lo siento señorita, pero es el señor Wilson quien me tiene que decir que me retiré — me contestó
— Alice cariño ¿qué pasa? – pregunto Eloisa demasiado asustada
— No te preocupes, voy a llamar al sinvergüenza de Wilson, esto ya es el colmo — le dije a mi nana mientras me dirige hacia el salón para coger mi teléfono
— No hace falta que me llames querida esposa, ya estoy aquí y estos hombres se quedan, la casa ya esta vendida y necesito que se lleven los muebles — escuche la voz de Adrian
— ¿Estás loco? nunca me marcharé de mi casa, es lo único que me queda de mis padres asi que dile a tus lacayos que se marchen ahora mismo — le dije gritando
— No puedo hacerlo, chicos adelante — les dijo Adrian, levantando la mano para dejarles entrar
— Ven conmigo al salon, tu y yo tenemos que hablar — le dije a Adrián cogiéndole del brazo con mi mano para ir al salon
Cuando entramos en el salon, cerre la puerta del mismo para que mi nana no escuchara lo que iba a decirle a mi querido esposo
— Esta bien, acepto todas las condiciones que quieras poner, pero no abandonaré mi casa, ni ahora ni nunca — le dije dándome cuenta de la media sonrisa que Adrian tenia en su boca
— ¿No te echaras para atrás si les digo a esos hombres que se marchen? – me pregunto él
— Ya te lo estoy diciendo, acepto tu proposición si dejas que me quede en mi casa — le repeti
— Está bien querida esposa, demuéstrame que eres mi mujer, dame un beso apasionado — me dijo mientras sonreía
Me acerque a donde estaba Adrian, dándole un beso en su mejilla, pero el me rodeo el cuerpo con sus brazos, apretando su boca a mi boca en un apasionado beso, tal y como él me había pedido
— Asi me gusta, obediente y sumisa, está bien les diré a esos hombres que se marchen, después me podrás enseñar nuestra casa y sobre todo nuestro dormitorio — me dijo mientras abría la puerta del salon
Me senté por un momento en el sofá, sintiendo como mi cuerpo me estaba traicionando, ya que estaba creciendo dentro de mí el deseo de volver a besar a Adrian, notando en mi entrepierna como se estaba humedeciendo, sin darme cuenta de que mi amiga Bianca había entrado en el salón, en cuanto salió Adrian— Alice ¿estás bien? ¿qué ha pasado? ¿y quiénes son esos hombres? — me pregunto mi amiga— Bianca, ¿que he hecho? acabo de aceptar las condiciones de ese cabrón — le dije— Es lo mejor por ahora, si no quieres darle un hijo, no dejes de tomarte las pastillas, a lo mejor se cansará o se creerá que no vales y se divorciara de ti — me dijo mi amigaEstabamos hablando tranquilamente mi amiga Bianca y yo en el salón, cuando de pronto vimos entrar en el a Adrian, con una sonrisa en sus labios, dirigiéndose hacia el sofá donde estabamos las dos sentadas, pero sentándose él a mi lado cogiendo con su mano la mía— Bueno creo que os dejaré a solas, recogeré mis cosas y Alice cariño sabes que siem
Adrian me miraba el cuerpo de arriba abajo, haciéndome sentir que me estaba comiendo viva con sus ojos, haciendo que por un momento deseara que realmente me comiera viva y no solo con su mirada, pero pudo sus manos en mi cintura girando así mi cuerpo para quedar de espalda a él— Pronto me darás mi heredero, no tengo ninguna duda — me susurro en el oído— No seas tan creído, con mi cuerpo mando yo – le dije riéndome por lo que acababa de decirmeDespués de un intento de follar por parte de Adrian conmigo dentro de la ducha, nos marchamos los dos al dormitorio para vestirnos ya que según él, sus padres que yo no conocía todavía nos esperaban para comer. Una vez que ya estabamos vestidos aunque él no dejaba de mirarme por el rabillo de sus preciosos ojos, nos marchamos los dos del dormitorio hacia la entrada de la casa cruzandonos con Eloisa, mi nana en el corto pasillo que había hacia la puerta de entrada.— Señor Wilson el chofer ya les espera en la limusina — comento mi nana— Gracia
Estabamos los cinco sentados en los comodos sillones de aquel moderno despacho, cuando de pronto uno de los abogados empezó a hablarme como si me conociera de siempre— Alice permítame presentarme, me llamo Alexandre y en principio vamos a firmar un contrato de confidencialidad, ya que todo lo que se hable en este despacho, será absolutamente secreto, así como toda la información que vamos a leer hoy y aquí como cualquier conversación que en el futuro se tenga relacionada con este asunto, está usted de acuerdo supongo — me dijo el abogado cruzando los dedos de sus manos sobre aquella gran mesaEl hombre no era muy mayor ya que yo le contaba con unos sesenta años, tenía pocas canas que estaban enredadas en su pelo oscuro que le daba un aspecto muy serio y bastante formal, Su forma de mirarme era de cordialidad, estaba bien afeitado, aunque tenía algunos puntos de acné en su rostro, sin embargo la voz que tenía daba calma ya que era muy suave, dandome la sensacion de que podía contar co
