¿Quieren un maratón? 🤔 Muchisimas gracias por leer, sigo sin poder responder a sus comentarios pero los leo💜 me alegra que les guste mi libro.
Satarah mira alrededor sin importarle las banalidades, lo único que quiere ver es algo que le indique si su hija está ahí.Un juguete quizás, la risa infantil o cualquier tipo de desastre que lo delate pero simplemente ve el sitio impolutamente limpio y ordenado mientras Svetlana la guía hasta el sofá.Siente que sus piernas están temblando al igual que sus manos y si no se calma pronto tendrá un ataque al corazón.Es aún peor que el sentimiento que le provocaba ir a los orfanatos porque hay un papel. La certeza de que esta mujer adoptó a su pequeña y el que ella no lo hubiera negado ocasionaba que se sintiera aún más feliz.—¿Quieres algo de beber?—No.Ella hace un gesto ha su criada y la mujer las deja solas.—¿Eres Satarah? —indagó Svetlana una vez que ambas estuvieron sentadas sobre el mullido sofá.—¿Dónde está ella? —preguntó ella de vuelta dejando escapar un sollozo.Los ojos verdes aceitunados se clavan en ella como si buscara algo hasta que finalmente deja salir un suspiro.
—¿Qué carajo haces ahí arriba? Te puedes caer —gruñó Dimitry cuando la vio subida en una silla tambaleante.—Estoy tratando de colocar la Malen’kaya korobka aquí arriba del closet, nadie la verá. Así que nuestros deseos se cumplirán ¡Mierda!Ella estuvo a punto de caerse, sin embargo, Dimitry fue más rápido atrapándola en el aire.Su pecho se ciñó al suyo, sus rostros estaban a pocos centímetros de distancia y Satarah tragó saliva cuando su aliento se mezcló con el de Dimitry.Sus manos habían rodeado su cuello instintivamente cuando pensaba que iba a caer al suelo y eso solo había hecho más íntimo su agarre.—Siempre tan torpe.—Suéltame, estúpido.Dimitry ladeó una sonrisa y Satarah gritó cuando iba a soltarla abruptamente. Clavó sus uñas en los antebrazos de él mientras se burlaba de ella.—¿No querías que te soltara?A pesar del resto de las groserías que comenzó a soltarle a Dimitry él la dejó sobre el suelo con cuidado antes de ir a buscar ropa.—¿Vas a salir a esta hora?Él se
Un mes había pasado.“Un maldito mes entero sin que haberme comunicado con Dimitry.”No había vuelto a casa por estar en un supuesto viaje de negocios pero la prensa seguía publicando sus sex-capadas con Anastasya. En la costa, en una fiesta benéfica, en una galería. Todos hablaban de la supuesta señora Romanova cuando la real estaba cerrada en su casa la cual se había convertido en una prisión. Ella no estuviera al borde del colapso si el maldito infiel de su “esposo”, le contestara las llamadas. Y cuando intentaba hablar con él por medio de sus hombres los amenazaba de muerte.—Ojalá pudiera asesinarlo —gruñó furiosa.Aunque no era eso lo que la había vuelto una completa histérica. Sino el no poder contactar con su detective desde la última vez que la había llamado un par de días después de que Dimitry se fuera, llamó con la nueva información. Aún recordaba sus palabras en la cabeza.—La situación se está complicando Satarah. Tu padre estaba involucrado con gente muy peligrosa. No c
Dimitry maldijo en ruso cuando su esposa le colgó el teléfono.—¡Valerik!—¿Qué pasa…?—Llama al piloto, quiero que me lleve de vuelta a Krasnodar.—Creí que estábamos cazando al detective. Ese maldito es bueno.Llevaba más de un mes rastreando a esa rata.La viuda de Zhdánov se había pirado de la ciudad antes de que hubieran podido llegar a ella y eso era otra cosa que lo tenía furioso. El tema con Satarah no era sencillo, quería respuestas pero sabía que ella no le diría nada.Dimitry torturaría al par de bastardos escurridizos pero jamás podría hacerle daño a Satarah, eso era lo que lo frustraba.—Lo estamos haciendo, no he cambiado de planes. Quiero a Svetlana Zhdánova y a Pavlos Schneider. Paga a más hombres que vigilen el área, fue aquí donde se perdió el último rastro de los dos. Está claro que están jodiendo la cabeza de mi mujer de alguna manera y necesito saber porque. Obviamente es sobre el bastardo de Alekseev, por eso Satarah pudo llegar a Svetlana. Y el hecho de que ello
