Satarah estaba tratando de poner sus pensamientos en orden antes de responderle.Quería deshacerse de ese nudo en la garganta.—La usaré cuando la necesite —murmuró con incomodidad—. Estoy por terminar mi tesis.Dimitry no le respondió nada pero no pudo evitar deslizar su mirada por el cuerpo pequeño de Satarah envuelto en aquella ridícula ropa que solía usar para dormir.—¿Ese pijama es de cuando tenías once años? Es verdaderamente ridículo —lo provocó él.Satarah miró su pijama de Sailor Moon y se mordió el labio inferior para no enviarlo al infierno. Aquel era su acto reflejo, sin embargo, después de la noche pasada y todo lo que había visto entendía que no podía bromear con Dimitry ni retarlo.Estaba asustada incluso de estar a su alrededor ahora pero había algo más, una curiosidad insana sobre él, era como si Dimitry estuviera ocultando algo que ella quería descubrir y eso no le gustaba nada.Sentía que se estaba exponiendo ante un peligro innecesario.—¿Puedo ir a ver a mi madre
¿Que él no le había hecho daño?Satarah estuvo a punto de reírse en su cara pero se lo guardó para ella, eso era lo más sabio.Quizás no físicamente pero Dimitry la había lastimado con sus palabras más de una vez. Lo que ni siquiera ella entendía es cómo él tenía ese poder cuando ni siquiera sus padres la hacían sentir tan fuera de lugar.Los ojos de Dimitry se clavaron en ella analizándola intensamente provocando la incomodidad de Satarah.—Háblame —gruñó él tenso.A Dimitry no le gustaba que ella no reaccionara a sus burlas de la forma sarcástica que ella siempre lo hacía, realmente disfrutaba cada vez ella lo retaba, no quería que cambiara su forma de tratarlo pero sí que dejara de aventurarse a situaciones peligrosa. Jamás se había arrepentido en nada hasta que la llevó para presenciar esa tortura porque Satarah ahora no era la misma con él.Le enfurecía haber apagado esa vena rebelde suya, pero ver el miedo reglejado en sus ojos al mirarlo era lo peor.Tarah sabía que no debía fia
—Lo excitada que estás es porque soy tu esposo falso, Malyshka? ¿O porque quieres que entierre mi pene dentro de ti al fin? ¿Me quieres dentro? —su voz enronquecida y masculina provocó un estremecimiento dentro de ella.—E-es solo la reacción natural de mi cuerpo, tengo mucho tiempo sin tener sexo. Es natural, no te creas demasiado —afirmó tratando de parecer segura de sí misma sin saber que había encendido la oscuridad de Dimitry.La mandíbula de él se tensó mientras que su pulgar barría el clítoris de Satarah con una maestría suprema. Ella por su parte inhaló profundamente intentando no mover las caderas en torno a sus dedos pero esa era una misión más difícil de lo que creía.—¿Cuántos? —gruñó él.—¿C-cuántos qué? —habló ella tratando de mantener la poca cordura que le quedaba porque realmente estaba tan caliente que seguramente sus neuronas se estaban friendo.—¿A cuántos malditos dejaste que te tocaran?—Eso no es tu problema, imbécil.Él la agarró bruscamente por el cuello acer
"Estoy cediendo solo esta vez, una sola vez y será suficiente para aplacar esta necesidad."—No hay peros, eres mía ahora —la posesividad de Dimitry la hace estremecer enseguida.—D-dije solo por esta vez, p-ponte un condón, Dimitry.Él la miró de manera intensa con la mandíbula apretada.—Jamás usaré un puto condón contigo, Malyshka. Vas a darme un hijo. Sus caderas se movieron duramente y ella ahogó un gemido mordiendo su labio inferior tratando de ser racional pero Satarah solamente se había sentido así una vez en la vida y había sido por causa del padre de su hija.Por las noches cuando se excitaba todo lo que hacía era recordar aquella noche con él.Aunque ella no hubiera visto su cara sabía que él era sexy, lo poco que había visto de su cuerpo gracias a la carecia de luz le había gustado. Pero lo que realmente la había excitado era su toque atrevido, sus manos calientes, su boca que la hizo suya muchas veces antes de hundirse en ella.Dimitry no la había preparado con su boca pe
