- ¿Qué pasó? Escuchamos mucho ruido.
Nada más salir me pregunta Juan mi gran amigo.
- Tenía ataque de pánico.
- ¿En serio? Nunca la vi flaquear, lo contrario, siempre retadora.
Dice otro de los chicos y con eso todos empiezan a dar su opinión de su comportamiento, el caso es que ninguno la conoce como yo, o ¿quizás simplemente ellos hacen su trabajo y yo rompí las reglas que me dictaron?
Tengo que dormirlos a todos incluido a mi gran amigo para que no l
Salgo del coche y marcó su número.- Hasta que te dignas en llamar. ¿Cómo va todo?- Tendrías que verlo con tus propios ojos, están todos dormidos como niños. - Me sonrío. - Pero no te preocupes que no la llevaré a su casa y mucho menos la dejaré libre, por el momento, claro. Cuidate y que no te de un infarto cuando veas el lugar. Hasta luego... PA-PÁ.Termino la llamada y sigo en marcha.- ¿Por qué lo haces?- ¿No querías salir de ahí? 
~Blanca~No puedo creer que me traiga a otro encierro, por lo menos estaré más cómoda como me dice.Lo veo tomarse una cerveza y ya va por la segunda, ¿Cuánto aguante tendrá? Me da igual, por mi puede ser alcohólico, lo único que quiero es estar con mi padre.Sigo mirando la cabaña y de repente empieza a sonar su teléfono, me asusto y al darme la vuelta él está mirando la pantalla, gruñe para sus adentros.- Regresó en dos horas o más, prepara lo que quieras para comer y si te quieres dar un buen baño está en tu habitación, conoce la cabaña y
Aquí estoy sentada en esta mesa preparada para empezar a comer mientras suena Laura Pausini en la radio cuando la puerta se abre.Me levanto y me voy a una esquina sin saber qué hacer cuando él me mira y me regala una sonrisa, una sonrisa que me inquieta y la vez me tranquiliza.- Huele muy bien.Se acerca donde está la radio y lo baja un poco.- Así podremos hablar mejor y sin tener que gritar ¿no crees?- No hay nadie alrededor, así que nadie es
Moverse en una cama super cómoda después de tanto tiempo dormir prácticamente en el suelo es lo más reconfortante que me ha pasado en estos días, no se que hora es, tampoco es que importe mucho no tengo nada que hacer y me quedo un poco más en la cama.- Cariño, quiero que estés tranquila, aquí nadie te hará daño.Llega a mi cabeza la voz de mi padre cuando llegue la primera vez a la casa. Me sentía con miedo ya que no conocía a nadie pero el me dio confianza, tranquilidad y sobre todo esa paz que necesitaba a mi corta edad. Conocer a mi mamá fue una odisea ya que tenía miedo a que no me quiera, pero con papá a mi lado fue mucho más fácil. Su padre piensa en ella a cada segundo, volvió a la empresa hace dos meses algo que a su hermano no le agradó mucho que digamos pero aún así tiene que aceptarlo ya que es el dueño de todo.- Tienes que firmar estos papeles.- ¿Y la secretaria donde está? Esto le corresponde a ella.- Está fuera, pero quería verte, saber cómo te sientes, tengo derecho a preocuparme por mi hermano ¿no?Antonio sólo le sonrío y firmó los papeles del sobre sin apenas leerlo, justo ese día no tenía ánimo de nada, ya hacía ocho casi nueve meses que no estaba con suCapítulo 13
~Kendal~Estoy cansado de todo, he pasado siete meses con ella en aquel cuchitril donde ella sólo podía moverse dentro de esas cuatro paredes y después dos meses mientras preparaba todo para su regreso en la cabaña, donde me di cuenta lo que en realidad siento por ella y si, me enamoré como un loco de Blanca Allendi algo que se podría decir que es pecado pero, no lleva la sangre de Antonio Allendi por lo tanto no es sobrina de Samuel Allandi ese hombre el cual tengo en frente gritándome como sólo él lo sabe hacer y que dice llamarse mi padre.Me molesta mucho siempre que me llama Sam o Samuel y lo sabe perfectamente.- Mi nombre es
Me tiro en la cama solo sacándome la corbata y al cerrar los ojos lo único que puedo ver es aquella noche de tormenta.- Kendal, Kendal.Me despierto y escucho la voz de Blanca desesperada tocando mi puerta y a lo lejos puedo escuchar uno que otro trueno, se me dibuja una sonrisa porque sé que tiene miedo, me lo dijo antes de irnos a nuestras habitaciones que no le gustaba la tormentas, simplemente pensé que no era para tanto.- Tranquila, no pasa nada, es sólo la tormenta.Le digo abriendo la puerta y el impulso que tuvo de abrazarme h
Escucho toques en la puerta y me levanto para abrir, la veo a ella parada del otro lado mirando sin entender nada sobre mi reacción. - ¿Puedo saber que te pasa? - Es la pregunta que me estaba esperando desde que entré a esta habitación y no a la de ella que últimamente estábamos compartiendo.- Llegó la hora.Le digo y la miro esperando su reacción y lo único que hace es darse la vuelta para bajar las pocas escaleras y sentarse en el sillón individual. Bajo detrás y me pongo de cunclilla delante de ella.- Blanca te lo había dicho, te dije que aquí dudarias menos que lo que duraste allí.