Hanna
Luego de la cena tan bochornosa y de ver ese momento en el que Roy me demostró que está muy celoso, puedo decir que la cosa se ve mejor de lo que parece. En el camino nadie dice nada, Jey está mirando por la ventana mientras mi tía tiene una mirada indescifrable en su rostro. Le agradezco al mayor de los choferes de mi “prometido” y al bajar Loren golpea mi brazo con su cuerpo.
—Muchas veces las moscas muertas asumen que tienen las cosas —dice con voz burlona.
—¿Te duele que yo tenga un hombre guapo que muere por mi? —Ella se ubica frente a mi, me mira con rabia.
—Jamás alguien como Pablo se fijaría en alguien como tu, se nota que no es muy verídico, él es un hombre de verdad, con clase, en cambio tu no eres más que una igualada, una niña. —Ella aprovecha siempre que estamos solas para poder lanzar veneno.
—Te sorprendería ver a las mujeres a las que Pablo está acostumbrado, ya que son lo contrario a ti. Algo tuvo que ver en mí, para pedirme matrimonio ¿No lo crees? es más para que veas que el rencor no va conmigo, te voy a poner como mi dama de honor principal. —Ella niega con la cabeza y yo pongo mi mejor sonrisa, sé que eso es lo que más le molesta.
Paso por su lado y entró a la casa, mi tía me da un abrazo, y con sus ojos me indica que suba a ver a mi hermano. Ella definitivamente es como mi madre, tan comprensiva y cómplice. No hubiese podido pedir a alguien mejor como ella. Entre a la habitación de mi hermano, él está acostado con sus ojos cerrados, con su brazo derecho en la cabeza. Me acuesto a su lado.
—¿Estás enojado? —él suspira.
—No mocosa, no estoy enojado. Solo que no me esperaba eso, no me imagine que ustedes dos tenían algo. Eres mi hermana pequeña. Ahora en menos de nada te vas a casar. —Él se sienta y me sienta para que lo mire—. Mira, él es mi mejor amigo, lo conozco más que a nadie en la vida y lo que menos quiero es que esté jugando contigo. Adicional que te lastime, no soportaría verte sufrir por alguien.
—Eso no pasará, estás tú y créeme que Pablo le tiene más miedo a perder tu amistad que a cualquier cosa. Mejor te pido que dejes eso así, vamos despacio, acepté pero no sabemos como suceden las cosas después.
—¿Estás enamorada de él? —Por primera vez me hacen esa pregunta, no me gusta mentirle. Todo esto es por él, por nuestro futuro.
—Sí, lo quiero mucho. —Él asintió y movió mi cabello.
Salí de allí luego de quedarnos abrazados por un buen momento. Hoy ha sido un día cargado de muchas emociones, miro al espejo mi reflejo y esta no soy yo. Me acuesto a dormir con muchos mensajes de Luisa, ella me está preguntando que más sucedió cuando me desaparecí con los hermanos Saénz.
Me desperté con la mejor actitud y tarde, precisó hoy donde empezamos las audiciones para la nueva obra. Me doy un baño rápido y me coloco unos shorts con una blusa de manga larga, recojo mi cabello lo mejor que puedo y bajó las escaleras muy rápido, me despido de todos con un beso, bueno, no de todos de Loren no. Al salir veo el carro de Roy estacionado. Mi interior está que grita.
—Llegaremos muy tarde. Me hubieras podido decir que te levantarías tan tarde, yo te habría despertado. —Me da un beso en la mejilla.
—Lo siento, sabes que me cuesta levantarme tan temprano. ¿Vamos por Luisa? —Él niega.
—Ella me dijo que hoy llegaba con un nuevo amigo, sabes como es.
Sentía lindo verlo venir por mí, las últimas semanas no se había dedicado a eso, es más su prioridad era estar con su amiga. Mi teléfono sonó, mire y era Pablo, de inmediato colgué la llamada, no me interesa que me llame a cada segundo y menos, que controle mis tiempos.
—No recuerdo si te lo dije, pero ayer te veías muy linda. —Me mira mostrando una sonrisa seductora.
—No lo creo, es más así no me sentía tan cómoda.
—A mi hermano le gustan así, espero y no cambies por él. Me gusta tu autenticidad, eres única. No dejes que nadie te quite el brillo que te identifica.
