¿Qué les pareció el maratón? 😱🔥 Lamento haberme tardado tanto en actualizar pero estaba escribiendo para subirles todos estos capítulos. Gracias por sus comentarios y por seguirme🩷 agradezco profundamente que me ayuden a hacer crecer esta novela.♥️
Dimitry jamás había experimentado una rabia como la que estaba ardiendo en sus venas en ese mismo momento.El recuerdo de Gian Franco tocando a Satarah, pidiéndole que se fuera con él a Sicilia lo había desestabilizado por completo.—Ella no es feliz a tu lado, dale el divorcio.Dimitry soltó una risa burlona que nunca llegó hasta su mirada mortífera.—¿Quién carajo te crees que eres para pedirme algo así? Supéralo, Satarah nunca será tuya.La ira brilló en las pupilas de Gian Franco quien acortó la distancia entre ambos poniendo su cabeza justo frente al arma de Dimitry.—¿Y crees que es tuya? ¿De verdad eres tan idiota, Dimitry? Si le dieras la opción de elegir estoy seguro de que ella jamás iría contigo. Satarah siempre se ha mantenido alejada de ti porque te aborrece, nunca has sido nada para ella. En cambio yo…“Al parecer tienes instintos suicidas, Padla.”La mandíbula de Dimitry se apretó sintiendo que un músculo palpitaba. Sin pararse a pensar en las consecuencias le dio un puñ
Satarah intentó liberarse del agarre de Dimitry pero fue imposible para ella. Él tenía evidentemente más fuerza.—Déjame llamar a alguien para que vaya a curar a Gian.Su mano posesiva se cerró aún más sobre la muñeca de ella aunque no le respondió. Satarah se sintió frustrada porque obviamente él no iba a hacer eso después de haberle dado una paliza. Debería saberlo mejor.—Déjame ya, puedo caminar sola.Una vez más la ignoró.—¿Quién la dejó entrar? —preguntó con voz lenta pero a ella se le erizó la piel al notar lo amenazadora que había resultado.—Vadem, Pakhan. Ella le robó el arma y le disparó. Christoff lo llevó a ver a la doc.Dimitry se detuvo en seco ocasionando que ella se estrellara contra su espalda antes de escuchar la amenazadora voz de Dimitry.—¿Me estás diciendo que ella le robó su arma a un maldito hombre entrenado para matar y después le disparó?El Pakhan estaba furioso pero ella no se esperó las palabras que vinieron a continuación.—No quiero que ella lo cure. M
Tarah sintió su corazón pesado al ver que la tortura comenzaba.Dimitry estaba justo detrás de ella respirando en su nuca erizándole la piel. Pronto su mano apartó el cabello que caía sobre su hombro dejando su cuello expuesto, pero no la tocó. Se inclinó más cerca para que ella pudiera escucharlo a la perfección.—¿Ves tu creación? Las acciones tienen consecuencias en la Bratva, Satarah.Su voz enronquecida y oscura no fue lo único que la hizo estremecer en medio de sollozos, sino también el roce de los labios de Dimitry sobre la desnuda piel del lóbulo de su oreja.En ese momento las lágrimas de Tarah caían por su rostro ante el horror frente a ella.Sangre.Gritos.Había actuado de manera tan impulsiva que estaba arrepentida. No quería que nadie pagara por lo que había hecho. Estaba cegada ante la angustiosa necesidad de saber sobre su hija que ni siquiera había pensado en las consecuencias para los demás y estaba arrepentía. Pero su arrepentimiento no solucionaría nada.Necesitaba
SEIS AÑOS ATRÁSTarah dejó escapar un suspiro al ver un grupo de idiotas a los que debía atender. Si ellos la veían ahí probablemente se lo contrarían todo a Dimitry ya que él esta su amigo.Rápidamente se quitó la goma del cabello y dejó que este cayera cubriendo su cara para no ser reconocida.Había pensado que en aquel supermercado lejano al centro de la ciudad donde vivían sería suficiente como para no ser vista por sus conocidos. Necesitaba reunir dinero suficiente para largarse de su casa cuando cumpliera los dieciocho y eso sería muy pronto. Sin embargo, si su padre se enteraba que estaba trabajando como cajera se infartaría y probablemente la castigaría.—Serían $25,87 —habló modificando su voz.Los amigos imbéciles de Dimitry la conocían muy bien no solo porque también eran cercanos a su gemela, sino también porque Satarah siempre era el blanco de las burlas de Dimitry.Ella se tensó al sentir una mano tomando un mechón de su pelo antes de que uno de los chicos hablara.—Boni
