-¿Cómo estás?
- Creí que no vendrías más.
- Sólo fue una semana, pero ya estoy aquí.
Me acerco y le saco la capucha y suelto sus manos y pies como ya se nos hizo costumbre.
- Mira lo que te traje.
Entregarle un CD de recopilatorio y ver como se le va iluminando el rostro con cada canción que va leyendo me hace dar cuenta que no estoy equivocado con la decisión que tome.
Me da igual los planes que tenga mi padre, simplemente no voy a seguir su juego y mucho menos hacerle nada que la pueda perjudicar con el tiempo.
- Está hermoso, gracias.
Dice levantando la mirada hacia mí y puedo ver la duda de si levantarse o quedarse ahí, aunque si se levanta no se que haría yo.
- ¿Te ha gustado?
Le preguntó aún sabiendo la respuesta por la cara que tiene.
- ¿Estas de broma? Claro que me gustó.
Me dice sonriendo, logrando con ello que yo ría como tenía tiempo que no lo hacía.
Estar con ella aunque sea en esta condición es totalmente diferente a cuando estoy con Paola, aunque ella y yo solo aparentamos ser novios en público o delante de nuestros padres pero no somos más que amigos.
- Blanca, tarde esta semana sin venir porque estaba arreglando unos asuntos.
Ella sólo me miraba sin decir palabra esperando a que yo siguiera.
- Aún no te lo diré, pero tiene que ver con nosotros.
- ¿Nosotros?
Me pregunta con dudas y no me extraña porque hasta yo me sentí raro pronunciando nosotros.
- Aunque suene raro si, nosotros.
Le digo volviendo a repetir, haciendo que ella preste toda su atención dejando el CD a un lado y mirándome.
- Pero como ya te dije aún no te diré nada.
- No seas así, empiezas, terminas.
Me dice poniéndose de pie y acercándose a mi haciendo que me ponga nervioso, se supone que quien tiene que poner nerviosa a ella soy yo no al revés, pero es inevitable, toda ella es para ponerse nervioso y más. Es más alta de lo que creí, su cuerpo delgado pero tornado en todos los aspectos, su nariz refinada, sus labios carnosos, esos ojos, Dios! Es una mujer de ensueño para cualquier hombre.
- Deja de mirarme así.
- ¿Cómo?
- Así, como me estás mirando, me intimidas.
- ¿En serio te intimido?
- Aunque no lo parezca, si.
Me dice y puedo notar como se va ruborizando, me acerco a ella ya que se quedó parada. Mi respiración en este momento es un caos y al acercarme más me doy cuenta que la de ella también.
- No se que me pasa, pero estar a tu lado me hace confiar en que no me harán daño en este lugar.
Me dice mientras sus ojos se cristalizan.
- No permitiré que te hagan daño.
Le digo a sólo milímetro de su boca, pero me alejo porque no creo que si le beso pueda parar y sólo quiero que siga confiando en mí para sacarla de aquí, ya se que la encerraré en otro lugar pare estará mucho más cómoda que aquí. Cuando se lo mencioné a mi padre se negó rotundamente, así que lo hice a mi manera.
- Tengo que irme, sólo te traje esto para que...
Me quedo en silencio mirando a los lados, ¿cómo pude ser tan estúpido? Aquí no tiene nada en donde escuchar el cd, apenas logré que le pongan una mesa para que coma más cómoda.
Uno de los chicos me dijo que le llevan la comida y la sueltan para que coma sola y eso es un avance lo cual no creo que mi padre sea el responsable y en la ducha igual, una de las chicas la lleva al baño y la deja ducharse, de eso ya llevan tiempo y no me había enterado hasta hoy.
- Leeré las canciones, no se si algún día las pueda escuchar, pero gracias por el disco.
Me dice volviendo a su lugar, logrando que se me forme un gran nudo en la garganta.
Casi cuatro meses aquí y mi padre no deja que le acomode, esto ya se está saliendo de control y haré lo que tenga que hacer antes de que esto pase a más.
Salgo del lugar y todos se quedan mirándome, no entiendo bien el por qué me miran, pero me imagino que es porque no tengo buena cara, no he dormido muy bien últimamente planeando todo y buscando todas las maneras posibles de que mi padre no se de cuenta de nada.
Hace dos días que la vi con su cara de felicidad cuando recibió el cd y después de tristeza cuando recordamos que no tiene donde escucharlo, dos días en los cuales no he dejado de pensar en cómo sacarla de ahí.
- Hola padre.
Digo nada más mi padre respondió el teléfono.
- Hijo, ¿Cómo va todo?
- Todo bien papá, sólo quería saber hasta cuando llevarás todo esto, ella está sufriendo en ese encierro sin fundamento.
- Tú no eres quien para decirme lo que tengo o no que hacer, ¿Me escuchaste bien? Así que no cuestiones mis decisiones y has lo que te ordeno, ¿Estamos?