Si ayer no me hizo dar un infarto con sus palabras, hoy si. Prendí la radio, necesitaba quemar todas mis energías con una canción. Puse nuestra canción favorita y los dos movíamos nuestros cuerpos y cantábamos a todo pulmón. El camino al teatro se hizo demasiado corto, llegamos en un abrir y cerrar de ojos. Entramos y el profesor estaba dando la indicación, nos miró con cara de pocos amigos.
Mi concentración se puso en él primordialmente, solo he interpretado personajes de papel secundario, no he tenido el protagónico ni una sola vez, creo que ya estoy demasiado preparada para uno. Cierro mis ojos al escuchar la obra “la bella y la bestia”, me encanta, es algo icónico. Me encantaría ser la encargada de darle vida una vez más a Bella y Roy sería la bestia indicada. Él siempre obtiene los papeles principales. Nos dan los libretos para que podamos estudiarlos, aunque para ser sinceros quien esté en este mundo y no sepa de esta gran obra, es porque escogió el camino equivocado.
El profesor se va, dejándonos allí, hoy solo son dos horas, luego debo ir a la universidad a ver las otras clases, el día de hoy por lo general es muy ajetreado. Nos sentamos sobre el suelo de madera, para poder estudiar los personajes, solo podía mirar las escenas de los dos principales, me moría por llegar a la escena del beso y por fin probar sus labios. Al mirar la hora, debíamos ir a la clase de expresión corporal, esa que en cierta parte me sé de memoria, el profesor lo que hace es contarnos de su vida privada mientras nos dice que debemos leer.
Salimos de allí, a Luisa la va a llevar nuestro nuevo compañero, un chico de unos 20 años, con ojos color verde y tez clara.
Me subí en el auto de Roy, teníamos tiempo de poder pasar por un sandwich. Cierro la puerta y acomodó el cinturón, pero siento que alguien agarra mi mano, levanto mi mirada y es Pablo, ruedo mis ojos.
—Hermano ¿Qué haces acá? —Roy habla fastidiado.
—Necesito hablar con Hanna —le dice sin mirarlo—. Te estuve marcando, necesito hablar contigo.
Mi mandíbula se tensa, es increíble la facilidad que tiene para hacerme enojar.
—Baja, en verdad es urgente por favor. —Levanta una ceja.
—Pablo, tengo que estudiar. Será en otro momento.
Él abre la puerta del carro y suelta mi cinturón.
—Hanna por favor, o prefieres que te saque de allí y te cuelgue en mi hombro. —Miro a Roy que tiene una expresión nula. Mira ahora al frente.
—Solo será un momento, debo ir con Roy a comer algo y luego a la universidad. ¿Está bien? —Pablo me estrecha su mano para ayudarme a bajar. Cierro la puerta y luego Pablo mira a Roy.
—Yo la llevo, puedes irte adelante. —Abro mis ojos mirándolo, tenía tiempo para pasar con Roy y no, el señor ahora quiere que me vaya con él.
Roy mueve su cabeza, y arranca sin despedirse.
—¿Y esto? Se supone que es para que Roy y yo estemos juntos ¿O me equivoco?
—No te equivocas niña, esto es parte del plan. Viste como se puso, ahora tenemos que irnos, mi papá quiere vernos. —Se acerca y pone su dedo en mi frente—. Así hagas esas caras, es parte del contrato.
—No recuerdo eso. Adicional, debo estudiar.
—No lo leíste bien, eso es para también las letras pequeñas. —Se ríe—. Hoy no puedes ir a la universidad, te prometo que te ayudaré a los que necesites, estudiaré el tema y te puedo explicar.
Camino detrás de él, sus pasos son más largos. Vamos primero a una tienda de ropa, él está escogiendo todo, yo solo puedo leer mientras termina su show de hoy. Observo que tiene demasiadas bolsas. Luego nos vamos hasta su apartamento.
—Toma vístete. —Miré las bolsas y es ropa muy costosa, abro una bolsa pequeña encontrando lencería, eso hace que los colores se suban por mi rostro.
—¿Es necesario todo esto?
—Sí, eso sale a juego con la ropa. No vas a querer que se vea mal. Adicional en el contrato decía que debo proporcionar ropa de acuerdo a la ocasión. Esa que usas puede mejorar, adicional que esta que escogí es muy acorde a lo que te gusta. —Se sirve una copa mientras me habla.
—No voy a usar eso, estás loco, no voy a ponermelo. —Cruzo mis brazos.
—Entonces tendré que hacerlo yo —pronuncia y hace que mi cuerpo quede paralizado.
Pablo Observó la cara de terror de Hanna y me provoca risa, ya veo como hacer para que mis caprichos funcionen, amenazarla con algo que no voy a hacer evidentemente. Ella tomó las bolsas de mala manera y se fue hasta mi habitación, aproveché para llamar a una de mis amigas, quedamos en encontrarnos esta noche y no creo poder, entonces lo ideal será que venga mañana. Continuó bebiendo, me imagino como voy a poner a trabajar al buffet, la cantidad de socios que voy a tener de más, quiero sacar de allí a ese que quiere quedarse con mi puesto, no me conviene tener personas así al lado mío. —¡Pablo! —tuerzo mis ojos, ya comenzó, por un momento olvide que ella estaba acá—. ¿Puedes venir? Por favor. —Hanna estoy bebiendo una deliciosa copa de vino, termina de arreglarte para poder irnos. —Continúe ahora leyendo el periódico, nuestro buffet sale en todos los medios, por los casos que ha podido ganar. —No puedo vestirme, necesito tu ayuda. Por favor, así no puedo ir a ningún lado. Tú
Pablo Mientras Hanna está comiendo la hamburguesa que pidió, mi papá me informa por un mensaje que no olvide llevar un detalle, es el cumpleaños de Juan, que se le preparara una fiesta como debe ser; no puedo creer que él se preste para que vayamos a una celebración de ese, eso es una estrategia para que mi papá caiga rendido ante sus cosas. Me llamo Mía, me levanto para ir a hablar en el balcón, no me gusta que nadie escuche lo que hablo. —Preciosa, también te estoy pensando —dije de inmediato cuando respondí la llamada. Ella es una que le encantan esas cosas, decirle que es la única, que la extrañan y todo eso, es algo que la coloca demasiado excitada. —Quiero verte bebé, me haces mucha falta y estoy en los días que necesito de muchos cariños, de esos que solo tu sabes dar. —Sonrió, realmente es una de las mejores amantes que he tenido, es la única a quien le ha quedado claro que es solo sexo. —Yo también pero, ahora no puedo. Es más, hoy no puedo. —Miró a Hanna que está senta
Hanna La fiesta estaba muy aburrida, había muchos temas de política, sobre cosas que son sin sentido para mí, debería estar estudiando pero no, estoy acá perdiendo el tiempo. Pablo se ríe con uno y otro abogado, es muy extraño su comportamiento con los demás, no sabía que podía ser tan amigable, conmigo se comporta todo egocéntrico, odioso y petulante. Jamás olvidaré la vergüenza que me hizo pasar, cuando llegó esa chica, la verdad procuraré dejar de ir por allá, no quiero dañar los planes, lo que dicen de él resulta ser tan cierto. Roy sigue bebiendo, pocas veces lo he visto así y me preocupa que haya tenido problemas en su casa y que por eso lo haya hecho. Observó a Pablo, está muy concentrado, así que aprovecho para “escaparme” Voy cerca a donde está Roy, la chica con la que le ha pasado lo deja por momentos. —¿Y tú te estás divirtiendo? —Él me mira y se ríe. —No deberías estar con el señor perfecto, déjame acá ahogarme en mis penas. —Se sirve una copa más y lo desconozco. —No
HannaAbro los ojos cuando escucho como alguien carraspea, Pablo nos mira enojado. Luego me hace señas para que lo siga, me levantó sin estar de acuerdo y lo sigo hasta su habitación. Al llegar cierra la puerta con seguro. —¿Qué haces acá? —Voy a dormir en esta casa esta noche, puedes irte, no me pienso ir. Miro como Pablo se hace en su cama como si nada pasara, se quita los zapatos y se recuesta, parece un niño pequeño inmaduro. —Dijiste que te quedarías acá esta noche, lo correcto es que duermas en esta habitación y no con Roy abrazada. Eso se vería mal. Es mejor que te acomodes que de aquí no saldremos hasta mañana —dice con una sonrisa y yo quiero acabarlo. —Eres un idiota, no se porque pensé que podrías ser diferente, pero no. Desde el momento que me propusiste eso supe lo mala persona que eras. Él cruza sus brazos y se recuesta en la cama. Al ver que no va a ser capaz de abrir la puerta me siento sobre la enorme alfombra y cierro los ojos, ahora que Roy por fin me dijo su
