33. La cajita de los deseos

Satarah mira alrededor sin importarle las banalidades, lo único que quiere ver es algo que le indique si su hija está ahí.

Un juguete quizás, la risa infantil o cualquier tipo de desastre que lo delate pero simplemente ve el sitio impolutamente limpio y ordenado mientras Svetlana la guía hasta el sofá.

Siente que sus piernas están temblando al igual que sus manos y si no se calma pronto tendrá un ataque al corazón.

Es aún peor que el sentimiento que le provocaba ir a los orfanatos porque hay un papel. La certeza de que esta mujer adoptó a su pequeña y el que ella no lo hubiera negado ocasionaba que se sintiera aún más feliz.

—¿Quieres algo de beber?

—No.

Ella hace un gesto ha su criada y la mujer las deja solas.

—¿Eres Satarah? —indagó Svetlana una vez que ambas estuvieron sentadas sobre el mullido sofá.

—¿Dónde está ella? —preguntó ella de vuelta dejando escapar un sollozo.

Los ojos verdes aceitunados se clavan en ella como si buscara algo hasta que finalmente deja salir un suspiro.

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP