Eva, parece que la vida le está brindando nuevas oportunidades, pero qué tan buena serán. Lo veremos muy pronto.
Consejos de Eva para poner celoso a un hombre: Lo primero que se debe hacer es celarlo con otro, pero que se vea mucho mejor que él.Eva se acercó a un muchacho musculoso que bebía un trago en la barra.—Hola, amigo.El chico, muy apuesto, por cierto, se acomodó en su puesto.—Hola.—¿Quieres hacerme un favor?—Lo que tú digas —se entusiasmó.Eva le señaló a Dallas que estaba a la expectativa.—Esa linda niña, quiere poner celoso a un gañán —señaló a Novak—, ¿puedes ayudarnos?El chico divertido por la propuesta, notó a la belleza de cabello corto y rostro de niña engreída y respondió.—Claro, lo que gusten.Fueron hasta donde estaba Dallas.—Mi amiga se llama Dallas.—Rock.—¿Rock? Como la roca.—Sí.Dallas estaba emocionada al ver al tipo, muy fornido y apuesto.—Rock, ella es Dallas.Dallas sonrió sin saber cómo reaccionar.—Dallas, él es Rock.Rock se presentó.—Hola, Dallas, lindo nombre.—Hola.—Y yo soy Kasy.—Hola, Kasy, ¿quieren beber algo, chicas?—¡Sí! —en coro.Eva pidió ot
Apolo intentó minimizar el impacto de la arremetida de su madre.—Madre.—Esto es la humillación más grande que me has hecho pasar en la vida.—¿Yo?—Tú dejaste que tu hermana saliera con la loca de tu novia y ahora está en la cárcel.Apolo le dijo molesto.—¿Piensas que Eva tiene que ver con todo esto?—Claro que sí.—Novak hizo una escena. Él fue el que causó todo esto.—Deja de culpar a otro por las locuras de tu novia.Vieron al campeón Rock Lester y Apolo se le acercó bastante interesado.—Señor Lester.—Hola.—Quería disculparme por todo este lío.—No es tu culpa, hombre.—Mi hermana, Dallas…—¿Dallas es tu hermana? —preguntó sorprendido—. Lo ignoraba por completo.—Sí, ella estuvo metida en todo esto, disculpe.Rock con una sonrisa le comentó.—Linda chica, pero fue ese chico petulante el que inició todo, ¿conoces a Eva?—Sí, sí, es mi novia.—Algo loca, ¿eh?—Ni se lo imagina.—Bueno, dile que me divertí mucho con todo esto, hace tiempo que no tenía una buena pelea.Eso llamó l
Dallas daba vueltas en su casa molesta por lo pasado, su madre la había confinado en su habitación, tal cual niña pequeña.Mientras Úrsula estaba furiosa echándole la culpa a Eva Monar por todo lo pasado.—Fue ella. Ese monstruo de mujer, el que causó todo esto.—Bonita y complicada.—Una loca que mi propio hijo soltó en nuestras vidas.Escuchó el timbre y vio pasar a la empleada, mientras maquinaba cómo sacar a la Monar de sus vidas.La empleada regresó con un hermoso arreglo de flores.—Son para la señorita Dallas.—¡Qué bellas!Buscó la tarjeta y revisó.—Las envía un tal Roy Lester, ¿quién ese?—Roy Lester… —caviló Rodri y dijo impactado—. Es el rico deportista de élite, tiene una red de gimnasios VIP muy importante.—¿Es rico?—Sí, mucho, tiene contratos con marcas publicitarias muy relevantes como Nike, y varios productos dietéticos, incluso tiene buenas inversiones en el sector de medicina y salud.Eso le gustó mucho y ella dijo contenta.—Está interesado en Dallas.—Así parece,
Eva tenía agarrada a Brenda de los cabellos y le decía.—¡Cómo se atreve a meterse en mis sueños!—¡Tú te metiste en mi camino, perra!El señor Fontaine intentaba calmar los ánimos de las mujeres, pero Brenda era muy tenaz.—Me quitaste a mi novio.—Yo no te quité nada. Él te alejó de su camino.—¡Vas a pagarme todo lo que me has hecho, perra!La tiraba al suelo y Eva comenzó a luchar con ella en el piso.—¡Bruja!—¡Perra!—¡Soy perra y muerdo!Eva la mordió en el brazo y Brenda soltó un grito y comenzó a chillar. Kasy decía.—Dale, manita, dale.Cuando Apolo llegó, vio a la gente alborotada y comentando el incidente. Llegó y vio a Brenda siendo agarrada del cabello por Eva.—¡Apolo, sálvame!—¡No te metas conmigo, bruja!Inmediatamente, fue hasta ellas y tomó a Eva de la cintura y la alzó separándola de Brenda.—¡Eva, suéltala!Brenda, sofocada, le dijo molesta.—¡Esa es la mujer que quieres en tu vida!—Brenda, ¿qué pasó aquí?Kasy le explicó entonces.—Ella vino a pagarle al señor F
Apolo estaba preocupado por el alcance que estaba dando Eva, no esperó que su camarera de club fuera tan chispeante y exasperante al mismo tiempo. Donald lo miró preocupado.—¿Te sientes mal?—Eva, con decir su nombre, mi presión sube.—Es toda una revelación.—Se toma lo de diva muy bien.—Tiene derecho, Brenda es muy abusiva.—Siento que todo se salió de control.—Tómalo con calma, al menos te alejó del compromiso con Brenda.Solo eso, ¡a qué precio!, por Dios. Su secretaria le llevó unos documentos y correspondencia.—Llegó esto del comité de Caridad de la ciudad.Revisó la invitación que era para el mentado evento de moda.—Ahora esto, evento de moda, ¿qué tengo que ver con la moda?—Señor Sanders, la señorita Monar del Valle será modelo en el desfile.Vio su sorpresa y la joven añadió.—La sigo en redes.Ahora Eva sería modelo de ese evento y Donald sonreía divertido por el giro que daban las cosas.**Roy compró las entradas en primera fila para él y para su hermosa compañera y l
Eva leía los comentarios de las redes, todos hablaban de ella, por un lado, eso era bueno y le daba relevancia, pero pensó en su padre y en que la idea de que la asociaran románticamente con Apolo no era nada loable.Kasy le servía un jugo.—Esa bruja de Novak te quiso arruinar y le salió todo mal.—Creo que mi ángel de la guarda hace horas extras conmigo.Recibió una llamada de Fontaine.—Eva, mi preciosa, tengo una propuesta de la revista Escena, te quieren en su portada.Eso sonaba fabuloso y entonces añadió.—Pero te quieren junto a Apolo Sanders.¡Qué!—Ambos impactaron, quieren una sesión de fotos juntos.—Suena genial.—Nos contactaremos con el agente de relaciones humanas del señor Sanders, divina.Eva pensó que siendo Apolo tan agrio no aceptaría y entonces revisó el contrato que le había enviado y estaba perfecto, firmó y se lo fue a dejar.**Apolo se daba masajes con un masajeador y le comentaba a su amigo sobre lo pasado.—Ahora está en todos los medios, me doy cuenta de q
Apolo maniobró de forma magistral el vehículo y evitó el choque orillándose momentos después. Eva estaba pálida viendo a Apolo con terror.—¡Casi nos matas!—¡Te volviste loca!—¡El loco eres tú!—¿Sida? ¿Pensaste que tenía sida?Eva lo miró con desconcierto.—Bueno, es una posibilidad.—Posibilidad y un cuerno.El corazón de Eva latía veloz y entonces le dijo molesta.—Es lo que pensé, nunca me dijiste nada.—Estoy enfermo, pero no es sida, es cáncer.No lo veía tan desmejorado como se esperaba.—¿Cuánto tiempo te dijeron que te quedaba?—Seis meses.Ella lo miró con sorpresa.—¡El tiempo de nuestro contrato!—Así es.Eva preguntó aterrada.—¿Quieres que te vea morir?—Jamás.La sola idea de que Eva estuviera presente en ese momento tan trascendental no lo concebía, pero parecía inevitable. Desde que lo supo en ese chequeo médico, su vida cambió.Solía hacerse un chequeo al año y completo. El doctor Clarence, era médico de la familia desde que tenía memoria y en ese momento esperaba l
Eva preparaba un batido de algunas legumbres que le habían dicho que eran buenas para ciertas enfermedades.—Zanahoria, remolacha y naranja, suben defensas.Sonrió cuando vio todo mezclado y se veía muy colorado.—¿Lo debo de cernir? —pensó un poco y entonces—, se le irían los nutrientes.Se lo llevó a Apolo que miraba una de sus plantas con tristeza.—Te hice un batido de algunas cosas.—¿Batido?—Escuché que eso ayuda en tu condición.Vio una masa y se lo llevó a la boca.—Esto es intomable.—¿Quieres que lo cierna?Entonces le dijo pacientemente.—Eva, gracias, pero esto no es necesario.Ella se cruzó de brazos y le preguntó.—¿Piensas que ese coctel de pastillas te hará mejor que lo natural?—Tengo cáncer terminal, no hay vuelta atrás.Eva se llevó el jugo y lo coló y se lo volvió a dar.—Al menos no me rindo.—Quisiera que te rindieras.—No puedo hacer eso.—Eva, me desesperas —se tomó el jugo—, sabe a rayos.Lo bueno siempre sabía mal, eso lo leyó por ahí. Intentaba darle ánimo p