Scott cabalgó a galope tendido, hasta que por fin, pudo alcanzar al caballo donde iba Valentina, lo tomó de las riendas, y poco a poco lo hizo detenerse, luego bajó, Valentina tenía los ojos cerrados, tenía mucho miedo, cuando abrió los ojos y miró a Scott sintió un alivio profundo, él la bajó del caballo y la abrazó a u pecho con fuerza, ella sollozó, había tenido mucho miedo de perder la vida en aquella situación, y nunca creyó que Scott pudiera irla a salvar, pero, ahora estaba ahí, cuidándola
—¡¿Estás bien?!
—¡Es toda tu culpa! —exclamó rabiosa, dándole un ligero golpe al pecho, pero aún así, él la sostuvo y la abrazó de nuevo
—¡Lo siento! Lo siento tanto… es mi culpa, lo sé, nunca quise llegar a esto… —dijo con suavid
Scott salió de la mansión y caminó hasta la puerta, donde se encontró con Melissa, ella lo miró preocupado y lo detuvo —¿Scott? ¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara? —Problemas, Mel, no te preocupes. —¿Cómo qué no? Eres mi hermano, todo lo malo que te pase es como si me pasara a mí, así que dímelo. —Tengo problemas, muchos, en realidad, lo de las tierras de Valentina, debo pagarle su inversión y una compensación a Inés, y, además, bueno… —Pídele dinero de la herencia a mamá, paga eso, y libérate de todo, vuelve a la empresa, Scott, comienza de nuevo, no vale la pena que sigas peleando con Val por algo que no te pertenece, no es la forma de acercarte a ella. —Lo sé, lo haré, pero… Mel, mi padre no dejó dinero a mí, todo es tuyo. Melissa abrió ojos enormes y le miró confusa —¡¿Qué dices?! ¡Eso es imposible! —Mamá me acaba de informar, pero bueno, pediré un préstamo al banco, venderé la producción de manzanas, y todo se lo daré a Inés así acabaré el negocio —dijo él —¡No! Sco
Valentina estaba cediendo a su beso, sintió que se estremecía, lo había extrañado, y no podía resistirlo, hasta que el nombre de Esteban vino a su mente, entonces se alejó con rapidez, pensó que Esteban no merecía algo así Scott la miró atónito, ella nunca lo había rechazado de esa manera, y pudo ver sus ojos llenos de dolor —Valentina, por favor. —¡No, Scott! No puedo hacerlo, yo tengo a Esteban, no puedo lastimarlo. Scott tenía la mirada suplicante, decepcionada, miró al suelo, las lágrimas aún caían por su rostro, Valentina se alejó, Scott quiso ir tras ella, y ella se detuvo —¡Déjame ir! Si de verdad quieres mi perdón, como lo dices, si de verdad lamentas haberme herido, entonces, te pido que actúes como un hombre, y me dejes ir. Scott se detuvo, se congeló al instante en que sus palabras golpearon su corazón como dagas que lo hacían sangrar, la vio irse, y se puso de cuclillas, golpeando con sus manos las tierras fértiles, sentía furia, desesperación y frustración. Ahora sa
Diana salió al jardín, la madrugada estaba llegando, y era oscura, como sus pensamientos, algo dolía, eran las palabras de Melissa que como golpes habían torturado su conciencia—Lo he intentado todo, mira como terminamos, Oliver Dion, todo ha sido tu culpa, fuiste tú quien me llevó a esto, me llevaste al abismo, arruinaste mi vida, todo el tiempo, y ni muerto me dejas en paz —dijo hablando con sus propios fantasmas, luego los recuerdos vinieron sin que lo pudiera evitar«Flashback:Ella estaba en la mansión Dion, Robert estaba fuera de sí, parecía furioso, caminando de un lado a otro, mientras Molly a su lado intentaba contenerlo y que se calmara, pero parecía imposible —¡Eres una…! He confiado en ti por años, he confiado en tu buena voluntad, ¿Es así como me pagas? Desde niño te quise, como una segunda madre, ¿Y todo para qué? Mientras mi madre moría de cáncer en esta casa, tú te ¡Revolcabas con mi padre! Diana golpeó en una bofetada el rostro de Robert, y eso por fin pudo calmar
