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POV Lucius «Escucho el rugido de mi corazón, está roto. Estoy cayendo al abismo, no logro escapar, ni ver cielos azules, ni días soleados. Todo el tiempo que perdí creyendo en que me amarías, madre, todas las personas que olvidé pensando solo en ti, y estoy roto. El silencio de los inocentes que no quise oír, ahora muere dentro de mí, estoy desangrándome. Por ti, todo perdí, no hay vuelta atrás, estoy tan solo, es mi castigo. Derramé millones de lágrimas, me convertí en la lluvia que empapó tu cuerpo. Y ahora permaneceré roto» —¡Lucius! No lo hagas, por favor… aún hay solución, aún estoy aquí, dame la mano, seré tu hermano, déjame ayudarte, sé que nunca tuvimos una sola oportunidad, pero, estoy aquí, no lo hagas, ¡Por favor! Lo siento tanto, seré tu hermano, seré tu familia —dijo Scott con los ojos cubiertos de lágrimas —Perdóname, Scott, estás limpio, no pienses en mí, ni en el pasado, sigue adelante, Valentina, sean felices, sean dichosos por los que no pudimos, amen a su hijo
Pasaron casi dos semanas, Valentina manejaba rumbo a las tierras de los Dion y Brighton, cuando encontró en el camino a Lisa, que venía del colegio, ella accionó el claxon, hasta que la chica se detuvo, y subió a la camioneta. —Hola —dijo con timidez —Hola, vamos, sube. Lisa subió —¿Te llevó a casa? —No… en realidad, debo disculparme contigo —dijo con la mirada triste Valentina sonrió al verla —¿Qué pasa? ¿Por qué debes disculparte conmigo? —Yo… ¡Te entregué a manos del malvado…! Valentina siseó —Lisa, yo no te culpo de nada, pero la culpa es una herida que nos carcome por dentro, no dejes que lo haga, tú no tienes culpa del daño de una persona enferma, eso es el pasado. Lisa asintió y una lágrima rodó por su mejilla —¿Sabes? Iván nos ha conseguido citas con un terapeuta, él dice que nos hará bien, para superar el pasado, tanto a mí, como a Love, estoy feliz por ella, tiene a un hombre que la ama mucho, ella lo merece. Valentina sonrió —Algún día, tú también conseguirás a
POV Valentina Dion Lo beso con tanta pasión, con tantos deseos de ser suya, apenas tenemos un tiempo para amarnos con locura, y quiero amarlo, justo antes de que los niños despierten y se nos acabe el tiempo. Desnuda mi piel, y siento que mi cuerpo grita que le pertenece, soy suya por completo, besa cada centímetro de mi piel, y me estremezco, no puedo evitar rendirme a él, su lengua acaricia mis pechos, y me arqueó ante sus caricias mágicas, lo amo tanto, solo a Scott, siempre Scott, estamos empapados en sudor, ardiendo del mismo deseo, han pasado tres años, pero es como si lo amará cada día más, nuestro amor crece, cambia, madura, pero sigue siendo amor incondicional, estamos seguros de que en esta vida él es el dueño de mi corazón, como yo soy la dueña de su alma. Sus dedos acariciando entre mis piernas me hace jadear, y gemir, siento que estoy a punto de enloquecer de tantas ganas, veo su rostro, me sonríe, con algo de malicia, y besa mis labios, nuestras lenguas se acarician,
Valentina observaba sus ojos azules como el cielo de verano, se notaba que le dolía, no era para menos, Scott Brighton la conocía desde hace mucho tiempo.—Valentina, sabes que te tengo un gran cariño, siempre te he querido, pero... no de esta forma —ella bajó la mirada, sentía su corazón latir con una fuerza terrible, en cualquier momento podría oír tres palabras que destruirían su sueño de amor y lo convertirían en pesadilla—Sé que no me quieres como yo a ti, pero, demos tiempo al tiempo, te lo dije, yo te voy a enamorar.La mirada de Scott reflejaba una profunda compasión, pero debía ser sincero—Valentina, lo siento, no puedo, esto se terminó —los ojos color avellana de la joven se abrieron enormes—. Quiero el divorcio —sentenció, y ella sintió como si su corazón se hubiese roto en mil pedazos—¿¡Qué has dicho?! —exclamó con los ojos llenos de lágrimas—Por favor, Valentina, no te pongas así, esto se veía venir, un matrimonio de seis meses que solo fue obligado por la familia, no
—¿Por qué no nos dijo nada? ¿Por qué no buscó nuestro apoyo?—Tenía miedo, madre, daría todo porque lo hubiese hecho, ofendí su nombre tantas veces, luego ella se enteró de que me casé de forma repentina con Valentina, quiso olvidarme.—¿Por qué volvió hasta ahora? —exclamó Diana, algo sentía en su interior, un presentimiento de que algo no estaba bien—El amor la venció, madre, ella volvió a mí y ahora he vuelto a ella.—Scott, Valentina te ama demasiado, vas a destrozar su vida —dijo Diana con dolor y él se acercó a su madre, tomó su mano y la besó con dulzura—Si me quedo con Valentina, terminaré arruinando mi propia vida, madre, ¿Eso es lo que quieres para mí? ¿Acaso quieres a Valentina más que a mí? Yo soy tu hijo, madre, dime, ¿Quieres verme infeliz, con una mujer a la que no amo? —dijo con ojos tristes, cubiertos de lágrimasDiana acunó su rostro, le dolía ver a su hijo sufrir, besó su frente y lo abrazó, le recordaba mucho a Xavier, su marido, que había muerto hace tres años.
