No podía dejar de mover la pierna. Llevaba más de quince minutos moviendo la pierna de arriba hacia abajo sin cesar. Estaba completamente nerviosa mientras intentaba demostrar seguridad, estaba cansada y tal vez aterrada de estar sola en un edificio con dos hombres que literalmente solo conocía sus nombres y sus puestos dentro de la empresa.
Natasha movía su pierna mientras observaba la pequeña luz tenue del edificio que iluminaba lo suficiente del pasillo para que este no estuviera en completa oscuridad. El refrescante aire entraba de manera ligera por la ventana que ella había abierto hace unas cuantas horas, la luna llena brillaba como nunca el oscuro cielo nocturno de la ciudad. El reloj marcaba las diez en punto y ella llevaba horas sentada en su lugar, únicamente se levantaba las veces que Milo le pedía buscar más papel para diseñar un nuevo boceto. A pesar de estar completamente cansada ella se esfor
7Con el primer flashazo de la cámara se inició la primera sesión fotográfica de la nueva colección llamada “Estúpido cupido”. Una colección basada en el amor negro, en la otra cara del colorido mes de Febrero. Una colección con la finalidad de demostrar que el amor no siempre era de color rosa.Cada una de las joyas eran magníficas con sus diseños únicos en elegancia y malicia. El collar era un perfecto conjunto de diamantes negros tallados a mano para conseguir una perfecta forma de corazón. Si Milo sabía algo del diseñador era que era uno de sus empleados y que no tomaría los derechos de esos magníficos diseños. Él no los había diseñado y no pensaba quedarse con el dinero de otra persona. Durante horas había creado de su empresa una cacería de artistas con el fin de encontrar a la
Milo había esperado que el estudio estuviera vacío para dedicarse a buscar el preciado collar de Natasha. Quería pedirle disculpas y no sabía cómo hacerlo. Había cometido un error al no haber confiado en su personal como solía hacerlo siempre. Paris se había aprovechado de la situación y había conseguido perfectamente lo que quería. El despido de Natasha.Creía que si lograba encontrar ese collar tan preciado para ella y conseguía que sus artesanos lo pudieran arreglar. Tal vez de ese modo podría tener la oportunidad de recibir su perdón. Se sentía mal por haberla juzgado porque ella lo había “juzgado”Estaba decidido a buscar el collar toda la noche si es que era necesario. Lo había buscado en cada uno de los rincones del lugar y no había podido encontrarlo. Lo había buscado en el suelo por horas hasta que su esp
9Natasha cerró la puerta tras de ella y se mordió los labios con fuerza antes de deslizarse por la puerta mientras lloraba. No había podido dormir en toda la noche y en cambio había estado buscando empleo toda la noche en el periódico de la ciudad. Esta mañana había salido a recorrer cada uno de los empleos que habían llamado su atención pero solo había podido conseguir empleo en una pequeña panadería que le pagaría la mitad de lo que Milo lo hacía.Se había mentalizado para estar lista en el trabajo justo antes de las tres de la mañana para poder limpiar y comenzar a hacer el pan desde temprano. Se seguía sintiendo herida por lo que había sucedido el día anterior pero mínimo había conseguido un trabajo que la ayudaría a no tener que regresar al infierno del que había huido.
10Todo estaba listo para la boda del año. Algunos de los invitados habían llegado con sus lujosas vestimentas llenas de hermosas pedrerías talladas a mano, todos parecían aportar elegantes piezas de los mejores diseñadores del momento.Algunas de las mujeres presentes se sostenían con orgullo de los brazos de los empresarios más adinerados de la ciudad y del país. Al igual que Paris no estaban ahí por amor, sino por dinero.Los empleados del lugar caminaban de un lado a otro mientras llevaban a cada uno de los invitados hasta sus mesas, cada cierto tiempo un auto de lujo llegaba a la entrada del castillo.A las 7:45 pm se detuvo en la entrada uno de los lujosos autos más conocidos de la ciudad. Un maserati quattroporte blanco conocido por ser conducido por Milo Williams. Un hombre vestido de traje negro corrió hacia la puerta y observó el auto
11Una pequeña oleada de aire recorrió el balcón, Milo observó los pequeños mechones danzantes de Natasha que se movían al ritmo del aire sobre su rostro enrojecido. La música nupcial se escuchaba al fondo, la boda había iniciado hace unos cuantos minutos y a pesar de ello ambos habían decidido quedarse en el pequeño balcón para poder disfrutar del aire fresco. A ninguno de los dos le importaba perderse la ceremonia e incluso la fiesta.Las marcas de llanto sobre el rostro de Natasha permanecían en ella y parecían no querer desaparecer con rapidez. Milo le había invitado a caminar por el jardín pero ella simplemente había contestado con un corto y seco “No”. Estaba confundido y su rostro lo demostraba. Por más que pensaba en lo que había sucedido no podía entenderlo, había visto a Natasha abrirse y cerrarse emocionalm
12— ¡No pude alcanzarla por tu maldita culpa!— reclamó Milo segundos antes de empujar a su hermano menor.—Hey tranquilo.—Mierda Joe, no sabes lo que acabas de hacer.— ¿Por qué no simplemente vas a su casa o le llamas?— preguntó Joe. — ¡No es como si no pudieras verla nunca más en la vida! Natasha no es una cenicienta.—No tengo manera de contactarla al menos que su familia quiera darme la dirección donde vive.—Entonces, ¿Qué mierda esperas?— ¿A dónde vas?— preguntó Michelle antes de tomar a Milo del brazo y sonreírle— no has bailado conmigo pero en cambio quisiste bailar con esa muerta de hambre.—Suéltame—le pidió Milo sin dejar de verla con el rostro completamente serio. — ten
13Natasha se miró en el espejo por un momento antes de apreciar los números en el reloj que anunciaban las 3:15 de la mañana. Estaba agotada y su rostro lo reflejaba sin pena alguna. Llevaba unos cuantos días trabajando en la panadería y con cada día que pasaba se sentía mucho más cansada, se dedicaba a hornear prácticamente toda la mercancía que se vendería en el día y al salir de ahí corría a hacia la empresa para poder llegar a tiempo a su principal trabajo. Pasaba todo el día trabajando pero de ese modo podría permitirse unos cuantos lujos a fin de mes, por ejemplo carne.Extrañaba la sensación de saborear el delicioso sabor de un jugoso filete recién hecho al carbón con un poco de salsa barbacoa. La última vez que había visto uno ni siquiera lo había probado. Ese día había conocido a
14Juliet se acercó a Milo con una gran sonrisa en el rostro. Había comprado algo para él y estaba completamente lista para entregárselo.—Señor—dijo ella, manteniendo la gran sonrisa en su rostro.—¡Juliet!—dijo Milo.—¿Ha visto a Natasha?—¿Natasha?— preguntó Juliet antes de borrar la sonrisa de su rostro.— jefe… usted,¿Quiere salir con ella?— preguntó con un nudo en la garganta.—Si— admitió él.— lo siento, Juliet— dijo. Él llevaba tiempo sabiendo de los sentimientos de Juliet hacia él pero lo había ignorado por completo.— espero que esto no afecte tu relación con Natasha. Parece que ella te aprecia mucho.—¿Afectar?— preguntó Juliet con una pequeña risa entristecida— la