No digo nada y solo me quedo pensando en su reacción cuando se de cuenta que ella no seguirá ahí, que me la llevaré conmigo.
Mientras Blanca sigue secuestrada ya desde hace cuatro meses y sin saber el porqué de su secuestro sigue su padre cada vez más desesperado.- Tiene que haber algo. Ya son cuatro meses y nada.- Señor Allendi, es lo único, lo siento pero tengo las manos atadas y más si los secuestradores no dan señales de lo que quiere.- No tengo cabeza para nada, mis negocios están en manos de mi hermano porque yo no puedo llevarlos a cabo.Llevar estos meses muerto en vida, con la incertidumbre de no saber si su hija está bien o está mal y sobre todo de no
~Blanca~Hace unos cuantos días que vino y me trajo este cd, un cd que me acompaña desde que me lo entregó, intentaron quitármelo pero no pudieron, me aferre al disco como si fuera mi muñeca favorita de cuando era niña, la primera muñeca que me regaló mi mamá antes de enfermar y caer en cama y meses después dejarme sola con mi padre.No termino de acostumbrarme a este encierro, cada día me desespero mas y es peor cuando él no viene, cuando tarda días en venir.Por lo menos ahora no me tienen la capucha puesta ni las cadenas que me dejaron marcas en mis muñecas y tobillos, por los movimientos bruscos que hacía al sentir a alguien to
- ¿Qué pasó? Escuchamos mucho ruido.Nada más salir me pregunta Juan mi gran amigo.- Tenía ataque de pánico.- ¿En serio? Nunca la vi flaquear, lo contrario, siempre retadora.Dice otro de los chicos y con eso todos empiezan a dar su opinión de su comportamiento, el caso es que ninguno la conoce como yo, o ¿quizás simplemente ellos hacen su trabajo y yo rompí las reglas que me dictaron?Tengo que dormirlos a todos incluido a mi gran amigo para que no l
Salgo del coche y marcó su número.- Hasta que te dignas en llamar. ¿Cómo va todo?- Tendrías que verlo con tus propios ojos, están todos dormidos como niños. - Me sonrío. - Pero no te preocupes que no la llevaré a su casa y mucho menos la dejaré libre, por el momento, claro. Cuidate y que no te de un infarto cuando veas el lugar. Hasta luego... PA-PÁ.Termino la llamada y sigo en marcha.- ¿Por qué lo haces?- ¿No querías salir de ahí? 
~Blanca~No puedo creer que me traiga a otro encierro, por lo menos estaré más cómoda como me dice.Lo veo tomarse una cerveza y ya va por la segunda, ¿Cuánto aguante tendrá? Me da igual, por mi puede ser alcohólico, lo único que quiero es estar con mi padre.Sigo mirando la cabaña y de repente empieza a sonar su teléfono, me asusto y al darme la vuelta él está mirando la pantalla, gruñe para sus adentros.- Regresó en dos horas o más, prepara lo que quieras para comer y si te quieres dar un buen baño está en tu habitación, conoce la cabaña y
Aquí estoy sentada en esta mesa preparada para empezar a comer mientras suena Laura Pausini en la radio cuando la puerta se abre.Me levanto y me voy a una esquina sin saber qué hacer cuando él me mira y me regala una sonrisa, una sonrisa que me inquieta y la vez me tranquiliza.- Huele muy bien.Se acerca donde está la radio y lo baja un poco.- Así podremos hablar mejor y sin tener que gritar ¿no crees?- No hay nadie alrededor, así que nadie es
Moverse en una cama super cómoda después de tanto tiempo dormir prácticamente en el suelo es lo más reconfortante que me ha pasado en estos días, no se que hora es, tampoco es que importe mucho no tengo nada que hacer y me quedo un poco más en la cama.- Cariño, quiero que estés tranquila, aquí nadie te hará daño.Llega a mi cabeza la voz de mi padre cuando llegue la primera vez a la casa. Me sentía con miedo ya que no conocía a nadie pero el me dio confianza, tranquilidad y sobre todo esa paz que necesitaba a mi corta edad. Conocer a mi mamá fue una odisea ya que tenía miedo a que no me quiera, pero con papá a mi lado fue mucho más fácil. Su padre piensa en ella a cada segundo, volvió a la empresa hace dos meses algo que a su hermano no le agradó mucho que digamos pero aún así tiene que aceptarlo ya que es el dueño de todo.- Tienes que firmar estos papeles.- ¿Y la secretaria donde está? Esto le corresponde a ella.- Está fuera, pero quería verte, saber cómo te sientes, tengo derecho a preocuparme por mi hermano ¿no?Antonio sólo le sonrío y firmó los papeles del sobre sin apenas leerlo, justo ese día no tenía ánimo de nada, ya hacía ocho casi nueve meses que no estaba con suCapítulo 13