Meredith y Esteban durmieron en el asiento trasero hasta casi la llegada del amanecer, al despertar el condujo de vuelta a casa, pero ella le pidió bajar un poco antes de llegar, Esteban la siguió—¿Qué haces, Meredith? —exclamó y ella se detuvo—¡No puedo con esto, no haré esto! No engañaré a mi amiga —exclamó con el rostro cubierto de llanto, Esteban sintió que verla así era doloroso para él—Meredith…—¿Qué? ¿Serás valiente? ¿O que fue esto? Dímelo, ¿Fue una aventura? ¿Sientes algo?Él se quedó callado y bajó la mirada, ella sintió mucha tristeza y una sonrisa se formo en su rostro trágico—Meredith, escucha…—¡Nada! Ya lo veo, solo querías un poco de diversión, bien, lo co
Frank miró los resultados de los análisis que se había hecho en Boston, debía entregarlos a su medico Kevin, pero no quería hacerlo, sus manos temblaban, no era tonto, no necesitaba más opiniones, lo que tenía era claro, y no tenía remedio, el neurólogo que lo vio en Boston fue muy claro al decirle que el tiempo era limitado, y que no había mucho por hacer, una sonrisa tibia marcó su boca—Las personas se aferran a la vida cuando están muriendo, pero por mucho que lo eviten, ese será nuestro final —dio con voz suave.Guardó los documentos en cuánto vio a Melissa entrar, y observó su desdén por él, se levantó y la miró con algo de simpatía, Melissa se peinaba su cabello oscuro frente al espejo, Frank intentó abrazarla por la cintura, trató de besar su mejilla, pero ella se deslindó de mala gan
—¿Laura? —exclamó Scott al verla—¿Qué demonios haces aquí? —No sabía que ustedes habían vuelto —dijo refiriéndose a Valentina Ella le miró con furia, no podía creer el cinismo de esa mujer ¿Por qué había vuelto? —¿Qué quieres aquí, Laura? Luego de todo lo que hiciste, no tienes vergüenza, de verdad —dijo Valentina —Estoy aquí porque quiero ver a Scott, hay algo importante que debes saber. —¿Qué? ¡Habla, ahora! Yo no tengo secretos para Valentina. Laura miró a Valentina con rabia, lejos había quedado la belleza de Laura ahora era una mujer opaca, gris, su rostro parecía ojeroso como si tuviera una mala vida —Está niña es mi hija Sía, esta niña es tu hija, Scott. Valentina y Scott se quedaron boquiabiertos, solo escuchando las palabras que la mujer decía —¡Eso no es cierto! ¡Es imposible! —exclamó Scott —¿Imposible? ¿Acaso olvidas que hicimos el amor en la misma casa que le compraste a Valentina? V
—¿Qué dices? ¡Enloqueciste! Espera, no puedes decirle a Valentina es que ella… ¡Nos odiará! —exclamó asustada—Ni modo, algún día nos entenderá, por favor, Meredith, no perdamos el tiempo, lo que sentimos es más grande, podemos ser felices.Ella bajó la mirada, sus ojos se volvieron llorosos y Allen apareció antes ellos—Por favor, Esteban, déjame hablar con Meredith a solas —sentencióEsteban miró con rabia a Allen, pero tuvo que aceptarlo y salió de la casa, hacia el jardín.—¡Meredith! ¡¿Qué crees que haces?! ¡No puedes lastimar así a Valentina Dion! ¿Olvidaste que es tu mejor amiga? ¡Casi tu hermana! —exclamó y sus palabras se sintieron como dos piedras sobre la cabeza de Meredith—Yo…
—Esteban, yo… —dijo Scott al verlo —Iré a la mansión, necesito ocuparme de un tema urgente, ¿Podrías cuidarla? Scott le miró confuso —Claro que sí. —Bien, volveré más tarde. Esteban se detuvo y miró a Valentina en aquella cama, lucía tan débil, y su corazón se empedeció, luego salió, Scott se mostró consternado y tuvo el presentimiento de que, en realidad, Esteban no quería tanto a Valentina, y Scott sintió que eso podría ser algo bueno. Se sentó al lado de ella, y llamó a Alicia, quería saber como estaba Henry, y pedirle que lo cuidara, mientras ellos volvían a la casa. Meredith llegó a casa y escuchó a Allen llamándola —Pareces demasiado estresada, Meredith, no puedes vivir tanta tensión o enfermarás —dijo y ella se sentó en una silla, él aprovechó para masajear sus hombros con intensidad, pero incluso aquel toque, no le agradó a ella, e intentó alejarse, era como si las manos de Allen dolieran en su piel, y solo pudiera extrañar el toque de Esteban —Estaré bien. —¿Cómo está