Sabía que debía ser educada si no quería pasar parte de mi vida en la cárcel, aunque todavía no entendía el porque, asi que decidi no ofender a los Wilson, y escucharles sus cláusulas con algo de calma e intentar hacerles entender que yo no era esa clase de mujer con las que suponía solían tratar esa familia— ¿Seguimos entonces querida esposa? — me pregunto Adrian sin separar sus labios ni un centímetro de los míos— Está bien, sigamos con esta locura – les respondí algo más tranquila— Cuando firmé este contrato, aceptas las responsabilidades y las condiciones que ello implica, señorita Conor esta es la parte del contrato más delicada y le ruego que tenga paciencia antes de contestar –me dijo Alexandre– Como ya le ha dicho el señor Wilson, el matrimonio se celebrará dentro de dos semanas siendo el matrimonio con Adrian Wilson, mi cliente, totalmente legal obligandola a vivir con su entonces marido, bajo el mismo techo que él, ejerciendo de esposa, amante o sumisa, segun su esposo le
Aunque también tenia la opcion de no firmar aquel contrato, la verdad es que no me apetecía pasar ni un solo dia en la cárcel, aun estaba confundida ya que nadie me quiso explicar el verdadero motivo que tenían para amenazarme con esa historia, ya que mis padres fueron unos simples trabajadores con fortuna y yo era la niña mimada de mi padre y lo que no podía entender, era el porque y que es lo que hizo mi padre para que yo me viera en ese momento, en esas circunstancias, ¿porque nadie me quería decir nada?¿o era un simple capricho de niño rico y por eso me habían elegido para ser una sumisa esposa hasta que le diera un hijo y después dejarme arruinada y sola en la calle.? No dejaba de preguntarme y la verdad es que no entendía muy bien qué es lo que estaba sucediendo.Después de firmar ese contrato, los hombres se levantaron de sus sillones en cuanto yo me levanté dispuesta a irme de aquel despacho, Los abogados así como el padre de Arian me ofrecieron sus mano como despedida, march
Adrian corrió detrás de mí hacia el cuarto de baño que era el lugar donde yo me dirigia, cogiendo con sus brazos mi cuerpo para que no me cayera al suelo, quedándose a mi lado, fijandome en su rostro de preocupación— Lo siento, ahora limpiaré esto — le dije— Tranquila, tu no hagas nada, ahora lo limpiaré yo, deja que te ayude a tumbarte en la cama — me dijo con un tono autoritarioMe pude dar cuenta en Adrian que estaba más asustado que yo al verme vomitar, mientras me preguntaba— Alice ¿qué te pasa? tienes muy mala cara — me dijo— No lo sé, serán los nervios supongo – respondí sintiendo que me fallaban las fuerzas— ¿Te puedo ayudar de alguna manera? ¿Puedo hacer algo por ti? — me pregunto— No gracias,creo que necesito darme un baño solamente para calmarme, ya que estoy muy nerviosa y no me encuentro muy bien— le dije—- Pero si no estas bien amor, ¿como vas a bañarte sola?de todas formas me quedaré contigo hasta que se te pase ya que no te mantienes de pie — me dijoAdrian me
Adrian se levantó seguidamente de la cama, dándome antes un suave beso en mis labios, una vez de pie cogió su ropa y empezó a vestirse mientras yo lo miraba algo atónita. Le había visto dos veces desnudo, pero su cuerpo era lo más parecido a un Dios Griego teniendo que preguntarme ¿cómo un hombre como él, está tan bueno? y ¿cómo podía ser tan perfecto? la verdad que la unica explicacion que tenía era, que me estaba enamorando de él, por muy malos modales que tenía cuando me acababa de hacer el amor, aunque no me importaba en ese momento, ya que tenía la esperanza de poder dominar sus impulsos y que también se enamorara de mi.— Estaré de viaje mañana, ya te llamaré, espero que te portes bien o tendré que darte un castigo que no te gustara, te lo advierto querida —- me dijo mientras se vestía, marchándose de mi dormitorio después sin decirme ni adiósEstaba tranquilamente sentada en el sofá de mi salón, cuando de pronto escuche como tocaban el timbre de mi casa, viendo pocos minutos de
Como me dijo Adrian antes de marcharse de mi casa, el dia que se iba a celebrar esa fiesta, mi prometido me llamó dos horas antes de que viniera a recogerme para que me preparara, ya que no deseaba esperar y yo como enamorada de ese maravilloso hombre, así lo hice. Cuando fui a coger mi bolso en mi dormitorio, escuche como tocaban la puerta despacio, aunque no hacía falta mucho más, ni que preguntara quién era, porque estaba segura de sabia que era Adrian.— Alice ¿estás lista? como no lo estes, te juro que hare que te arrepientas — me dijo Adrian mientras abría la puerta— Ya lo estoy tranquilo, — contesté poniendome enfrente de élAdrian se quedo inmovil cuando me miró, mirandome fijamente desde los pies hasta la cabeza ladeando su cabeza de un lado a otro— Joder Alice, estas….. estas impresionante — me dijo al finalMi vestido era de color negro con un escote de palabra de honor, haciendo resaltar mis hombros, acentuado todas las curvas de mi cuerpo, llevando tambien unos zapatos