Richard se toma casi toda la botella de whisky acostado en la grama mirando el cielo, yo me siento a su lado, a veces me habla a veces no, así transcurre casi toda la noche. Puedo llamar un taxi para irme a mi casa, pero no quiero dejarlo solo. De pronto se levanta, me toma una mano y me dice. —Vámonos. Me ayuda a levantarme del suelo y luego nos vamos. Al llegar a la casa, me toma de nuevo una mano, se la lleva a su boca y me dice. —No te olvides que te amo, cuando me necesites no importa la hora, llámame y voy a estar allí. —Gracias. En un impulso, quizás de agradecimiento, me acerco a él y le doy un beso en la mejilla, se voltea y de manera ligera sus labios rozan con los míos, me mira y me dice. —Baja del auto por favor. De inmediato entiendo por qué me pide que me baje, sin pensarlo mucho me retiro es mejor hacerlo en silencio sin preguntar. Inicio de semana el restaurante está marchando muy bien, las mesas siempre está
Jueves, día de la conferencia, el lugar estaba full, el profesor me ve y me hace señas me tiene reservado un asiento al lado de él, de la academia sólo estamos los dos, para mí eso es gratificante que me hayan tomado en cuenta para asistir a esta excelente conferencia dictada por uno de los diseñadores más famosos de Italia. Todo el lugar estaba en silencio sólo se oía la voz del conferencista, el profesor cuando quiere decirme algo, se acerca a mi oído para que yo pueda escuchar lo que me dice, pero se acerca tanto a mi rostro que sus labios prácticamente rozan mi oreja, hubo un momento que sentí que sus labios bajaron llegando hasta mi mejilla, yo me aparte un poco, pero para él ese movimiento que hizo fue como algo natural. La conferencia terminó un poco más tarde de lo que estaba planificado, el profesor me presentó a un grupo de personalidades de la moda, entre saludos y despedida se hizo más tarde aún, estoy preocupada porque se me olvidó decirle a Franco para qu
Despierto con el sonido de mi celular, veo la hora, tengo el tiempo justo para darme un baño, arreglarme para irme para el restaurante. Tomo mi teléfono para contestar la llamada, es Richard que me está llamando, qué raro Richard llamándome tan temprano. —Buenos días dormilona. —Buenos días Richard, ¿y eso tú llamándome tan temprano? —Estaba preocupado por ti. —¿Por mí? —Ayer, Franco me llamó para preguntarme si yo estaba contigo era muy tarde cuando me hizo la llamada, sin intención de meterme en tu vida, ¿dónde andabas tú anoche? Caramba, yo no quería que Richard se enterara, ahora resulta que Franco lo llamó, ¿por qué lo haría? —¿Franco te llamó? Y eso. —Resulta que tú quedaste con él para que te fuera a buscar, porque estabas en una conferencia y seguramente ibas a salir tarde, quedaste en que lo ibas a llamar cuando terminara la conferencia, pero él se quedó sin batería, cuando cargó el teléfono se dio cuenta que tenía una llamada
Allí está Richard, me mira como si quisiera fulminar al profesor y a mí con la mirada, me dio la impresión que intentó retirarse, pero en eso Alondra lo ve y de inmediato se le guinda del brazo. —Richard que bueno que viniste, ven dime lo que quieras tomar. —Solo vine para felicitarte, no creo que pueda estar mucho tiempo. —Richard por favor, compláceme, mira allá está Fernanda hablando con el profesor, vamos para que la saludes. —Buenas noches Fernanda. —Hola Richard. —Profesor Luiggi, le presento a Richard un amigo de Fernanda. Los dos se dieron la mano, pero ví que Richard apretó sus mandíbulas, eso es una señal cuando algo no le gusta. —Fernanda convence a Richard para que se quede, me dijo que solo vino por un momento. Yo no dije nada, no era el momento. —Vente Richard, quiero presentarte a unos amigos. Al alejarse Alondra le tomó la mano y él se dejó. El profesor se queda conmigo, hablándome de cosas que yo no es
Sólo bastó el ¡Detente, por favor! para que su mano se detuviera, el puño de su mano se cerró al igual que sus ojos, así se mantuvo por un instante, pero luego abrió de nuevo sus ojos y con el dorso de su mano me acarició el rostro. Me besó la frente y casi como una súplica me dijo, vístete, anda a mi habitación y quítate ese traje de baño mojado. Así lo hice me cambio rápidamente y bajo hasta donde él estaba, lo encuentro sentado en el sillón con una copa en su mano. —Es vino, ya por hoy basta de tomar whisky, ¿Quieres una copa? —Sí, yo creo que me viene bien una copa de vino. Se levanta y me sirve la copa, pero no se sienta a mi lado lo hace en el otro sillón. —¿Puedo poner música? —Si, claro, ¿si quieres la pongo yo? —Me gustaría, pon lo que tú quieras. Me levanto y selecciono una de mis melodías favoritas "Only You" —Como si tenemos los mismos gustos, las mismas preferencias. Yo me quedo en el sillón, cierro mis ojo
Alemania : Berlín. La semana de la moda fue todo un éxito, atrajo a muchos compradores, la moda alemana fue tendencia en el mundo y eso por supuesto significaba más trabajo. Han transcurrido varios días y no he tenido noticias de Sabrina, la esposa del empresario, Dios quiera y se haya olvidado de mí, no quiero meterme en esos triángulos amorosos, en esas relaciones tan oscuras. Por otro lado Amalia, está como muy intensa e irritable, todos estamos sorprendidos por su actitud. En varias ocasiones se escuchan sus gritos en su oficina peleando con algún empleado. Después de un día de trabajo muy fuerte, por fin llegó la hora de salida para irnos a descansar. —Marlon, la señorita Amalia quiere que pases a su oficina. —¡Dios! Precisamente ahorita que tengo ganas de irme a dormir. —Bueno amigo, después del director ella es la jefe, así que vaya a su oficina, ¿ te espero? —No Gabriel, tú también estás cansado, adelantate y prepara un buen café p
Inicio de semana. Recibo la llamada del director para darme información sobre la hora exacta que debemos estar en la academia, para salir a la ciudad donde se va a dictar la conferencia. Estoy terminando la conversación con el director cuando el celular vuelve a sonar, sin darme cuenta quién está llamando respondo. —Dígame director. —No soy el director, me imagino que te refieres al director de la academia. —Sí, por supuesto a él me refiero, hola Richard. —Hola bebé, ¿podemos hablar? —Ya estamos hablando. —Así no, quiero verte antes que te vayas de viaje. Me quedé callada, seguro que ya Alondra le informó sobre el viaje. —¿Quién te dijo lo del viaje? —Fernanda estoy en la puerta de tu casa, sal y hablamos, te prometo que no te voy a quitar mucho tiempo. —Dame unos minutos y ya salgo. —Okey acá te espero. Me cambio de ropa lo más rápido que pude y salgo, al verme baja del auto y me abre la puerta para que entre, siem
Día martes, desde muy temprano estoy levantada esperando la hora para salir para la academia, ya tengo todas mis cosas preparadas, la primera llamada de la mañana fue de Richard para desearme un buen viaje, luego me llamó Milángela para decirme que estaba muy emocionada y que ya estaba saliendo para la academia. Yo también estoy nerviosa porque en esa conferencia nos vamos a encontrar con muchas personalidades de la moda italiana, tengo que dar lo mejor de mí, ganar su atención para ir entrando poco a poco en este mundo que tanto me apasiona. Ya mi hermano Franco me está esperando para llevarme, me despido de mi niño que ya despertó, está con la señora Isabella que lo tiene arreglado para llevárselo al restaurante. En la academia, todos estamos en el transporte que nos va a llevar a la ciudad de Florencia, el tiempo aproximado para llegar es de casi tres horas, en tren es mucho menos, pero el director quiso que hiciéramos el viaje en coche privado de manera de pod