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Valentina no esperó a que Scott le dijera nada, y tomó al niño de prisa, arrancándolo de sus brazos, Scott sintió tristeza de ver ese gesto evasivo y cruel, miró al niño aún sonriendo, sintió una ternura indescriptible, él nunca era un hombre afín a los niños, peor de pronto al ver al pequeño tan hermoso, tan dulce, un sentimiento paternal se había activado, lo estuvo arrullando con cuidado cuando Valentina no estaba, y le llenó de mimos y cariños, apenas se alejó de él, sintió que le hacía falta volver a tenerlo entre sus brazos.—Quería conocerlo, ayer hablaste tanto de él, que estaba loco por conocerlo, ¡Es tan hermoso, Val! Y es muy inteligente, se parece mucho a ti —dijo Scott, su voz era tan suave, y sus ojos tan brillantes, Valentina abrazó a su hijo a su pecho, controlaba sus nervios, tanto c
Valentina y Meredith volvieron a casa, Meredith observó que su padre llegaba y corrió a verlo, Kevin, junto a Scott, llevaron a Frank a su alcoba, aún se veía débil, estaba cansado y lo recostaron en la cama, Frank se había hecho unos estudios en Boston que tarde o temprano revelarían cuál era su estado de salud actual.Esteban se encontró con Valentina justo afuera de la mansión—¿Podemos hablar?Ella notó en su voz un tono que le parecía extraño, ambos caminaron alejándose de ahí y encontrando una sombra bajo un árbol—Claro, ¿Qué sucede?Esteban estaba serio, y la miró fijamente—Creí que Scott había rechazado a Henry, creí que era un auténtico patán, pero el hombre con el que hablé hace un momento, no sabe nada de
Valentina esbozó una sonrisa, y luego rio divertida, Scott no encontró la misma diversión que ella, y su rostro era serio—¡Qué cosas dices! Debo ir a dormir, tú también descansa, creo que la falta de un sueño reparador te ha afectado, además, pronto vendrá el comprador de mis tierras.Scott la miró severo—¿Insistes?—¿Acaso creíste que desistiría? Scott, ni siquiera, aunque me recuerdas la forma en como me sedujiste hace años, no podrás lograr que me retracte —sentenció severaScott bajó la vista con decepción—No iba a hacerlo, ¿Piensas que soy ese tipo de hombre? ÉL que se aprovecha del amor de una mujer para obtener un beneficio.Ella le miró con rabia—¿No lo hiciste conmigo? Me usaste para no sentirte solo, y luego me ech
Scott cabalgó a galope tendido, hasta que por fin, pudo alcanzar al caballo donde iba Valentina, lo tomó de las riendas, y poco a poco lo hizo detenerse, luego bajó, Valentina tenía los ojos cerrados, tenía mucho miedo, cuando abrió los ojos y miró a Scott sintió un alivio profundo, él la bajó del caballo y la abrazó a u pecho con fuerza, ella sollozó, había tenido mucho miedo de perder la vida en aquella situación, y nunca creyó que Scott pudiera irla a salvar, pero, ahora estaba ahí, cuidándola—¡¿Estás bien?!—¡Es toda tu culpa! —exclamó rabiosa, dándole un ligero golpe al pecho, pero aún así, él la sostuvo y la abrazó de nuevo—¡Lo siento! Lo siento tanto… es mi culpa, lo sé, nunca quise llegar a esto… —dijo con suavid
Scott salió de la mansión y caminó hasta la puerta, donde se encontró con Melissa, ella lo miró preocupado y lo detuvo —¿Scott? ¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara? —Problemas, Mel, no te preocupes. —¿Cómo qué no? Eres mi hermano, todo lo malo que te pase es como si me pasara a mí, así que dímelo. —Tengo problemas, muchos, en realidad, lo de las tierras de Valentina, debo pagarle su inversión y una compensación a Inés, y, además, bueno… —Pídele dinero de la herencia a mamá, paga eso, y libérate de todo, vuelve a la empresa, Scott, comienza de nuevo, no vale la pena que sigas peleando con Val por algo que no te pertenece, no es la forma de acercarte a ella. —Lo sé, lo haré, pero… Mel, mi padre no dejó dinero a mí, todo es tuyo. Melissa abrió ojos enormes y le miró confusa —¡¿Qué dices?! ¡Eso es imposible! —Mamá me acaba de informar, pero bueno, pediré un préstamo al banco, venderé la producción de manzanas, y todo se lo daré a Inés así acabaré el negocio —dijo él —¡No! Sco
Valentina estaba cediendo a su beso, sintió que se estremecía, lo había extrañado, y no podía resistirlo, hasta que el nombre de Esteban vino a su mente, entonces se alejó con rapidez, pensó que Esteban no merecía algo así Scott la miró atónito, ella nunca lo había rechazado de esa manera, y pudo ver sus ojos llenos de dolor —Valentina, por favor. —¡No, Scott! No puedo hacerlo, yo tengo a Esteban, no puedo lastimarlo. Scott tenía la mirada suplicante, decepcionada, miró al suelo, las lágrimas aún caían por su rostro, Valentina se alejó, Scott quiso ir tras ella, y ella se detuvo —¡Déjame ir! Si de verdad quieres mi perdón, como lo dices, si de verdad lamentas haberme herido, entonces, te pido que actúes como un hombre, y me dejes ir. Scott se detuvo, se congeló al instante en que sus palabras golpearon su corazón como dagas que lo hacían sangrar, la vio irse, y se puso de cuclillas, golpeando con sus manos las tierras fértiles, sentía furia, desesperación y frustración. Ahora sa
Diana salió al jardín, la madrugada estaba llegando, y era oscura, como sus pensamientos, algo dolía, eran las palabras de Melissa que como golpes habían torturado su conciencia—Lo he intentado todo, mira como terminamos, Oliver Dion, todo ha sido tu culpa, fuiste tú quien me llevó a esto, me llevaste al abismo, arruinaste mi vida, todo el tiempo, y ni muerto me dejas en paz —dijo hablando con sus propios fantasmas, luego los recuerdos vinieron sin que lo pudiera evitar«Flashback:Ella estaba en la mansión Dion, Robert estaba fuera de sí, parecía furioso, caminando de un lado a otro, mientras Molly a su lado intentaba contenerlo y que se calmara, pero parecía imposible —¡Eres una…! He confiado en ti por años, he confiado en tu buena voluntad, ¿Es así como me pagas? Desde niño te quise, como una segunda madre, ¿Y todo para qué? Mientras mi madre moría de cáncer en esta casa, tú te ¡Revolcabas con mi padre! Diana golpeó en una bofetada el rostro de Robert, y eso por fin pudo calmar
Meredith y Esteban durmieron en el asiento trasero hasta casi la llegada del amanecer, al despertar el condujo de vuelta a casa, pero ella le pidió bajar un poco antes de llegar, Esteban la siguió—¿Qué haces, Meredith? —exclamó y ella se detuvo—¡No puedo con esto, no haré esto! No engañaré a mi amiga —exclamó con el rostro cubierto de llanto, Esteban sintió que verla así era doloroso para él—Meredith…—¿Qué? ¿Serás valiente? ¿O que fue esto? Dímelo, ¿Fue una aventura? ¿Sientes algo?Él se quedó callado y bajó la mirada, ella sintió mucha tristeza y una sonrisa se formo en su rostro trágico—Meredith, escucha…—¡Nada! Ya lo veo, solo querías un poco de diversión, bien, lo co