Flashback: «Scott la cargó en sus brazos, solo porque ella se lo pidió, quería entrar a su nuevo hogar como una novia, ese era su sueño, y cuando Scott escuchó sus palabras, sintió ternura, y compasión, la dejó justo en el suelo cuando entraron, ella admiró su casa, ahora ya parecía suya, tenía su toque, la había decorado como ella lo quería, puso los cuadros que había comprado, la chimenea se instaló justo frente a la sala, observó los floreros con rosas rojas, y el olor dulce —¡Es hermosa! ¡Es la casa de mis sueños! Scott no parecía tener ni un poco de la felicidad que ella demostraba, ella lo sabía, lo sentía, pero estaba cegada, creyendo con ingenuidad que ella podría conquistarlo, que ella podía enamorarlo —Sí, es linda. —Será nuestro hogar, Scott, pronto será también el lugar de tus sueños, tu refugio, será tu nueva casa de la bahía. —Por favor, debes parar, no quiero hablar sobre eso. —¿Por qué lo dices? —preguntó ella con un dolor en su corazón y un mal presentimiento
Scott recordaba, no podía contra sus memorias《Recordaba a Valentina en su cama, siempre fueron afines en ese lugar, ella era un pequeña tentación que lo volvía débil y dócil a sus caricias, recordó cuando besó su cuello y acarició su cuerpo, la forma en que ella lo besaba, y se entregaba a él, lo enloquecía, era diferente a cualquier otra amante que hubiese tenido, Valentina lo tenía todo, era una mujer hermosa, pero también era apasionada, desinhibida y dulce, una combinación que le gustaba.Besó su cuerpo y sus pechos, también su intimidad, sintiendo como se rendía a su placer y se estremecía, luego se volvieron uno solo, cuando terminaron ella durmió entre sus brazos y él realmente pensó que podía ser feliz a su lado, fue un pensamiento repentino, pero fue un pensamiento real.Fue mucho antes de que Laura volviera a su vida y la arruinara se nuevo》Cuando Scott volvió a la realidad, veía a Valentina dormida sobre la alfombra, se acercó a ella y la observó seguía siendo una mujer he
Valentina no esperó a que Scott le dijera nada, y tomó al niño de prisa, arrancándolo de sus brazos, Scott sintió tristeza de ver ese gesto evasivo y cruel, miró al niño aún sonriendo, sintió una ternura indescriptible, él nunca era un hombre afín a los niños, peor de pronto al ver al pequeño tan hermoso, tan dulce, un sentimiento paternal se había activado, lo estuvo arrullando con cuidado cuando Valentina no estaba, y le llenó de mimos y cariños, apenas se alejó de él, sintió que le hacía falta volver a tenerlo entre sus brazos.—Quería conocerlo, ayer hablaste tanto de él, que estaba loco por conocerlo, ¡Es tan hermoso, Val! Y es muy inteligente, se parece mucho a ti —dijo Scott, su voz era tan suave, y sus ojos tan brillantes, Valentina abrazó a su hijo a su pecho, controlaba sus nervios, tanto c
Valentina y Meredith volvieron a casa, Meredith observó que su padre llegaba y corrió a verlo, Kevin, junto a Scott, llevaron a Frank a su alcoba, aún se veía débil, estaba cansado y lo recostaron en la cama, Frank se había hecho unos estudios en Boston que tarde o temprano revelarían cuál era su estado de salud actual.Esteban se encontró con Valentina justo afuera de la mansión—¿Podemos hablar?Ella notó en su voz un tono que le parecía extraño, ambos caminaron alejándose de ahí y encontrando una sombra bajo un árbol—Claro, ¿Qué sucede?Esteban estaba serio, y la miró fijamente—Creí que Scott había rechazado a Henry, creí que era un auténtico patán, pero el hombre con el que hablé hace un momento, no sabe nada de