—¿Qué quieren de beber? —preguntó Rashel por encima de la música y todas respondieron.Uno de los guardaespaldas fue a por sus bebidas. Era el encargado de que nadie le hiciera daño a la hermanita del Pakhan y eso incluye la revisión de las bebidas. Un error y están todos muertos.Tarah estaba recorriendo el lugar cuando siente que el codo de una de las chicas golpea su brazo con suavidad llamando su atención.—Oye, tienes que contarnos ¿Cómo atrapaste a Dimitry? Creo que hablo por todas cuando digo que literalmente estábamos medio enamoradas de él.—¿Y quién no? Ese hombre es caliente. Lo siento Tarah.Ella hizo una mueca a punto de entornar los ojos, sin embargo, fingió una sonrisa.—Ni siquiera yo lo entiendo —dijo.Pero ninguna entendió su sarcasmo.—Sí. Es incomprensible, Dimitry es demasiado para ti.Las chicas en la mesa se quedaron en silencio mirando a la rubia como si hubiera perdido la cabeza.Satarah sintió que su teléfono vibraba y rápidamente abrió el mensaje dándose cuen
Dimitry jamás había experimentado una rabia como la que estaba ardiendo en sus venas en ese mismo momento.El recuerdo de Gian Franco tocando a Satarah, pidiéndole que se fuera con él a Sicilia lo había desestabilizado por completo.—Ella no es feliz a tu lado, dale el divorcio.Dimitry soltó una risa burlona que nunca llegó hasta su mirada mortífera.—¿Quién carajo te crees que eres para pedirme algo así? Supéralo, Satarah nunca será tuya.La ira brilló en las pupilas de Gian Franco quien acortó la distancia entre ambos poniendo su cabeza justo frente al arma de Dimitry.—¿Y crees que es tuya? ¿De verdad eres tan idiota, Dimitry? Si le dieras la opción de elegir estoy seguro de que ella jamás iría contigo. Satarah siempre se ha mantenido alejada de ti porque te aborrece, nunca has sido nada para ella. En cambio yo…“Al parecer tienes instintos suicidas, Padla.”La mandíbula de Dimitry se apretó sintiendo que un músculo palpitaba. Sin pararse a pensar en las consecuencias le dio un puñ
Satarah intentó liberarse del agarre de Dimitry pero fue imposible para ella. Él tenía evidentemente más fuerza.—Déjame llamar a alguien para que vaya a curar a Gian.Su mano posesiva se cerró aún más sobre la muñeca de ella aunque no le respondió. Satarah se sintió frustrada porque obviamente él no iba a hacer eso después de haberle dado una paliza. Debería saberlo mejor.—Déjame ya, puedo caminar sola.Una vez más la ignoró.—¿Quién la dejó entrar? —preguntó con voz lenta pero a ella se le erizó la piel al notar lo amenazadora que había resultado.—Vadem, Pakhan. Ella le robó el arma y le disparó. Christoff lo llevó a ver a la doc.Dimitry se detuvo en seco ocasionando que ella se estrellara contra su espalda antes de escuchar la amenazadora voz de Dimitry.—¿Me estás diciendo que ella le robó su arma a un maldito hombre entrenado para matar y después le disparó?El Pakhan estaba furioso pero ella no se esperó las palabras que vinieron a continuación.—No quiero que ella lo cure. M
Tarah sintió su corazón pesado al ver que la tortura comenzaba.Dimitry estaba justo detrás de ella respirando en su nuca erizándole la piel. Pronto su mano apartó el cabello que caía sobre su hombro dejando su cuello expuesto, pero no la tocó. Se inclinó más cerca para que ella pudiera escucharlo a la perfección.—¿Ves tu creación? Las acciones tienen consecuencias en la Bratva, Satarah.Su voz enronquecida y oscura no fue lo único que la hizo estremecer en medio de sollozos, sino también el roce de los labios de Dimitry sobre la desnuda piel del lóbulo de su oreja.En ese momento las lágrimas de Tarah caían por su rostro ante el horror frente a ella.Sangre.Gritos.Había actuado de manera tan impulsiva que estaba arrepentida. No quería que nadie pagara por lo que había hecho. Estaba cegada ante la angustiosa necesidad de saber sobre su hija que ni siquiera había pensado en las consecuencias para los demás y estaba arrepentía. Pero su arrepentimiento no solucionaría nada.Necesitaba