De repente entró un médico en la habitación donde yo me encontraba, pero cuando le pregunté por mi madre, el hombre miró hacia otra parte queriendo evitar así mi pregunta, imaginándome por un momento que mi querida madre, había recorrido el mismo camino que había recorrido mi padre, acababa de quedarme huerfana pero no podia hacerme de ninguna manera a la idea, ya que la única familia que tenía era mi amiga Bianca.
En el entierro de mis padres, asistieron a parte de mis dos amigas, de Edward y el chofer de nuestra limusina, mucha gente que yo no conocía, una vez terminado el sepelio, subimos mis amigas y yo a la limusina que tenía que haber subido mis padres para regresar a mi casa, junto al asistente de mi padre, Edward. Una vez que llegamos a mi casa y entramos, Eloisa la sirvienta y mi nana se acercó a mi dándome un fuerte abrazo para intentar consolarme, pero mis lágrimas no querían rodar por mis mejillas. Una vez en el salón, sentada con mis amigas, Edward entró con unos documentos en su mano y aunque yo no deseaba en ese momento leer nada, él insistió tanto para que los leyera que no tuve más remedio que cogerlos, pero cuando abrí aquellos documentos, la primera y única foto que pude ver fue la de Adrian Wilson, como mi albacea de la herencia de mis padres. Enseguida me levanté del sofá, sorprendiendose mis amigas por mi reacción, levantándose ellas también del sofá acercándose a donde yo estaba.
— ¿Qué pasa Alice? — me pregunto mi amiga Bianca
— Sera cabron — eran las únicas palabras que me salian en ese momento de mis labios
— Alice por favor ¿quién?¿Qué pasa amiga? — me pregunto mi amiga
— ¿Os acordáis que en aquel local, en el que entramos en las Vegas, conocimos a tres chicos? — les pregunté
— Si y que por cierto estaban muy buenos, yo pase la noche con uno de ellos, pero dinos ¿que sucede con esos hombres? nos tienes muy intrigadas Alice — me dijo Lucy
— Pues amigas sentaros, uno de ellos es el albacea del testamento de mis padres, no me lo puedo creer de verdad — les dije sentandonos las tres en el sofa
— Alice, pues bien ¿no? — me pregunto Bianca
— Edward por favor, llama al señor Wilson hijo, y dile que necesito hablar con urgencia con el — le dije
— Ahora mismo señorita Conor, pero debo decirle que hay otro problema que se que no le va a gustar mucho— me dijo el hombre
— ¿Qué clase de problema, Edward? – le pregunté un poco extrañada
— No sé de qué forma decírselo señorita Conor para que no se lo tome muy mal — me dijo el hombre
— Edward, por favor, soy yo Alice la hija del que era tu jefe, sabes que a mi me puedes decir todo lo que pase — le comenté, intentando tranquilizarlo
— Usted está arruinada señorita, los Wilson han comprado todas las acciones de su padre y hasta esta casa le pertenece a ellos — me dijo titubeante
— ¿Qué dices Edward? acabo de enterrar a mis padres y es imposible, no pueden haber sido tan rápidos en comprar la empresa de mi padre — le dije chillando
— Lo siento Alice, pero su padre antes del trágico accidente firmó unos acuerdos con los Wilson que al final no se pudieron firmar ante un notario y donde la dejaba a usted como heredera, pero murieron antes de que ese acuerdo se firmará y quedará usted como legítima heredera de todo lo concerniente a las acciones de la empresa de su padre, quedándose los Wilson con todo, de verdad que lo siento mucho — me dijo Edward
— No te preocupes amiga, te vienes a mi casa y ya veremos ¿de acuerdo? — me comentó mi amiga Bianca
Bianca se quedó en mi casa durante los siguientes días, ya que no quería que me quedara sola. Yo iba por la casa como un fantasma, sin poder creerme aun la muerte de mis padres, un dia que Bianca se marchó para hacer algunas compras, quedándome sola en mi casa, cuando de pronto escuche como tocaban el timbre de la puerta de mi casa, acercándome yo a la puerta para abrirla, encontrandome con Adrian Wilson al otro lado de la puerta, quedándonos los dos mirándonos fijamente a los ojos
— ¿Vienes a tomar posesión de tu casa? — le pregunté muy sarcástica
— ¿Me dejas entrar? quiero que hablemos — me respondió
Abrí la puerta de mi casa, apartandome a un lado para dejar que entrara, marchando los dos a donde se encontraba el salón, sentándome yo en el sofá, mirando a Adrian fijamente
— Está bien, ya estás adentro ¿de que quieres que hablemos? — pregunte
— No vengo a echarte de tu casa, porque también será la nuestra, recuerda que aun seguimos casados Alice y la oferta que te ofrecí en las Vegas sigue en pie, pero solo si tu aceptas — me dijo
— No gracias, ya estoy recogiendo mis cosas, en una semana podrás vivir aquí, ¿quieres algo más? quiero descansar – pregunte
