Celos

Pablo 

Abro mis ojos viendo como ella me tomó desprevenido, la verdad quiero empujarla, ¡Está loca! como se le ocurre hacer eso, no obstante, me contengo ya que sería muy sospechoso. Así que la agarré sosteniéndola de la cintura pegando su cuerpo más a mi, así puedo generar incomodidad por parte de ella y que se aleje, algo que logré. 

—Jey, fue algo que sucedió. Lo que menos quiero es dañar a tu hermana, somos familia y no quiero que esto cambie nuestra amistad. —Jeyson respira y se aleja un poco, debí haberle dicho que me interesaba Hanna o algo así. 

—Curioso, porque un día dijiste que la veías como una hermana menor ¡Jamás me dijiste que la veías como mujer! es mi hermana. Tu eres mi amigo, eres mayor que ella y te conozco, no quiero que ella sufra o te mataré y hablo en serio. —Todos observaban el espectáculo y eso me genera impaciencia. 

—Te doy mi palabra que no será así. —Por inercia mire a Hanna quien está inexpresiva, su mirada está entre su hermano y el baboso del mío. 

—Tu y yo vamos a hablar muy serio después mocosa. —Ella lo abraza, lamento que Jeyson se vea afectado en esto, pero es necesario, no puedo perder algo para lo que me he preparado toda la vida. 

Mi papá se pone de pie y me hace señas que vayamos al despacho.

—Nos disculpan un momento, pueden ir sirviendo lo que deseen —comenta serio, él anda y yo lo sigo hasta que cierro la puerta con seguro. 

Él se sirve un trago y me hace señas para que lo imite. Luego se sienta y comienza a reírse. 

—Pretendes que te crea Pablo, te conozco así como Jeyson, sé que eres un don Juan. Esa niña no es para ti, no juegues con ella. ¿Qué quieres conseguir haciéndonos pensar eso? yo no te daré tu puesto en el despacho solo con esto, un compromiso que se ve muy falso —Mi papá habla con burla—. A veces pienso que tu hermano tiene más valor que tu. Cierro mis ojos conteniéndome por como dice eso. 

—Papá, mira no voy a hacer un teatro solo para conseguir lo que me pertenece, sé que te darás cuenta que ese puesto es mío, esto es un gran inicio de mi cambio, volví siendo una persona totalmente madura, así que te pido que no pienses que mi relación con Hanna es un juego. Adicional si alguna te has enamorado te vas a dar cuenta que el amor no falla cuando escogemos a la persona correcta. 

—Espero sea así, primero porque no voy a tolerar mentiras y menos que me pongas en ridículo. Salgamos que no está bien hacer esperar a la familia de tu prometida. —Muevo mi cabeza y salgo después de él. 

Al llegar al comedor se nota que el ambiente está tenso, la tía de Jey está hablando con él, se nota que lo ha calmado.  Miro a mi alrededor y Hanna no está, mucho menos Roy, mi papá continúa su camino y voy a buscarlos. Camino hasta verlos en el jardín. Me ubico sin que me vean para poder escuchar. 

—Nunca me dijiste que te gustaba mi hermano —él le habla, está cruzado de brazos. Su tono de voz es distinto, está muy molesto. 

—En los últimos días ni me prestabas atención, estabas con tu nueva novia. No veo porque te molestas. Fue algo que surgió y ya. —Ella suena muy convincente. 

—Me molesto porque… No creo que él sea la persona correcta, tu eres maravillosa y él no te merece. —Suelto una risa silenciosa, mi hermano está celoso. Eso me conviene, así ella puede darse cuenta que he cumplido con lo que le dije. 

—¿Según tú quién me conviene? Mira Roy, te quiero y lo sabes pero no por eso puedes decir que me estoy equivocando, créeme que si lo llego a hacer y me estrello, asumiré las cosas, las consecuencias. Confía en mí. No seas bobo, no te pongas bravo, sabes que lo que siento por ti no cambiará. —Ella besa su mejilla. 

Él la abraza, pasa su mano por la espalda, es más creo que la toca demasiado. Carraspeo con mi garganta haciendo que se sobresalten, quisiera reírme pero perdería credibilidad. 

—Hanna, estás aquí, te estaba buscando. —Ella achina los ojos, creo que estoy empezando a  divertirme con esto. 

—Los veo adentro. —Roy pasa por mi lado y ni siquiera me mira. 

Ella cruza sus brazos y le pido que me siga un poco más lejos de la casa. 

—¿Tenías que llegar en ese preciso momento? que inoportuno eres. —Ella me reclama alzando su voz, vaya que es un poco caprichosa. 

—Primero bajale a tu tono, no olvides que esto es algo de los dos. Adicional si alguien tiene que reclamar soy yo. —Ella arruga sus cejas—. Dijimos que no habría contacto físico y ya empezaste a aprovecharte de mí. —Ella cambia de colores y eso me causa mucha gracia.

—Lo hice para que fuera más creíble, no lo pensé mucho. Adicional lo estoy tomando más como un trabajo y ya. Estoy destacando con mi papel de actriz. —Ella hace una mueca—. Adicional que van a haber momentos donde toque hacerlo, mira si lo hago en el teatro no veo porqué no hacerlo acá. Es solo actuación. 

—Viéndolo así, me parece que tienes razón, pero te dejo claro que entre menos pase mucho mejor, solo quiero que imagines la escena. Eres como mi hermana menor, eso es asqueroso ¿Comprendes? —Hace una “o” con su boca. 

—Tranquilo, que tu tampoco es que seas de mi agrado. Todo esto lo hago por mi hermano, el que me interesa es Roy, él sí es un hombre que vale la pena besar. —Por Dios, sale con tanta inmadurez. 

—Bueno, ya perdimos mucho tiempo acá. Mira Hanna, quiero que veas como hoy avanzamos, Roy se puso muy celoso, eso es un gran paso para nosotros. 

—Lo sé, fue muy obvio. —Hace un baile muy ridículo celebrando. 

—Deberías dejar de comportarte como una niña, tal vez por eso mi hermano no te decía lo que sentía. —Ella se ubica frente a mí. 

—¿Estás diciendo que me comporte como toda una mujer delante de tu hermano. Crees que si me visto de otra forma él se pone más celoso? —Ella da una vuelta y sin querer la mire de más, claramente ya no es una niña y no está nada mal como mujer, ese vestido se ajusta muy bien a su cuerpo resaltando de más.

Me regaño mentalmente por mi pensamiento, retiro mi vista y cambió mi postura. 

—No digas bobadas, aunque te pongas un costal te vas a ver igual. Deberías ponerte tacones más seguido, te ves algo elegante. —Comienzo a reírme. 

—Eres un idiota. 

—Lo sé, mejor vamos "mi amor"  —la agarró de la mano para llevarla a la sala, por primera vez me desenfoque, creo que hace falta que vaya a ver a alguna amiga, otra por ahí así borró esa imagen. 

Volvimos y continuamos con esa cena, de la forma más incómoda posible, no puedo comportarme tan patán, ella me está ayudando. Puse mi mano debajo de la mesa y apreté la de ella, haciendo que me mirara, le dije en silencio “gracias” su mirada es tan dulce y tierna, no entiendo porque mi hermano jamás se declaró. 

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