Esa última noche del año, fue una noche de sorpresas, la llegada de Augusto después de dos meses fuera de Roma, la llamada de Richard para decirme que está más enamorado que nunca y para sellar recibo la llamada de Brenda. —Hola amiga, Feliz año. —Feliz año Brenda, perdona que no te he vuelto a llamar, pero ando full con la apertura del restaurante. —No te preocupes amiga yo también ando full casi estoy terminando la carrera. Amiga, ¿no sabes nada de Marlon? —No, ¿por qué lo preguntas? —Por nada, sólo pregunto por si lo has visto en alguna revista. —Bueno sí, la otra vez lo ví en la portada de una revista, hablaban de su gira por varios países europeos, creo que empezó por Moscú, ahora debe estar en Berlín, de seguro lo invitaron para desfilar en la semana de la moda. —Fernanda, pero estás muy enterada de todo.. —Tu sabes que a mí me interesa todo lo referente a la moda. —Y si se refiere a Marlon, el interés es mayor. —Sí amiga, para
Richard me mira fijamente. —Bebé te estoy hablando con el corazón en la mano, lamento mucho lo qué pasó, no fui sincero contigo, a medida que te iba conociendo, iba creciendo mi interés por ti, me dio miedo que te enteraras que yo estaba casado, sabía que te iba a perder, igual te perdí, no contaba con la llegada de Marcela. — Osea que tú querías mantener esa mentira por siempre. —No, yo sabía que tenía que decirte la verdad, pero no sabía cómo hacerlo. Hubo un momento que quise aclararlo, pero tú me dijiste que no estabas interesada en mi y desistí de mi idea, total si tú no me amabas, no tenía caso aclarar las cosas. —Es cuestión de integridad, no importa si yo estaba o no interesada en ti, el caso es que tenías que ser sincero, pero claro tú lo que perseguias era otra cosa. —Al principio sí, pero después las cosas cambiaron, cuando te traje a esta casa ya no era lo mismo, ya me estabas cambiando la vida. —Vamos hacer algo, no me des la espalda, yo
Después de la cena me aíslo un poco, me retiro a un rincón donde está un amplio sillón y allí me siento con un vaso de whisky en mi mano, no han transcurrido ni cinco minutos cuando veo la despampanante figura de la hija del empresario frente a mí. —Buenas noches Marlon, ¿te puedo hacer compañía? ¿Cómo supo está mujer mi nombre? —Por supuesto, acompañeme. Lo que menos quería era compañía, pero esta es su casa, no me puedo negar. —¿Qué estás tomando? —whisky. Llama al mesonero. —Un whisky para mí y otro para el caballero por favor. Háblame de tu vida Marlon, me gustaría conocerte un poco más. —De mí no hay muchas cosas que hablar. —No creo, tú eres una persona muy interesante, en tan poco tiempo has alcanzado peldaños en el mundo del modelaje y eso es muy difícil de lograr. —Eso lo he logrado a fuerza de trabajo. —Háblame de ti, de tu vida personal. —¿Qué quiere saber? —¿Eres un hombre comprometido? Ya sé que c
Mi primer día de clase estoy feliz y a la vez muy nerviosa, hoy comienzo una nueva etapa, hoy doy el primer paso para subir los peldaños de mi larga escalera para lograr mi meta, para alcanzar mi sueño, pero sé que con la ayuda del Altísimo lo voy a lograr, me preparo para un mundo nuevo, no sé con qué, ni con quién me voy a enfrentar, pero de lo que sí estoy segura es que voy con todas las ganas y las fuerzas necesarias para llegar a la cima. Aquí estás Fernanda Brown, frente a la entrada de la academia, sólo tienes que dar un paso para entrar, sé que allí dentro me espera un mundo maravilloso, el mundo que siempre quise conocer. En el momento que voy a cruzar la puerta, siento un golpe que me hace perder el equilibrio y caer al suelo, mi carpeta que llevo en la mano cae al suelo esparciendo todos mis papeles. Trato de levantarme del piso, estoy furiosa, voy con la hora justa para entrar al salón y ahora me sucede esto. Miro al frente de mi y veo al causante
Como lo pronosticó Richard, en la academia existen toda clase de personas, los que más abundan son aquellos que quieren alcanzar el premio sin hacer mucho esfuerzo, quieren ganarse la confianza de los profesores a costa de lo que sea. También existen los honestos, los que te brindan una sonrisa porque la sienten, los que te brindan ayuda aún sin tu pedirla, vivimos en un mundo rodeados de fieras unos con colmillos y otros sin ellos, pero es nuestro mundo, sólo tenemos que aprender a vivir entre ellos, mi abuela siempre decía una frase cargada de sabiduría, "La vida no hay que vivir por vivirla, si no hay que saberla a vivir" Y eso hago día a día, aprendiendo a vivir. Así fueron transcurriendo los días en la academia, en muchas ocasiones, descubro la mirada del profesor sobre mí, no me dice nada sólo me ve y sonríe, me dijera Richard " la fiera acechando a su presa, esperando el momento oportuno para saltar sobre ella" sin embargo yo no lo veo así, es muy atento co
Richard se toma casi toda la botella de whisky acostado en la grama mirando el cielo, yo me siento a su lado, a veces me habla a veces no, así transcurre casi toda la noche. Puedo llamar un taxi para irme a mi casa, pero no quiero dejarlo solo. De pronto se levanta, me toma una mano y me dice. —Vámonos. Me ayuda a levantarme del suelo y luego nos vamos. Al llegar a la casa, me toma de nuevo una mano, se la lleva a su boca y me dice. —No te olvides que te amo, cuando me necesites no importa la hora, llámame y voy a estar allí. —Gracias. En un impulso, quizás de agradecimiento, me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, se voltea y de manera ligera sus labios rozan con los míos, me mira y me dice. —Baja del auto por favor. De inmediato entiendo por qué me pide que me baje, sin pensarlo mucho me retiro es mejor hacerlo en silencio sin preguntar. Inicio de semana el restaurante está marchando muy bien, las mesas siempre está
Jueves, día de la conferencia, el lugar estaba full, el profesor me ve y me hace señas me tiene reservado un asiento al lado de él, de la academia sólo estamos los dos, para mí eso es gratificante que me hayan tomado en cuenta para asistir a esta excelente conferencia dictada por uno de los diseñadores más famosos de Italia. Todo el lugar estaba en silencio sólo se oía la voz del conferencista, el profesor cuando quiere decirme algo, se acerca a mi oído para que yo pueda escuchar lo que me dice, pero se acerca tanto a mi rostro que sus labios prácticamente rozan mi oreja, hubo un momento que sentí que sus labios bajaron llegando hasta mi mejilla, yo me aparte un poco, pero para él ese movimiento que hizo fue como algo natural. La conferencia terminó un poco más tarde de lo que estaba planificado, el profesor me presentó a un grupo de personalidades de la moda, entre saludos y despedida se hizo más tarde aún, estoy preocupada porque se me olvidó decirle a Franco para qu
Despierto con el sonido de mi celular, veo la hora, tengo el tiempo justo para darme un baño, arreglarme para irme para el restaurante. Tomo mi teléfono para contestar la llamada, es Richard que me está llamando, qué raro Richard llamándome tan temprano. —Buenos días dormilona. —Buenos días Richard, ¿y eso tú llamándome tan temprano? —Estaba preocupado por ti. —¿Por mí? —Ayer, Franco me llamó para preguntarme si yo estaba contigo era muy tarde cuando me hizo la llamada, sin intención de meterme en tu vida, ¿dónde andabas tú anoche? Caramba, yo no quería que Richard se enterara, ahora resulta que Franco lo llamó, ¿por qué lo haría? —¿Franco te llamó? Y eso. —Resulta que tú quedaste con él para que te fuera a buscar, porque estabas en una conferencia y seguramente ibas a salir tarde, quedaste en que lo ibas a llamar cuando terminara la conferencia, pero él se quedó sin batería, cuando cargó el teléfono se dio cuenta que tenía una llamada