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Valentina miró a Scott, hacía mucho tiempo que no lo veía tan afligido como ahora, ella puso su mano sobre su hombro, sacándolo de su trance, y su mirada parecía vulnerable —Crei que la conocía, de todas las personas del mundo, tú incluida, pensé que a ella la conocía para siempre, pero, antes mis ojos se convirtió en uan extraña, una mujer que es una desconocida para mí, podría decir que al menos intentó ser una buena madre conmigo y seguro mentiría, mira donde estamos ahora, si no hubieses llegado, ahora estaría muerto, y todo por ella, duele, de verdad, no quiero que mi hijo jamás sienta esto, que nunca sienta que sus padres son personas que él no reconocería en ningun lugar. Ella asintió despacio y lo abrazó —¡Lo siento tanto, amor! Él la abrazó con más fuerza —Estaremos bien, no pienses que he cancelado la boda, solo la pospuse unos días, pero solo anhelo eso, que seas mi esposa, otra vez. Ella sonrió y él la besó con dulzura —¿Qué harás con Lucius? —Es mi hermano, Valent
Scott bajó la escalera y encontró a Melissa —¿Estás seguro de que es una persona de fiar? Scott la miró con ojos grandes y severos —¿Escuchas lo que dices? ¡Es mi hermano! También debe ser tuyo, si te consideras mi hermana. —¡Claro que sí! Solo que… ¡Te secuestró! —Todo es culpa de nuestra madre, ella hizo germinar el odio en él, pero nosotros debemos darle amor, no podemos dejar que un inocente pague por pecados que no son suyos. Melissa asintió —¿Y la boda? —Sí, es verdad, ¿Podrías ayudarme para tener todo listo mañana? —¡Claro que sí! Pagaré todo lo que tenga que pagarle al juez para que mañana mismo venga, y mira lo que tengo aquí —ella le dio los billetes de avión—. No te preocupes por este fin de semana, disfrútalo, porque yo cuidaré muy bien a Henry, junto con Meredith. Él asintió —Gracias, Melissa. Lucius bajaba la escalera —¿Sucede algo? —Si, hermano, mañana me caso, y nada me hará más feliz que estés en mi boda. Lucius sonrió y asintió, aunque en el fondo sentí
Frank se levantó y llamó la atención de los invitados—Bueno, pongan atención, por favor, como padrino de bodas me toca decir unas palabras para este brindis.Todos sonrieron y lo miraron con gran atención, Scott sostuvo con fuerza la mano de su amada—He visto a este par crecer ante mis ojos, y nunca tuve alguna duda de que están hechos uno para él otro, incluso cuando han sido a veces tan tontos para no darse cuenta —todos rieron ante sus comentarios—. Lo único que puedo decirles es que, la vida es corta, es solo un instante sublime que siempre creemos eterno, pero en realidad, es como un suspiro, no pierdan el tiempo en odios, o en orgullos absurdos, tampoco en lágrimas o desacuerdos, cuando estás al borde del final solo deben quedar los buenos recuerdos, hagan que sean miles, y quien se queda aquí, siempre piensa más en lo que hizo pero no pudo hacer, hagan que los lamentos sean menos, por favor, amense aquí y ahora, les deseo un bonito amor; salud.Todos levantaron sus copas.Val
Cuando Valentina se acercó a ellos les dijo que estaba todo listo para irse, Scott sonrió y se despidió de todos —Bueno, los veré el lunes, Val, cuídate mucho. —Tenemos mucho que conversar aún —dijo Valentina, como si aquello sonara más a una amenaza —Por favor, Val, comencemos de cero, olvidemos el pasado. Ella lo alejó un poco y clavó su mirada en Lucius que la miraba expectante con los ojos verdes bien abiertos —¿Quieres que olvide que dijiste que Diana tuvo que ver en la muerte de mis padres? ÉL bajó la mirada —Por favor, yo estaba tan furioso, lleno de rencor contra ella. —¿Has mentido? —exclamó Valentina —No. ¡Tú misma viste el video! Pero, es mi madre, no creo que… ¡Dios! Es mi madre, Valentina, no podría pensar algo así, incluso aunque ella me abandonó y no le importé para nada, pero ahora, ahora puedo ser feliz, por favor, Val, te pido que lo olvides, al menos por mí, o por Scott. Valentina sintió demasiada confusión, pero terminó asintiendo, luego se despidió de tod