Miró a Roy y a Luisa, el primero tiene su ceño fruncido y la segunda una cara de sorpresa. Me quito el delantal y lo voy a saludar, también estoy un poco en shock al verlos acá, en especial al verme así en esa posición con Pablo. —Preparamos cupcakes ¿Qué hacen acá? —Mire a Luisa, Roy dio la vuelta y dejó sus cosas en el gran sofá—. No me avisaron o si no hubiera estado lista.—Vinimos a estudiar, no sabíamos que estabas ocupada —grita Roy sin venir a la cocina—. Si quieres nos vamos, podemos estudiar en casa de Luisa. Luisa se acerca y toma uno y se queda viendo de más a Pablo, casi que lo está intimidando. Me limpio las manos y arreglo un poco la cocina, todo quedó patas arriba. No entiendo porque la relación de ellos es así, yo amo a mi hermano y no me podría enojar con el idiota de Jey. —Pablo es mejor que te vayas, ha sido todo por hoy. Hablamos luego y si algo se presenta me avisas, no puedo descuidar mis estudios por andar detrás tuyo —digo mordiendo mi labio, es mejor así,
Pablo Me tomo el siguiente trago de whisky de la noche, mientras la mujer que está frente a mi me baila quitando prenda por prenda de su cuerpo. Tiene un antifaz, su cabello oscuro se mueve a medida que ella se acerca a mi. Ella es la primera vez que está aquí en mi casa, no me gusta repetir con ninguna mujer, bueno, la excepción es Mía ella es la única que sigue mis reglas así que no tengo problema con eso. La chica de la cual desconozco el nombre, se acerca a mi y suelta mi pantalón para luego besar mis piernas, va subiendo poco a poco, generando jadeos que salen de forma deliberada por mi boca. Ella continúa con su tarea, es especialista en complacer a un hombre sin que haya penetración de por medio. Así que debo ceder antes sus peticiones y dejar que ella haga que mi cuerpo explote en placer solo con sus caricias.Mi teléfono suena una y otra vez, es mi papá. Me comentó que quiere que trabaje para un caso bastante complicado, debo prepararme a la perfección, así demostraré t
Hanna Me encantan las hamburguesas, no obstante, la de hoy no. Pablo me mira y tiene en su rostro una sonrisa de perversión. Miro a mi hermano que nos está contando algo que le sucedió cuando estaba estudiando y como Pablo lo salvó de unas cuantas. Eso me hace agradecer mentalmente la forma en la que él apoya siempre a mi hermano de forma incondicional. Terminamos y le pedí a Jey que pagara y yo le daba el dinero en la casa, suficiente es con lo que ahora le debo… Por Dios, ahora en lugar de tener el dinero para ayudar a pagar la deuda de Jey y pagar mis gastos de la universidad. Dentro de poco también le voy a deber a Pablo ¡Qué bien Hanna! —Jey, gracias por traer a Pablo, a mi me dio pena llamarlo —dije mientras caminábamos por la acera del frente. —Mocosa no podía dejar que te sucediera algo, estoy a cargo de ti, aunque ya seas una mujer grande siempre te voy a proteger. —Me detuve y le di un abrazo, él merece lo mejor, él es el mejor hermano del mundo. —Te quiero, siempre se
HannaNos sentamos a comer, Luisa había traído frituras su alimentación no es para nada saludable y nosotros la apoyamos. —La verdad los felicito, van a ser la pareja del momento —Lu habla y me guiña el ojo. —Lo se, debemos ir a celebrar. Aprovechando que tenemos clase de nuevo mañana —denota Roy mientras destapa el jugo de fruta y nos da a cada una una porción. De inmediato las palabras de Pablo vienen a mi mente. “Iremos al club” Cruce mis brazos e hice un puchero. —No puedo, debo ir al club con Pablo, me invitó ayer. —Mire a un lado.—Ah entonces él fue el que te dio buena suerte, claro con ese premio de llevarte a pasar una tarde increíble ¿Quién no se esfuerza? —Comienza a reír Luisa por ese comentario. No sé si darle una bofetada o premiarla por sus comentarios. —¡Qué considerado mi hermano! Por lo general no suele llevar a sus conquistas al club. —Roy me mira fijamente—. Solo las lleva a su apartamento. —Y si, no se equivoca con eso. —Estás diciendo que solo es una conqui