Ex, Me Arrepiento De Haberte Salvado
Ex, Me Arrepiento De Haberte Salvado
Por: Mel Polanco
Capítulo 1: No

Capítulo 1: No

- Quiero el divorcio – declaró una mujer castaña, quien demostraba firmeza y determinación en su mirada.

- Ja… ¿en serio? – contestó de forma arrogante un hombre pelirrojo, quien buscó acercarse rápidamente hasta ella para acorralarla contra la pared – y ¿porque crees que una inútil como tu puede abandonarme?

- Se acabó Carlos, ya estoy cansada y… - empezó a decir ella, pero sus palabras fueron cortadas porque él le pegó una fuerte bofetada en la cara que la hizo caer al suelo – ¡ah! – lamentablemente no pudo componerse de ese golpe, porque él no perdió el tiempo y ahora lo tomó de sus cabellos para hacer que alzara su rostro.

- TU ERES UNA INUTIL QUE NO SIRVE PARA NADA – escupió con veneno acercando su rostro al de ella – dime algo ¿crees que una cosa como tu puede dejarme?

- … - ella apretó con fuerza los dientes, ya que le estaba jalando fuertemente el cabello, pero no retrocedería porque ya había aguantado mucho – si soy tan inútil, entonces ¿porque me retienes a tu lado? - reclamó mirándolo a los ojos.

- Tch… - al escuchar esas palabras él la soltó de forma brusca haciendo que se golpeara la nariz contra el suelo – que asco tu asquerosa sangre manchó la alfombra, por lo que no vas a dormir hasta que no saques esa mancha.

- ¡Dame el divorcio! – volvió a decir con voz firme mientras se colocaba de pie.

- Parece que estas muy desesperada por largarte – habló frunciendo el ceño y apretando los puños - ¿acaso alguien te está esperando? ¿ah? – dijo tratando de volver a golpearla, pero detuvo su andar al ver que ella había tomado uno de los cuchillos de la encimera y parecía estar lista para atacarlo.

- No te mordiste la lengua – escupió ella dejando notar el odio en sus palabras mientras apretaba con fuerza el mango del cuchillo – ¡tú eres el maldito traidor que me pasea en mi cara a Alin y ya no lo aguanto más, quiero el divorcio! – declaró ella abriendo uno de los cajones del mueble que estaba cerca de ellos para sacar una carpeta que contenía los papeles de divorcio.

- Alexa… Alexa… Alexa, no seas tan narcisista y aprende tu lugar.

- Que…

- No te puedes comparar con Alin, porque ella es hermosa, frágil, sabe cocinar, es amable… en cambio tú – dijo mirando con desprecio a la chica.

- Pues si ella es tan perfecta, divorciémonos para que puedas correr a sus brazos – dijo lanzándole los papeles de divorcio – adelante firmarlos para que así puedas estar al lado de esa perfección andante.

- … - él frunció el ceño, pero debía admitir que ella tenía un punto, por lo que de mala gana tomó los papeles para leerlos – así que… ¿no quieres nada?

- No vale la pena tener algo de alguien como tú.

- Bien – dijo sacando un bolígrafo de su saco para firmar los papeles – pero no se vale llorar cuando te estés muriendo de hambre en la calle y cuidadito pienses en regresar, porque no te voy a aceptar.

- Quién querría regresar a este lugar – declaró ella extendiendo la mano para recuperar los papeles, pero en eso vio que él empezó a romperlos en pedazos - ¿qué haces? – preguntó asustada tratando de detenerlo.

- Acaso me crees idiota ¿o qué? – gritó tirándole a la cara los trozos de papel - no voy a dejar que te largues a no sé dónde o con quién sabe quién, tú te quedarás aquí para siempre.

- Que… no… no puedes ¡ah! – dijo asustada tratando de recoger los trozos de papel del suelo, pero de nuevo fue sujetada de sus cabellos.

- Puedo hacer esto y más… ¿y sabes porque? porque soy tu esposo – escupió con odio mirándola a los ojos – yo soy lo único que tienes y como te casaste conmigo a base de mentiras debes vivir este infierno que tú misma creaste.

- Ah… suéltame – dijo empujándolo – y yo… ¡yo no te obligue a nada!

- Claro que sí, lograste que te propusiera matrimonio a base de mentiras.

- ¡Eso no es verdad!

- YA CÁLLATE - ordenó, arrebatándole el cuchillo de las manos para luego darle otra bofetada - ahora limpia este desastre y… - justo en eso sonó el celular de él – ¿bueno? – contestó activando el altavoz.

- Carlos amor… ¿estás ocupado? – se escuchó una voz femenina al otro lado de la línea.

- … - Alexa frunció el ceño al escuchar la voz.

- Para nada Alin, no estoy haciendo nada importante – declaró mirando con aburrimiento a la castaña - anda dime ¿qué pasa?

- Es que cof… cof… me siento mal.

- Tranquila voy para allá.

- Si por favor ven rápido, tengo miedo de que algo le pase al bebe.

 - … - la castaña solo apretó con fuerza los puños mientras escuchaba esa asquerosa plática y veía como él se notaba angustiado por esa… un sentimiento que jamás seria dirigido a su persona.

- Tranquila mi amor ya voy, espérame no tardo - dijo terminando la llamada – y tú… más te vale limpiar todo esto y cuidadito hagas algo estúpido o lo lamentaras – declaró saliendo rápidamente de la casa.

 La castaña al verse sola, comenzó a llorar mientras recogía los trozos del acta de divorcio, ese idiota no la dejaría libre y lo peor es que la estaba torturando para nada.

- Eres un idiota, no sé cómo pude enamorarme de ti – susurró mientras se abrazaba a sí misma y trataba de controlar las lágrimas que salían sin permiso alguno de sus ojos.

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