Si Dimitry había pensado que le estaba haciendo “un favor”, estaba muy equivocado.Ella contó cada billete que había ahorrado y maldijo a su enemigo llena de rabia.—No es suficiente. ¡Bastardo entrometido!¿Qué le importaba a él que estuviera trabajando ahí? No iba a pasarle nada, ella sabía defenderse.Ahora su padre ahora le había asignado un guardaespaldas para que la siguiera a todos lados.“—¡¿Cómo se te ocurre buscar trabajo en ese sitio de mala muerte?! ¡¿Sabes lo que pensarán los Romanov de esto Satarah?!“¿Qué eres un tacaño con tu hija mayor?” Pensó Satarah pero respondió otra cosa.—Solo es un trabajo, papá.—Ninguna hija mía va a trabajar ahí. ¡No harás lo que se te plazca! ¡Estás castigada, sin dinero!”“Como si alguna vez me dieras algo.”Satarah ni siquiera había protestado, ya se esperaba algo así.Al llegar a la escuela a la mañana siguiente ignoró a Dimitry todo lo que pudo pero notó que uno de los amigos de él, quien coqueteó con ella tenía la boca rota y un puñetaz
ACTUALIDAD:Satarah entró al baño dejando el bolso sobre el lavabo.—¿Lo tienes?—Sí, pero ¿Por qué…?—Shh.Satarah se llevó el dedo índice a los labios provocando que Polina se callara abruptamente y la tomó de la muñeca llevándola al cubículo más alejado.—¿Qué carajos, Tarah? —preguntó mirándola con el ceño fruncido.—No hables tan alto.—Está bien, ahora sí me vas a decir ¿Qué está pasando?—¿Me puedes prestar tu móvil?—¿Qué le pasó al tuyo? —preguntó mientras sacaba el teléfono de su bolso.Tarah le contó el suceso del club mientras Polina la escuchaba atentamente sorprendida.—¡¿Fuiste al club y no me invitaste?!Ella entornó los ojos bufando por lo bajo.—¿No escuchaste la parte en la que me escapé y todo el caos que pasó después? El caso es que estuve pensándolo anoche y la única manera en la que Dimitry supo lo del dinero que le pedí a Gian fue porque intervino mi móvil.Polly la miró con sorpresa e incredulidad al mismo tiempo.—¿Por qué haría eso? ¿Crees que no confía en t
Satarah estaba tratando de poner sus pensamientos en orden antes de responderle.Quería deshacerse de ese nudo en la garganta.—La usaré cuando la necesite —murmuró con incomodidad—. Estoy por terminar mi tesis.Dimitry no le respondió nada pero no pudo evitar deslizar su mirada por el cuerpo pequeño de Satarah envuelto en aquella ridícula ropa que solía usar para dormir.—¿Ese pijama es de cuando tenías once años? Es verdaderamente ridículo —lo provocó él.Satarah miró su pijama de Sailor Moon y se mordió el labio inferior para no enviarlo al infierno. Aquel era su acto reflejo, sin embargo, después de la noche pasada y todo lo que había visto entendía que no podía bromear con Dimitry ni retarlo.Estaba asustada incluso de estar a su alrededor ahora pero había algo más, una curiosidad insana sobre él, era como si Dimitry estuviera ocultando algo que ella quería descubrir y eso no le gustaba nada.Sentía que se estaba exponiendo ante un peligro innecesario.—¿Puedo ir a ver a mi madre
¿Que él no le había hecho daño?Satarah estuvo a punto de reírse en su cara pero se lo guardó para ella, eso era lo más sabio.Quizás no físicamente pero Dimitry la había lastimado con sus palabras más de una vez. Lo que ni siquiera ella entendía es cómo él tenía ese poder cuando ni siquiera sus padres la hacían sentir tan fuera de lugar.Los ojos de Dimitry se clavaron en ella analizándola intensamente provocando la incomodidad de Satarah.—Háblame —gruñó él tenso.A Dimitry no le gustaba que ella no reaccionara a sus burlas de la forma sarcástica que ella siempre lo hacía, realmente disfrutaba cada vez ella lo retaba, no quería que cambiara su forma de tratarlo pero sí que dejara de aventurarse a situaciones peligrosa. Jamás se había arrepentido en nada hasta que la llevó para presenciar esa tortura porque Satarah ahora no era la misma con él.Le enfurecía haber apagado esa vena rebelde suya, pero ver el miedo reglejado en sus ojos al mirarlo era lo peor.Tarah sabía que no debía fia