¿Lograrán separarlos? Dios mío, cuánta envidia.
Fontaine recibía a Evelin Del Valle y escuchaba su petición de despedir a Eva de los eventos, ese detalle le sorprendió.—Eva es espectacular, lo mejor en mucho tiempo, tiene encanto, picardía y está en el top.—Debes hacerle perder contratos.Fontaine negó con la cabeza y le dijo a la dama.—Lo siento, Eva es especial, como ella pocas, me sorprende de ti que eres su madre.—Amo a mi hija, pero se está saliendo de control.—Tienes una hija que de mesera pasó a estrella de pasarela, pocas pueden lograrlo y cautivar a un Ceo en el proceso.Por ese lado no pudo hacer nada, llegó al hotel en donde su marido la esperaba y al verlo serio supo que venían tormentas encima.—¿Hablaste con tu exmarido?—Sí, y no quiere hacer nada.—Parece que esto nos va a costar mucho.—Solo un poco de paz.Pensó en su hijo, tan recto y fuerte, cautivado como un muchacho por una linda dama, pero tenía que separarse de ella.**Eva ensayaba con tacos altos su pasarela. El traje era divino, pero los accesorios pe
Uno de los hombres que habían enviado a auditar a Donald encontró en la computadora de la oficina un archivo que tenía el nombre Eva.—Creo que encontré algo.Le mostró a su superior y este asintió y llamó a Brenda.—Señorita Novak, encontramos un archivo con el nombre de Eva.—Perfecto, ábranlo y descubran si hay algo más.Cerró complacida y su hermano la miró con curiosidad.—¿Qué te hace tan feliz?—No lo sé, siento que todo va a cambiar.—Apolo no vale nada, hermana.—Puede ser, pero su dinero lo vuelve valioso.—Si pudiera, le pegaría una buena zurra, me dio el auto.Ella lo miró extrañada.—¿Qué auto?—Mi auto deportivo, el naranja.—Oh, creo dijiste que tenías un percance con él.—Más que percance, fue Eva la que me lo dañó.Eso le interesó y se acercó a su hermano.—Cuéntamelo todo.Dietrich le narró su episodio con la mesera y Brenda, interesada, le comentó.—Ella fue defendida por Apolo.—Dijeron que eran novios.—Es raro, muy raro. Apolo no es de los que sale con una mesera,
Úrsula reaccionó para decirle a la petulante chica.—¿Tú mantienes a mi hijo? ¿Te volviste loca?—Los que se volvieron locos son ustedes, es su hijo, por favor, déjenlo en paz.Gastón le dijo a la joven petulante.—Eres linda Eva, pero no lo que mi hijo necesita, así que si tienes dignidad te alejarás de mi hijo.Eva le respondió molesta.—Tengo mucha dignidad, señor, tanta que no me valgo de muertes falsas para irme con la mujer de otro.Tom le dijo al sujeto.—No me gusta que mi hija salga con un Sanders, pero ella ama a su hijo y no puedo evitar ese hecho.Gastón visiblemente molesto le dijo al sujeto.—Usted nunca tuvo carácter para evitar las cosas.Eva vio eso como una provocación y lo enfrentó.—Lo único que hizo mi padre fue creer que mi madre podía ser una buena esposa, cuando su rol era de amante.Evelin gritó.—¡Eva! ¡Qué dices!Ellos comenzaron a alejarse y Brenda tomó el móvil.—Quiero que publiques todo.Úrsula se temía el escándalo, pero ya nada podían hacer.**La organ
Apolo regresó a su casa y Donald lo esperaba en la entrada.—¿Pudiste detenerla?—No, se fue.—¿En serio?—Sí, en serio, se fue.Entró cansado y le dijo a su amigo.—No quiero saber de mi familia en toda mi vida.—Te entiendo y da pena.Su padre lo llamó y él ignoró esa llamada, su madre no paraba de llamarlo por el móvil y él no atendía. Pensaba en Eva, tenía que volver a tener a Eva en su vida.**Úrsula estaba preocupada, daba vueltas en la suntuosa sala y murmuraba al teléfono.—No contesta.—Tal vez solo quiera llamar la atención.—No, mi hijo no es así.Gastón le comentó en ese momento.—Apolo va a entender que fue lo mejor.—Escucha, quiero el divorcio.—Claro, vamos a ese punto.—No quiero saber de ti, solo quiero lo que me corresponde y les corresponde a mis hijos.—Claro, ahora quieres pensar en ellos.—Siempre pensé en ellos.Entonces la dama le preguntó con interés.—¿Piensas formalizar con esa mujer?—No lo sé, Evelin está molesta.Ella hizo una mueca y le dijo a su exespo
