No fue sorpresa para nadie que al día siguiente el clima siguiera siendo el mismo: Nublado y tormentoso. Al parecer la ciudad de Londres iba a permanecer bajo las nubes grises y gotas de agua por unos pocos días más. Cosa que realmente no era un problema para nadie, tal vez un poco molesto por el hecho del ambiente húmedo y mojado, pero además de ello, nadie estaba ni cerca de estar completamente ofuscado o rabioso. Además, nada se podía hacer.Ahora bien, ya se traba del día miércoles y Matt estaba cumplido veintitrés años. Y la idea de hacer un festejo mucho más intimo se estaba cumpliendo a pie de la letra, no siendo demasiados ahora.Y al parecer a Oliver no le resultaba ninguna molestia que sus propios guardaespaldas fueran algo así como invitados también, incluso estuvieron presentes en el almuerzo que se realizó en el comedor principal. Oliver solo lo dejó estar, cumpliendo y no molestándose con la petición del cumpleañero. Vamos, era el día de Matt y él no se lo arruinaría, ya
Era momento de actuar, ya había dejado pasar suficiente tiempo, no podían perder más; Zev Dawson no iba a permitir que aquello pasase. Aunque no se arrepentía de haberse mantenido en las sombras, él y sus hombres pudieron realizar una tranquila y minuciosa investigación. La puerta se escuchó, fuertes pero tranquilos golpeteos. —Señor Dawson— Se trataba de un hombre corpulento que vestía traje oscuro; Sus manos se encontraban ocupadas, él traía consigo una carpeta negra. —Toda la información que pidió esta aquí, tanto información privada como pública— —Muy bien, puedes retirarte—. Dawson era un hombre frió, calculador y malvado, no había nada bueno en él. Sus ordenes debían ser escuchadas al pie de la letra o el castigo podría ser severo, y él no era alguien poco severo, le gustaba y gozaba del maltrato, era y es un hombre peligroso con el cual tratar. Había hecho una buena elección el seguir los pasos de su padre, un "mafioso" de fama mu
En total eran veinte hombres vestidos con trajes, y cada uno lucia serio e imperturbable, todos ellos estaban a la espera de algo, era obvio con solo mirarles. Además de que se encontraban fuera de la oficina de Harrison Lawrence. ¿Había nuevas contrataciones de seguridad?, ¿o simplemente serian nuevos empleados de la empresa?... James no estaba seguro, él no solía involucrarse en el trabajo de su padre, ni siquiera iba muy seguido a la empresa.Definitivamente no le interesaba en lo absoluto, pero si estaba entendido del funcionamiento de algunas cosas, de la parte financiera. Harrison se había encargado personalmente de enseñarle a su hijo, James, el manejo de la empresa, pues esperaba que este fuera el próximo cabecilla de las industrias Lawrence. Era como un legado a seguir, todos los hombres Lawrence habían dedicado su vida al trabajo, y aquello no cambiaria.
... —Lo siento, pero solo estoy siguiendo las ordenes del señor Lawrence, mi verdadero jefe— Ryan estaba manteniéndose en su lugar, él no estaba acostumbrado a esto, a lidiar con niños millonarios. Había querido darle un golpe ya hace unos diez minutos atrás, pero vamos, no podía cagarla en el primer día, y de hecho aun no había no empezado. Apenas h**o una corta y nada significativa presentación, pero él ya estaba bien informado, hay que recordar que había leído todo acerca de este chico y su familia. Lo conocía casi perfectamente, casi. Se percató de algo en niño, sus ojos, ambos eran del mismo color, un marrón oscuro. Fue suspicaz en sus miradas. A Jamen no le agradaba, aquello hacia las cosas mucho más fáciles. Podría tratarlo mal sin detenerse a pensar. —Eres un idiota, por supuesto que sigues sus ordenes— Había un doble sentido en sus palabras, Ryan pudo entenderle, aunque no dijo nada. —Bien, ¿Qué diablos buscas?, ¿cámaras y micró
James aun se encontraba en cama, aunque sabia que ya era de mañana, pues los rayos de sol se colaban por el ventanal medio abierto, el cual le habían dicho que mantuviese cerrado de ahora en adelante. Claramente no iba a obedecer ninguna orden que le diera el cretino en la habitación continua. Pero era demasiado temprano como para que James se pusiera de mal humor, por lo que solo dejó aquello a un lado.Mirando el reloj de mesa dio con la hora, las nueve de la mañana; Y aun tenía algunos días más para despertar a esta hora, si, definitivamente luego seria molesto. Pero bien, él fue el que insistió en retomar la universidad, podría haber hecho mucho más adelante, pero como se había remarcado adelante; James quería tener una vida normal, tener amigos y estudiar arduamente como el resto de los chicos de su edad. Simplemente no
James ya se encontraba terminado su licuado, y su atención a la pantalla plana se había trasladado a la pantalla de su celular, mandándose mensajes con su amigo. Él y Matt habían estado comunicándose desde que llegó a Londres, y su conversación de basaba en cosas simples, de James quejándose de su nuevo guardaespaldas y poniéndose al día con algunas cosas de la universidad. Él ingresaría el próximo lunes, en un unos pocos días, lo malo era que ya había perdido un mes de estudio, ingresando a mitad de año de segundo cuatrimestre de la carrera. Por suerte era alguien inteligente y de aprendizaje rápido, estaría perdido si no fuera así.Matt:—¡Mándame una foto de tu guardaespaldas! :D—, el mensaje fue enviado.James frunció el ceño
James se había mantenido muy callado los próximos días, tratando de no volver a cometer el error que ocurrio en la terraza. Él no debía mostrarse débil ante nadie, y mucho menos hacia su guardaespaldas, un don nadie. Además, hablar de temas delicados había estado muy fuera de lugar, vamos, el tipo era un completo extraño, ni siquiera con Matt había hablado tanto, nada. Era inaceptable. No volvería a cometer este gran error.Un guardaespaldas no era un amigo, estaba lejos de serlo.—Ve a traerme el almuerzo— James ordenó, aun con su mirada en su libro. Él estaba dándole la espalda a su guardaespaldas, —Rápido—. Escribió unos cuantos apuntes más en su cuaderno, no fue mucho, solo lo necesario, entonces él ya tenía el almuerzo en su mesa. —Vete— Dejando de lado el
...Al día siguiente nada cambio, a excepción de que James se encontraba mucho más molesto con su guardaespaldas y entonces se estaba desquitando con todo mundo. Había despedido al cocinero de una escandalosa manera, lanzándole el plato de comida a su ropa y diciéndole que su comida era asquerosa y que ya no soportaba comerla. También se encargo de Eleanor, la insulto de pies a cabeza y le mando a hacer todas las tareas de la casa sin ayuda. Hubo más, la televisión del living estaba siendo remplazada, pues James le había lanzado un vaso de vidrio; el espejo de su habitación y cuarto de baño tampoco se salvaron. Y por supuesto Ryan se había llevado una gran parte de la furia de James, su sopa había sido estropeada muchas veces y fue insultado de pies a cabeza.Habían sido un día de locos. James estaba fuera de control.