Frank recibía su terapia con el fisioterapeuta, era un joven llamado Jonathan, recién egresado de la universidad, pero era bueno en lo que hacía, y se había mudado recientemente a Redville Cuando Jonathan estaba por irse, miró afuera a Lisa que volvía de las clases, él sonrió al verla, ella le gustaba mucho, pero era difícil que siquiera le dedicara una mirada o siquiera una sonrisa, Lisa era muy hostil y taciturna, pero en realidad, ella no quería enamorarse, no se sentía lista para eso. —Hola, Lisa —dijo Jonathan Ella se puso nerviosa al verlo, sentía que él movía hilos íntimos en su corazón, y ella no quería sentir amor por nadie que no fuera Love, y su familia que ahora eran Valentina, Henry, Meredith y su bebé, Alicia y su querido Tío Frank, como ahora lo llamaba. —Hola, ¿Cómo le va al tío Frank? —Mejor dentro de poco podrá caminar con soltura, ya lo verás, confía en mí —dijo Jonathan Ella sonrió al escucharlo, y estaba por irse, pero él de nuevo la detuvo, quería estar cerc
Lisa bailaba en la pista de baile con Jonathan, Iván se acercó a ella, él cargaba a Henry en sus brazos—No encuentro a Love por ningún lado, ¿La has visto? —exclamó élLisa negó y miró a todos lados, pero su hermana no estaba por ahí.Ella caminó buscándola, y su móvil resonó, contestó de inmediato al ver que era el número de Love.—¿Dónde estás, Love? Te estamos buscando, te has tardado mucho en el baño, ¿Sucede algo?—Hola, querida cuñada, ¿Te acuerdas de mí? —exclamó LuciusEsa voz le pareció como si viniera del mismo infierno y Lisa sintió que estaba mareada, que podía vomitar del miedo que tenía—¿Tú? ¿Lucius? —dijo con la voz aún temblorosa—Sí, cariño, soy yo, he vuelto, ¿Quieres volver a ver a tu hermanita?Lisa sintió como lágrimas calientes corrían por sus ojos—¡Por favor! No le hagas daño…—Entonces, escúchame bien, no le haré daño, si haces todo lo que yo quiero, primero, quiero que traigas a Valentina contigo, ella será mi nueva Molly, debes traerla, y haremos un truequ
—¿Por qué, Molly? ¿Por qué nadie me ha amado nunca? —exclamó Lucius Valentina estaba sentada sobre la hierba, debajo de un árbol, lo miraba con el terror en sus pupilas. —¡Por favor, Lucius! ¡Déjame ir! —exclamó temerosa Lucius se acercó a ella, con la pistola en su frente, ella sintió que todo su cuerpo temblaba, sus dientes castañeaban del terror, de saber que nunca volvería a ver a su amado hijo, ni a su esposo —¡Nunca te dejaré ir con Robert! ¡Tú eres mía! Ella sintió que él se acercó, pudo sentir el frío del fierro sobre su piel, no pudo alejarse, sintió su aliento cálido y asqueroso, en su cara. Valentina le dio una fuerte patada en los testículos, Lucius lanzó un gruñido de rabia y ella aprovechó para correr, Lucius disparó. El sonido resonó tan fuerte que todos se estremecieron, Scott sintió que se quedaba sin aliento —¡Valentina! —gritó y corrió a buscarla, corrió en dirección a donde escuchó aquel horrible ruido, necesitaba encontrarla, necesitaba salvarla del loco de
POV Lucius «Escucho el rugido de mi corazón, está roto. Estoy cayendo al abismo, no logro escapar, ni ver cielos azules, ni días soleados. Todo el tiempo que perdí creyendo en que me amarías, madre, todas las personas que olvidé pensando solo en ti, y estoy roto. El silencio de los inocentes que no quise oír, ahora muere dentro de mí, estoy desangrándome. Por ti, todo perdí, no hay vuelta atrás, estoy tan solo, es mi castigo. Derramé millones de lágrimas, me convertí en la lluvia que empapó tu cuerpo. Y ahora permaneceré roto» —¡Lucius! No lo hagas, por favor… aún hay solución, aún estoy aquí, dame la mano, seré tu hermano, déjame ayudarte, sé que nunca tuvimos una sola oportunidad, pero, estoy aquí, no lo hagas, ¡Por favor! Lo siento tanto, seré tu hermano, seré tu familia —dijo Scott con los ojos cubiertos de lágrimas —Perdóname, Scott, estás limpio, no pienses en mí, ni en el pasado, sigue adelante, Valentina, sean felices, sean dichosos por los que no pudimos, amen a su hijo