— Alice no seas cabezota, eres la señora de Wilson, eres mi esposa y no creo que sea tan malo que me des un heredero, los dos sacaremos ventaja de nuestra situación, tu podrías seguir en tu casa y_______ ___ no lo deje terminar de hablar
— Y tú tendrías a una puta en tu cama todas las noches, no gracias, por favor marchate debo seguir empaquetando mis cosas y además como ya te he dicho estoy muy cansada — le dije
— Eres mi mujer y no voy a dejar que te marches, por que te guste o no me perteneces como también me pertenece la empresa de tu padre — me dijo muy enfadado
— ¿Cómo que te pertenece todo lo que tenían mis padres? — le pregunté cuando me levantaba del sofá, acercándome a donde estaba Adrian
— Todo lo que tu padre tenía, le pertenece a mi familia, a los Wilson, pero tu eres mia y no podrás hacer nada contra mí, así que será mejor que empieces a hacerte a la idea de que eres de mi pertenencia.-- me dijo rodeando mi cuerpo con sus brazos, pegandome a su cuerpo— Creo que todo lo tenías planeado junto a tu padre ¿verdad?, emborrachas a la mimada, te casas con ella y ya lo tienes todo ¿no es eso lo que ha sucedido Adrian? pobre niña tonta — le dije llorando—!! SI ¡¡ Alice, pobre niña mimada, pero eres mía y me perteneces ahora, así que hazte a la idea de que harás todo lo que yo te ordene — me dijo— ¿Qué quieres de mí?¿Mi cuerpo? pues bien cógelo, pero nunca, me escuchas, nunca mi corazón y mi amor nunca será tuyo — le dije recibiendo de Adrian un fuerte bofetón en la mejilla— Mañana traeré mis cosas y mas te vale que me recibas como una buena esposa o lo lamentarás Alice, — me dijo— Eres un cobarde, ¿te corres cuando le pegas a una mujer? eh Adrian, el niño de papá, que
Me senté por un momento en el sofá, sintiendo como mi cuerpo me estaba traicionando, ya que estaba creciendo dentro de mí el deseo de volver a besar a Adrian, notando en mi entrepierna como se estaba humedeciendo, sin darme cuenta de que mi amiga Bianca había entrado en el salón, en cuanto salió Adrian— Alice ¿estás bien? ¿qué ha pasado? ¿y quiénes son esos hombres? — me pregunto mi amiga— Bianca, ¿que he hecho? acabo de aceptar las condiciones de ese cabrón — le dije— Es lo mejor por ahora, si no quieres darle un hijo, no dejes de tomarte las pastillas, a lo mejor se cansará o se creerá que no vales y se divorciara de ti — me dijo mi amigaEstabamos hablando tranquilamente mi amiga Bianca y yo en el salón, cuando de pronto vimos entrar en el a Adrian, con una sonrisa en sus labios, dirigiéndose hacia el sofá donde estabamos las dos sentadas, pero sentándose él a mi lado cogiendo con su mano la mía— Bueno creo que os dejaré a solas, recogeré mis cosas y Alice cariño sabes que siem
¡¡ VIVAN LAS VEGAS !! Gritamos las tres amigas cuando entramos en un local lleno de gente en la misma Vegas, donde dentro las luces de diversos colores, no dejaban de dar vueltas en el techo estando el local lleno de gente, bebiendo, bailando y otras cosas que no se pueden decir.¡¡ Si !!, somos tres amigas que estamos de vacaciones gracias a mi padre el CEO de una importante y millonaria empresa de telecomunicaciones. Nada más entrar, nuestro cuerpo se nos movía solo al son de la música que sonaba en el local, mientras nos íbamos acercando a la barra para pedir nuestras bebidas, donde un guapísimo camarero servía lo que los clientes le estaban pidiendo. Y que con una preciosa sonrisa nos preguntó a nosotras que queríamos de beber— Una botella de champan — grito mi amiga Bianca al apuesto camarero, bueno apuesto casi, ya que solo llevaba una pajarita en su cuello y los pantalones que llevaba puestos eran de color negro.Una vez que ya teníamos la botella y las tres copas en la mano,
Le puse las manos en du pecho apartandolo unos centimetros de mi sin dejar de mirar a sus preciosos ojos de color verde— Esto no puede ser, asi que te pediría por favor que anules este desastre – le rogué— No, mira podemos hacer una cosa, yo necesito una esposa que me de un heredero y seguramente tu necesitaras un marido que te mantenga y te compre todo lo que deseas ¿que te parece ¿hay trato? — me pregunto— Creo que estas loco, anula este matrimonio enseguida, yo no necesito nada de ti y por favor suéltame tengo que marcharme enseguida — le dije dándole un empujón, para apartarlo de mí y así poder vestirme— Si te marchas te denunciare como que abandonas a tu esposo, tu decides preciosa — me dijo— Haz lo que te dé la gana, cuando llegue a mi casa, yo misma hablaré con mis abogados y veras que sera facil olvidarme de todo esto — le dije fijándome en cómo sus preciosos ojos verdes me miraban con lujuria— No podrás divorciarte de mi señora Wilson y me darás a mi heredero quieras o