CAPÍTULO 37. A tiempo

Mar no podía explicarlo, pero aquella sensación que le erizaba el pelo de la nuca no se iba. Como un presentimiento que la hacía voltear la cabeza sobre el hombro una y otra vez, como esa voz interna que le advirtiera: "¡Corre por tu vida!"

Entró a la casa apresurada y escudriñó en la oscuridad para asegurarse de que no había ningún otro auto siguiéndola. Cerró las cortinas y corrió escaleras arriba. La niñera se había quedado dormida en el sofá del cuarto de Mitch y Mar la despertó amablemente para que se fuera a una de las camas en los cuartos de huéspedes.

Una vez estuvo sola se dirigió apurada hacia el armario y sus manos temblorosas recogieron un par de bolsos pequeños, uno para Michael y uno para ella. Realmente no llevaba mucho, solo lo esencial y sobre todo los medicamentos de su hijo, eso era lo único realmente importante para sobrevivir.

Documentos, medicinas, algo de ropa, no podía cargar más que eso.

Miró otra vez por la ventana; el viento jugaba con las ramas de los árbol
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo