Bueno, bueno, bueno, ¿cómo que Gastón Sanders? Esto se pone muy heavy y tenebroso.
Eva modelaba su tentadora ante él.—¿Y bien?—Te ves…Era una bella diosa encarnada en el cuerpo de una mujer. Ella se le acercó sensual.—¿Me veo?—Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida.Y era cierto, la belleza de Eva era hechizante. Ella lo tomó por la corbata y lo llevó cerca de la cama.—Eva, pasó algo y…—Quiero que te olvides de todo.—¿De todo?—De todo menos de mí.—Estás loca —dijo con una sonrisa.—Tal vez, esta camita y estos chocolates son para engreír a mi precioso, Apolo.Ahora era precioso y ella lo tiró en la cama y se dio cuenta de que era suave y fragante.—Siento que es la primera vez que me acuesto con placer en mucho tiempo.Ella le desabotonaba la camisa y él reía.—Eres una loca.—Ajá.Besaba su pecho y admiró su musculatura.—Una vez te vi en la piscina y siempre creí que tenías el mejor cuerpo de todos los poderosos del lugar.—Yo también te veía con las charolas de bebidas y no sabía lo loca que estabas.Ambos rieron y ella le sirvió una copa de c
Regresaron al hotel y Apolo comentaba sobre lo pasado con la gitana.—Por eso no creo en esas cosas, el destino no puede ser leído y tampoco cambiado.Eva entonces comentó lo dicho por la mujer.—Ella dijo que tendrás larga vida.—Puras bobadas.—Hablas como si no desearás vivir.Apolo le dijo lo que pensaba sobre el tema.—El cáncer no puede cambiarse, es una realidad y cuando es terminal, es terminal.—Eres un hombre de poca fe.Apolo se acercó a la recepción y dijo su nombre.—Sanders.—¿Gastón Sanders?Eso lo sacó de onda y le aclaró al encargado.—Ese es mi padre y murió hace varios años, soy Apolo Sanders.El sujeto revisó y comentó.—Tenemos al señor Gastón Sanders y su esposa registrada y a Apolo Sanders y su esposa registrada.Eso molestó a Apolo, que de un salto llegó del otro lado y Eva lo miró tan vital.—Deje ver eso.—Señor, esto es impropio.—Impropio y una m****a.Miró el monitor y ahí decía eso, su padre estaba en ese sitio, habitación 1616, negó con la cabeza y dijo d
Dallas tocó a la puerta, había ensayado su lado firme para tratar con su hermano; sin embargo, una bella señora le abrió la puerta sacándola de onda.—Disculpe, me equivoqué de habitación, pensé que era la de mi hermano.—¿Apolo es tu hermano?—Sí.Ella le dio pase y Dallas entró y vio a su padre frente a ella y cayó como un fardo en el suelo. Roy la ayudó a levantar y la colocó en un mueble cerca.—Dallas, cariño.Apolo fue a ella y la tocó.—Hermanita, por favor, hermanita.Gastón se acercó al sujeto que era muy fornido y le preguntó.—¿Qué hace usted con mi hija?Roy se quedó mudo, no entendía nada.**Eva esquivaba a su madre, se sentía en un quilombo lleno de personas y nada gratas.—¿Podemos hablar?—Ya hablaste muy alto con tus acciones.—No te pido que lo entiendas, solo pasó. Conocí a Gastón cuando vivía un momento oscuro de mi vida.Dios, no deseaba escuchar cómo se ennovió con el rico y dejó a su pobre padre solo.—Quieres callarte, hiciste suficiente, Evelin.—No todo es co
Karim Velchok se acercó al doctor Clarence llena de miedo y dudas.—¿Puedo hablar con usted?—Ahora, no.—Es sobre el caso Sanders.El anciano le indicó su oficina y entonces ella le comentó su duda.—Estoy avergonzada, resulta ser que recibí esos análisis y tenía que llevárselos y… Tuve un inconveniente familiar y dejé a cargo de otra enfermera.El anciano, preocupado por ese hecho, preguntó.—¿Qué me quieres decir?—Es que no sé si se equivocaron de paciente.Eso enojó al doctor, que estalló molesto.—¡Me dices que tal vez, Apolo Sanders puede estar sano!—Es una posibilidad.El anciano doctor, muy enojado, preguntó.—¿Quién quedó a cargo?Ella respondió apenada.—La enfermera Mattis.La llamaron inmediatamente y ella entró nerviosa; ahora era un asunto demasiado delicado.—Por la reputación de esta clínica, ¿te equivocaste con esos exámenes?Mattis abrió y cerró la boca sin saber qué decir.—Dime, por Dios.Ella asintió apenada y en ese momento el anciano se agarró ofuscado la cabez
Eva preparaba todo para su nuevo desfile y Kasy la ayudaba.—Manita, lo que me cuentas me ha dejado impactada, ¿tu padre ya lo sabe?—No, no sé cómo decirle que vi a mamá.Entonces decidió hablarle a su padre y cuando Kasy se fue se acercó a él.—Papá, tenemos que hablar.—Dime, Eva.Ella se restregaba las manos, mala señal, había hecho algo y entonces le preguntó.—¿Ese hombre te hizo algo?—No, no, es que en París… —se acercó a su padre—. En París me encontré con alguien.—¿Con quién?Ella entonces se dio la vuelta y su padre, preocupado por sus acciones, le instó.—Ya, dime.Se dio la vuelta y se lo dijo en la cara.—Vi a mamá, a Evelin.Él se quedó mudo de la impresión y Eva intentó minimizar el impacto de la noticia.—Se la ve vieja y maltrecha, se lo merece después de todo lo que nos hizo.—Eva…—La odio, la odio mucho y no vale la pena esa mujer.—Es tu madre.—Ya no más.—Eva… —buscó sentarse y miró a su preciosa hija frente a él—. ¿Te trató mal?Eva se pasó una mano por la cab
Eva parpadeó, no entendía su actitud, lo notaba frío y distante.—¿Qué sucede, Apolo?—Se acabó, no puede seguir con esto.—¿Por qué?—Eva, no puedo salir con la hija de la amante de mi padre.Eso la dejó impactada y ella balbuceó.—Yo no tuve la culpa.—Pero las cosas son así.Eva lo miró sorprendida y entonces le preguntó.—¿Qué pasó contigo?—Solo me di cuenta de las cosas.—¿Me usaste?—No, Eva, nos usamos.Ella negó con la cabeza y le indicó.—¿El trato se rompe?—Sí, te indemnizaré.—No quiero tu dinero, pensé que me querías.—Eva, sabíamos que esto no iba a ningún lado, somos de mundos diferentes y ahora con lo pasado entre nuestros padres, mi madre no solo te odiaría, te mataría.Eva le dijo entonces.—Te necesito.—Tienes fama, dinero y un camino en el modelaje y cincuenta mil dólares, vive con eso y déjame en paz.Eva lo miró y sintió que ese no era el mismo Apolo que ella conoció y se dio la vuelta molesta y le dijo.—Espero que no te arrepientas de esto.—Me arrepentí cuand
Eva era llevada en hombros por uno de los sujetos que acompañaban al Jeque y ella golpeaba su espalda diciendo.—¡Suélteme! ¡Auxilio!Llegaron al helipuerto y ella vio al Jeque esperándola.—No puede hacerme esto.—Querida, Eva, nos iremos a Dubai.¡Qué! Ella la pataleó y quiso escaparse y la agarraron fuertemente del brazo.—¡No la maltrates! La deseo intacta.—No, me pienso ir con usted.Era arrastrada hasta el helicóptero. El jeque subía detrás y el corazón de Eva estaba apretado, viendo la oportunidad de poder escaparse.**Apolo buscaba a Eva en el hotel y vio a uno de los hombres del jeque rumbo a los ascensores y lo agarró, le aplicó una llave y lo tiró al suelo.—¿Dónde está Eva?—Laqad jana jununaka! lan 'aqul shayyaa.(¡Te has vuelto loco! No diré nada).—Min al'afdal 'an tukhbirani wa'iilaa sa'aqtuluk bila rahmatin.(Te conviene decirme o te mataré sin piedad).El sujeto se sorprendió de que hablara su idioma y le dijo en español.—Ya es muy tarde, ella debe ir volando a Dubai
Úrsula preparaba todo para la fiesta de su hijo, mientras Rodri le leía los pormenores de lo pasado.—Ahora dicen que Eva es la mujer más bella del mundo.—Ja, me canso de reírme.—Eso dicen, todos desean una foto de la bella joven.—Es una locura, por ella lastimaron a mi Apolo.—Tu hijo se volvió loco por esa mujer.—Es el mal, mi difunto marido era así, se volvía loco por cada falda que se le ponía enfrente.—Todo un fanfarrón.—Con dinero cautivaba corazones, claro, de ilusas que se volvían locas con nuestro dinero.Rodri asentía solemne y Dallas bajó en ese momento.—Mamá, pienso ir a ver a mi hermano, quiero ver cómo está su herida.—Nada le sucede a tu hermano, es como un superhéroe capaz de rifarse el pellejo por cualquiera.Dallas miró a su madre molesta y le respondió.—Para ti estuvo mal que defendiera a su novia de un mal tipo, ¿verdad?Úrsula le aclaró un punto a su hija que para ella era vital.—Es mujer, no es la novia, tu hermana, es una pobre criatura con ínfulas de mo