—¡No! No digas eso, ¿Lastima, compasión? Te amo, Scott, lo que hago por ti siempre es por amor. Él la miró con ojos severos —¡Yo no voy a morir, Valentina! Y me duele pensar que solo ante la muerte haya logrado tu perdón, que ante la muerte tu orgullo haya sido vencido, y no por amor, no por que de verdad creyeras en mi arrepentimiento. Valentina se quedó perpleja y solo vio como Scott se alejó de ella volviendo a casa, ella se quedó perpleja, mirando como el amanecer comenzaba a llegar, el cielo se cubría de un color plata, y luego de rosado, para terminar bañado de un hermoso dorado como el oro, Valentina pensó en las palabras de Scott, sus ojos estaban cubiertos de lágrimas y corrió a alcanzarlo, entró en la casa, no lo vio en el salón, debía estar en la habitación y fue hasta ahí. Scott estaba sentado sobre la cama, miraba a la nada, parecía tan consternado, tan decepcionado, en un silencio abismal, aunque todas las luces estaban apagadas, el amanecer y los ligeros rayos de sol
Cuando Meredith despertó, luego de vestirse, decidió salir a caminar, recordaba las palabras crueles de Esteban y que no podía escapar de ellas, era como si él hubiese causado una herida en su corazón tan grande y profunda, que sentía que nunca iba a poder sanar.Tocó su vientre de forma instintiva, aún faltaban muchos meses para que su bebé naciera y recordó cuando ayer le contó todo al respecto, se arrepintió de hacerlo, Melissa le demostró una vez más que era una madre decepcionante y no entendía por qué era así 《Parece más madre de Diana Brighton que los mismos Lucius y Scott》pensó al recordarloFlashback:—Estoy embarazada —dijo Meredith y los ojos de Melissa se abrieron enormes—¿Qué dices? ¡¿Quién es el padre?! ¿El inútil de Allen! Que solo busca vivir como un mantenido.—No es él —sentenció Meredith con firmeza—¡No puede ser! ¿Es ese hombre? El que iba a casarse con Valentina, el tal Esteban, ¿Verdad?Meredith tuvo que aceptarlo, después de todo era la verdad—¡Y tanto que m
—¡¿Cómo te atreves?! Me insultas, Allen es mi amigo, es cierto que fingimos estar juntos para alejarme de ti, para intentar alejar mis sentimientos de ti.—¡¿Y por eso te acostaste con él?¡ ¿Para olvidarme? —exclamó —¡Yo no me acosté con Allen! Eres un machista, realmente eres un poco hombre. ¿A qué se debe tu patética inseguridad, Esteban? ¿Te caíste de niño y te golpeaste la cabeza? Es cierto que no eras mi primer hombre, pero yo tampoco fui tu primera mujer, pero para que lo sepas, cuando estuve contigo, no estuve con nadie más.Esteban la miró con los ojos llenos de rabia, cuando ella intentó irse, él detuvo su brazo con fuerza y la miró —No me mientas —dijo mordiendo sus palabras—. Te vi en la cama con Allen, él estaba contigo, ¡Encima de ti! —exclamó con los ojos tan enrojecidos con la voz cortada casi como si decirlo dolieraMeredith le miró atónita, pensó que ese hombre era solo un loco, y en ese momento sintió que ya no sabía por qué lo amaba, se deslindó de su agarre—¡No
Diana estaba en la biblioteca, estaba cansada, cuando la puerta se abrió y Lucius entró cerrando la puerta con pasador, detrás de élAl verlo, Diana se tensó, y lo miró con frustración, se notaba que odiaba estar cerca de él—¿Qué quieres aquí?—¿Qué pasa, madre? ¿Acaso no quieres ver a tu hijo?Diana hizo un gesto de fastidio y se acercó a ella —¿Qué quieres?Lucius sacó una carpeta y Diana lo vio, leyó aquellas hojas y abrió ojos tan grandes—Pero, ¿¡Qué es esto?! —exclamó Diana con confusión—Esto, querida madre, es un poder donde me cedes el derecho a ser el albacea de la fortuna Dion.—¡Nunca! —exclamó ellaLucius golpeó la mesa y la miró con ojos severos—¿Nunca? ¡No olvides que yo soy un Dion! Esa fortuna debió ser mía, me quitaste mi derecho, ahora firma.—He dicho que no lo haré —sentenció Diana—Lo harás, o de lo contrario que le contaré a Valentina que mataste a sus padres.Diana abrió ojos enormes y lo miró con rabia—¡Yo no lo hice!—¡Firma! —exclamó Lucius, pero ella le