Satarah abrió los ojos a la mañana siguiente esperando encontrar a Dimitry en la cama pero no estaba.Se incorporó dando un vistazo rápido por el lugar incómoda pensando en todo lo que había pasado en una noche. Había esperado que Dimitry estuviera ahí y dijera algo sarcástico para atacarlo como siempre pero su ausencia la inquietó muchísimo más que su presencia.Inevitablemente experimentó una emoción extraña dentro de su pecho y sintió calor en sus mejillas al darse cuenta que estaba desnuda.—Mierda, ¿Realmente me acosté con Dimitry? Ay no. ¿Cómo debería actuar ahora?Se levantó de la cama temblorosa arropando su cuerpo con la sábana mientras se dirigía hasta el baño donde había empezado todo.—Supongo que todo seguirá igual. Le dije a Dimitry que solo sería una vez..."Pero él insistió que ella tendría a su hijo."—No va a pasar —gruñó Tarah dejando la sábana en el cesto de ropa sucia antes de entrar en la ducha—. No volveré a cometer el mismo error dos veces.Ya había sufrido dema
Las mejillas de Satarah enrojecieron visiblemente sintiendo los latidos acelerados de su corazón. Miró horrorizada la toalla arrugada al otro lado de la cocina antes de volver su vista a él.—¡¿Qué crees que estás haciendo Dimitry?! —susurró alterada cubriendo sus pechos con un antebrazo mientras su otra mano tapaba su zona V.La forma en la que Dimitry la estaba observando casi le hizo olvidarse de dónde estaba y la situación en la que se había metido por su despistado acto.De repente, sus manos granes cubrieron la piel de sus piernas justo por encima de las rodillas antes de abrir estas para posicionarse cerca de ella.—Tomando lo que me pertenece —dijo como si eso fuera lo más obvio.Ella sintió el deseo arremolinarse dentro de su vientre.—Apártate, alguien podría vernos. ¡Estamos en la cocina!—Debías haber pensado eso antes de provocarme, Malyshka. Ahora es demasiado tarde —su boca se deslizó por su cuello erizándole la piel.Ella intentó no ceder a aquel libido que comenzaba a
Salió prácticamente corriendo de la cocina con el corazón acelerado.No podía dejar de pensar en lo que había hecho con Dimitry hace segundos. Jamás se hubiera imaginado estar en esa situación pero...De repente escucha la exclamación horrorizada de "su querida suegra".—¡¿Qué haces en toalla por toda la casa?! ¡Eres una desvergonzada!A ella se le curvaron la comisura de sus labios y se encontró con la mirada furibunda de Yelena.No necesitaba esto.—Me apetecía hacer algo interesante por la mañana.Ella abrió la boca como si no esperara aquella respuesta. Parecía tan desencajada que Tarah estaba a punto de reírse en su cara pero cuando Yelena vio salir a Dimitry de la cocina palideció notablemente. Era obvio que se había dado cuenta de lo que había pasado.Aunque Tarah se sintió incómoda al verse descubierta le encantó el horror en la mirada de Yelena."Supéralo, "suegra". A tu hijito le encantó tomarme en tu cocina."—¡Dimitry! ¡¿Qué es esto?!Satarah miró a Dimitry y notó la indi
Satarah miró a su alrededor justo después de entrar a la Boutique viendo si quizás había una ruta de escape para no ser vista por los hombres de Dimitry, sin embargo, se decepionó al no ver nada igual.—¡Señora Romanova! ¡Es un placer tenerla un nuestra Boutique! Pase por aquí, su esposo nos dijo exactamente lo que quizás le gustaría. Tenemos una serie de vestidos listos para usted.Ella miró a la amable mujer joven sonriendo suavemente. Era la primera vez que alguien la hacía sentir bienvenida en torno a Dimitry."Probablemente Dimitry ha pagado mucho por esto y ella no sabe los chismes sobre mí quitándole el novio a mi hermana..."Satarah se mordisqueó el labio inferior no queriendo pensar otra vez en Natalya para no sentir aquella angustia que oprimía su pecho. —Gracias, quisiera verlos, por favor.Aunque dudaba que el gusto extravagante de Dimitry fuera de su gusto.Siguió a la mujer mientras los hombres de Dimity se quedaban en la entrada.—Puede llamarme si necesita algo señora