Scott manejaba rumbo al hotel, se detuvo un momento, y tocó sus labios, ¿Qué fue eso? Sus pensamientos estaban confusos, pero ella era así, Valentina era una joven hermosa, sus cabellos eran largos y rubios, sus labios rojos y gruesos, una tentación difícil de rechazar«Fue un momento de debilidad, solo soy un hombre frente a una mujer hermosa, fue una reacción natural» pensó, pero algo dentro de él se sentía falso, tomó los papeles y titubeó al verlos, sacó el bolígrafo, su mano era trémula, al final firmó, luego fue al hotel—¿Firmó? —preguntó Laura en cuanto lo vio entrar—Sí, firmó —dijo ScottElla sonrió y lo abrazó, sintió algo de tranquilidad, aunque estuvo convencida de que debía seguir insistiendo para que pronto fuera su esposa—¿Cuándo nos casaremos?Él la miró extrañado—¿Por qué tanta prisa, Laura?—¿Acaso te arrepentiste? —exclamó indignada, cruzando sus brazos—¡Claro que no! Laura, pero, acabó de divorciarme de Valentina hace solo una hora, si ella se entera de que me
Meredith no lograba convencer a Valentina de abandonar la casa para que volviera a la mansión Brighton—Aquí me quedan los recuerdos —dijo con la mirada triste—Nadie vive de recuerdos todo el tiempo, Val, él no volverá.—Tal vez si hablo con la abuela Diana ella pueda…—No, Val, solo entiéndelo, déjalo ir, te juro, que algún día, Scott se arrepentirá.—No lo creo, él nunca me amo.—Los hombres solo aman el amor cuando es una tortura, no quieren a las chicas buenas, estoy harta de eso, ellos solo aman cuando es una guerra, cuando es una lucha, nunca voy a enamorarme, Val, nunca dejaré que alguien tenga la opción de destruir mi corazón, te juro que haré que ellos paguen primero.Valentina tomó su mano—No te amargues por mí, tú me lo advertiste, hay amores imposibles que no deben hacerse realidad, pero cuando insistes, solo te harán llorar por miles y miles de años.—No digas eso, Valentina, eres joven, hermosa y rica, podemos tener a cualquier hombre a nuestros pies, ¿El tonto de Scot
Meredith salió corriendo, pero cuando vio a su amiga irse, rompió en llanto, y vio con coraje a su tío —¡¿Por qué no la detuviste?! ¡Esto es toda tu culpa! —exclamó con rabia —Déjala —dijo sosteniéndola cuando pensó que se iría a buscarla—. Necesita estar sola, Meredith, pensar. —¿Sola? —Después iré a verla a la casa. —¿De verdad eres tan ingenuo para creer que estará en la casa esperando por ti? ¡No eres el centro del universo, Scott Brighton! —gritó furiosa—. Valentina se ha ido, no creo que vuelva a vernos o a hablarnos, nunca la conociste, ella nunca perdonaría la traición, ella no dará una segunda oportunidad. Scott sintió un miedo rotundo en su estómago, y bajó la vista, Meredith se alejó de él, estaba por irse, cuando regresó la vista —Te juro que, si le pasa algo malo, nunca voy a perdonarte, y esto será solo tu culpa —sentenció rabiosa, luego entró en la casa Scott sintió un miedo en su interior, pensó en ella, y las ganas de ir a buscarla, y asegurarse de que estaba b