Valentina esbozó una sonrisa, y luego rio divertida, Scott no encontró la misma diversión que ella, y su rostro era serio—¡Qué cosas dices! Debo ir a dormir, tú también descansa, creo que la falta de un sueño reparador te ha afectado, además, pronto vendrá el comprador de mis tierras.Scott la miró severo—¿Insistes?—¿Acaso creíste que desistiría? Scott, ni siquiera, aunque me recuerdas la forma en como me sedujiste hace años, no podrás lograr que me retracte —sentenció severaScott bajó la vista con decepción—No iba a hacerlo, ¿Piensas que soy ese tipo de hombre? ÉL que se aprovecha del amor de una mujer para obtener un beneficio.Ella le miró con rabia—¿No lo hiciste conmigo? Me usaste para no sentirte solo, y luego me ech
Scott cabalgó a galope tendido, hasta que por fin, pudo alcanzar al caballo donde iba Valentina, lo tomó de las riendas, y poco a poco lo hizo detenerse, luego bajó, Valentina tenía los ojos cerrados, tenía mucho miedo, cuando abrió los ojos y miró a Scott sintió un alivio profundo, él la bajó del caballo y la abrazó a u pecho con fuerza, ella sollozó, había tenido mucho miedo de perder la vida en aquella situación, y nunca creyó que Scott pudiera irla a salvar, pero, ahora estaba ahí, cuidándola—¡¿Estás bien?!—¡Es toda tu culpa! —exclamó rabiosa, dándole un ligero golpe al pecho, pero aún así, él la sostuvo y la abrazó de nuevo—¡Lo siento! Lo siento tanto… es mi culpa, lo sé, nunca quise llegar a esto… —dijo con suavid
Scott salió de la mansión y caminó hasta la puerta, donde se encontró con Melissa, ella lo miró preocupado y lo detuvo —¿Scott? ¿Qué te pasa? ¿Por qué tienes esa cara? —Problemas, Mel, no te preocupes. —¿Cómo qué no? Eres mi hermano, todo lo malo que te pase es como si me pasara a mí, así que dímelo. —Tengo problemas, muchos, en realidad, lo de las tierras de Valentina, debo pagarle su inversión y una compensación a Inés, y, además, bueno… —Pídele dinero de la herencia a mamá, paga eso, y libérate de todo, vuelve a la empresa, Scott, comienza de nuevo, no vale la pena que sigas peleando con Val por algo que no te pertenece, no es la forma de acercarte a ella. —Lo sé, lo haré, pero… Mel, mi padre no dejó dinero a mí, todo es tuyo. Melissa abrió ojos enormes y le miró confusa —¡¿Qué dices?! ¡Eso es imposible! —Mamá me acaba de informar, pero bueno, pediré un préstamo al banco, venderé la producción de manzanas, y todo se lo daré a Inés así acabaré el negocio —dijo él —¡No! Sco
Valentina estaba cediendo a su beso, sintió que se estremecía, lo había extrañado, y no podía resistirlo, hasta que el nombre de Esteban vino a su mente, entonces se alejó con rapidez, pensó que Esteban no merecía algo así Scott la miró atónito, ella nunca lo había rechazado de esa manera, y pudo ver sus ojos llenos de dolor —Valentina, por favor. —¡No, Scott! No puedo hacerlo, yo tengo a Esteban, no puedo lastimarlo. Scott tenía la mirada suplicante, decepcionada, miró al suelo, las lágrimas aún caían por su rostro, Valentina se alejó, Scott quiso ir tras ella, y ella se detuvo —¡Déjame ir! Si de verdad quieres mi perdón, como lo dices, si de verdad lamentas haberme herido, entonces, te pido que actúes como un hombre, y me dejes ir. Scott se detuvo, se congeló al instante en que sus palabras golpearon su corazón como dagas que lo hacían sangrar, la vio irse, y se puso de cuclillas, golpeando con sus manos las tierras fértiles, sentía furia, desesperación y frustración. Ahora sa