Pasaron casi dos semanas, Valentina manejaba rumbo a las tierras de los Dion y Brighton, cuando encontró en el camino a Lisa, que venía del colegio, ella accionó el claxon, hasta que la chica se detuvo, y subió a la camioneta. —Hola —dijo con timidez —Hola, vamos, sube. Lisa subió —¿Te llevó a casa? —No… en realidad, debo disculparme contigo —dijo con la mirada triste Valentina sonrió al verla —¿Qué pasa? ¿Por qué debes disculparte conmigo? —Yo… ¡Te entregué a manos del malvado…! Valentina siseó —Lisa, yo no te culpo de nada, pero la culpa es una herida que nos carcome por dentro, no dejes que lo haga, tú no tienes culpa del daño de una persona enferma, eso es el pasado. Lisa asintió y una lágrima rodó por su mejilla —¿Sabes? Iván nos ha conseguido citas con un terapeuta, él dice que nos hará bien, para superar el pasado, tanto a mí, como a Love, estoy feliz por ella, tiene a un hombre que la ama mucho, ella lo merece. Valentina sonrió —Algún día, tú también conseguirás a
POV Valentina Dion Lo beso con tanta pasión, con tantos deseos de ser suya, apenas tenemos un tiempo para amarnos con locura, y quiero amarlo, justo antes de que los niños despierten y se nos acabe el tiempo. Desnuda mi piel, y siento que mi cuerpo grita que le pertenece, soy suya por completo, besa cada centímetro de mi piel, y me estremezco, no puedo evitar rendirme a él, su lengua acaricia mis pechos, y me arqueó ante sus caricias mágicas, lo amo tanto, solo a Scott, siempre Scott, estamos empapados en sudor, ardiendo del mismo deseo, han pasado tres años, pero es como si lo amará cada día más, nuestro amor crece, cambia, madura, pero sigue siendo amor incondicional, estamos seguros de que en esta vida él es el dueño de mi corazón, como yo soy la dueña de su alma. Sus dedos acariciando entre mis piernas me hace jadear, y gemir, siento que estoy a punto de enloquecer de tantas ganas, veo su rostro, me sonríe, con algo de malicia, y besa mis labios, nuestras lenguas se acarician,
Valentina observaba sus ojos azules como el cielo de verano, se notaba que le dolía, no era para menos, Scott Brighton la conocía desde hace mucho tiempo.—Valentina, sabes que te tengo un gran cariño, siempre te he querido, pero... no de esta forma —ella bajó la mirada, sentía su corazón latir con una fuerza terrible, en cualquier momento podría oír tres palabras que destruirían su sueño de amor y lo convertirían en pesadilla—Sé que no me quieres como yo a ti, pero, demos tiempo al tiempo, te lo dije, yo te voy a enamorar.La mirada de Scott reflejaba una profunda compasión, pero debía ser sincero—Valentina, lo siento, no puedo, esto se terminó —los ojos color avellana de la joven se abrieron enormes—. Quiero el divorcio —sentenció, y ella sintió como si su corazón se hubiese roto en mil pedazos—¿¡Qué has dicho?! —exclamó con los ojos llenos de lágrimas—Por favor, Valentina, no te pongas así, esto se veía venir, un matrimonio de seis meses que solo fue obligado por la familia, no
—¿Por qué no nos dijo nada? ¿Por qué no buscó nuestro apoyo?—Tenía miedo, madre, daría todo porque lo hubiese hecho, ofendí su nombre tantas veces, luego ella se enteró de que me casé de forma repentina con Valentina, quiso olvidarme.—¿Por qué volvió hasta ahora? —exclamó Diana, algo sentía en su interior, un presentimiento de que algo no estaba bien—El amor la venció, madre, ella volvió a mí y ahora he vuelto a ella.—Scott, Valentina te ama demasiado, vas a destrozar su vida —dijo Diana con dolor y él se acercó a su madre, tomó su mano y la besó con dulzura—Si me quedo con Valentina, terminaré arruinando mi propia vida, madre, ¿Eso es lo que quieres para mí? ¿Acaso quieres a Valentina más que a mí? Yo soy tu hijo, madre, dime, ¿Quieres verme infeliz, con una mujer a la que no amo? —dijo con ojos tristes, cubiertos de lágrimasDiana acunó su rostro, le dolía ver a su hijo sufrir, besó su frente y lo abrazó, le recordaba mucho a Xavier, su marido, que había muerto hace tres años.