Eva miraba a Apolo sin dar crédito a nada de lo que veía.—¿Cómo pudiste hacerme esto?—Oh, oh, ¿quieres callarte?—¡No me voy a callar! —gritaba más.Daba vueltas por la habitación y le gritó.—¡Me fui unas semanas y ahora te encuentro con otras mujeres!Apolo se cogía la cabeza, le dolía mucho y Eva gritaba y gritaba.—No me fui a pasear, fui a luchar por mi carrera, por nosotros.—¡Te fuiste con un árabe!—No, me contrataron sus empresas y ahora esto… Apolo, ¿en qué pensabas?Apolo se acercó a ella, molesta.—¡Te pedí que no te fueras y lo hiciste!—¿Es por eso que hiciste todo esto?—No, es porque estoy harto de ti, de mi padre y madre y de todo el mundo.Eva se pasó una mano por el cabello y le preguntó.—¿No me quieres?—¿Sabes…? El peor error que cometí es haberte contratado.Eso le dolió a Eva, que le recalcó.—Hemos pasado tantas cosas juntos.—Has puesto mi vida de cabeza y no puedo seguir, lo perdí todo.—Me tienes a mí.—No, no, no te tengo, te fuiste de mi lado.Ella enton
Eva revisaba la hermosa pieza que tendría que modelar para la casa Sadym, una familia de prestigiosos joyeros. Ella era la ventana al mundo de ciertas joyas.—Tus manos son preciosas, lucirás perfecta en ese anuncio con las esclavas y demás joyas.Le decía un representante de la casa Sadym, con una sonrisa.—Gracias, entonces comenzaremos las tomas lo más pronto posible.Él asintió complacido y preparó el set para las tomas. Trajeron los vestidos que usaría y todos eran de lujo, de hecho, desde que estaba en Dubai, el lujo era lo que vivía a diario y más cuando comenzó a diseñar joyas inspiradas en sus sueños, entonces su nombre se puso a la par junto a una sociedad con los Sadym en donde le dieron relevancia a su trabajo.Kasy era su mano derecha, siempre junto a ella, en ese momento le pasaba otra joya.—Con tantas joyas manita me siento como el rey Midas.—Somos como Midas, mi cofre está lleno, pero es mejor. Acá mi vida es más tranquila y mis hijos están creciendo con otro nivel.A
Eva estaba decidida a defender su talento como diseñadora y su carrera como modelo, pero no deseaba exponer a sus hijos a la prensa y a los Sanders.Kasy le decía a su amiga en esos momentos.—Eva, tarde o temprano eso tiene que pasar, los chicos deben saber de su padre y ese momento es ahora.—No quiero que lo conozcan, es decir, ellos saben que tienen un padre, pero no deseo que Apolo piense que hago esto por él.—¡Qué vaina es que suceda todo en esa época!, y qué mal gusto el de Apolo al casarse con la Novak.Eva sentía un dolor en su corazón pensando en que Apolo deseaba rehacer su vida sin ella.—Después de todo, me odiará por lo de los niños.—Te odiará por eso y por tantas cosas.—Él me hizo a un lado, yo he cuidado de los niños y ahora, si regreso entonces… No va a saber qué son sus hijos, él puede casarse, nosotros tomaremos otra ruta.—Eso, amiga, eso, ellos allá y tú por acá.La pequeña Lavinia estaba escondida debajo de la mesa, el gran mantel que la cubría no dejaba que se
Eva revisaba que todo estuviera bien con el equipaje y la dama de la familia del jeque Mustafá la despedía.—Eva, que el destino te guie con bien.—Gracias, por todo, volveré.—Algo me dice que las cosas no son como piensas, pero si deseas te recibiremos con los brazos abiertos.Eva subió al avión con un peso en el corazón y sus hijos estaban emocionados con la idea de volar.—Por favor, se portan bien.—Claro, mami.Viajar los agotó, al menos eso sentía Eva. Para ese momento, Fontaine la esperaba en el aeropuerto con un vehículo para llevarla al hotel.—Todo está dispuesto para tu llegada, nadie lo sabe cómo lo pediste.—Perfecto.El hombre miraba a los niños tan lindos y comentó.—Serían lindos para comerciales.Ella miró a sus niños cansados y adormilados, le indicó a la institutriz.—Quiero que se ocupe de ellos, apenas lleguemos, los cambia y los recuesta, el cambio de horario puede serles pesado.La mujer asentía y Kasy le dijo emocionada.—Volvimos a Ciudad Capital, es precioso.