Emma Black descubre que su novio le fue infiel, por lo que se negó a continuar con el compromiso que tenían. Sin el apoyo de su padre, quien influenciado por su ex le quita su empleo, ahora debe buscar la forma de subsistir y demostrarles a los dos que puede salir adelante sin ellos. Encuentra un trabajo, pero esa noche en un club tiene una noche de descontrol enmedio de una borrachera. En la mañana descubre que ese hombre ¡Es su jefe! No sólo eso ¡También es el hermano de su ex! Cree que no la recuerda y él también comienza a creerlo. Se llevan muy mal, escondiendo así lo que en verdad pasa por sus cabezas, pero la demanda del padre de Maximiliano lo hace replantear todo, haciéndole una propuesta repentina de matrimonio a su asistente, Emma. ¿La rechazará o caerá en el espiral de sucesos que tal decisión va a desencadenar?
Un día más en la vida de Maximiliano suponía iba a ser lo mismo de siempre. Recibió el informe de ventas de su empresa, junto al contador que también llegó en ese momento. Pero la secretaria se encargó que no fuera así al lanzarle café encima esa mañana. Se levantó de golpe y la acribilló con la mirada.__ Recoja sus cosas y se larga. - determinó sin más. __ Pero señor...__ Pero nada. - farfulló. Limitando las palabras de la chica que se intimidó con el rugido que este lanzó en su contra, se dió la vuelta para sacudir su saco. Esa era la segunda secretaria que despedía en la semana y de seguro no sería la última, por lo que su padre en cuanto entró solo se pellizcó el puente de la nariz. __ Ni intentes intervenir. No puede controlar ni las manos. - se retiró el saco para sacudirlo.__ No lo iba a hacer. - contestó Iván, pues vio una oportunidad que no iba a desaprovechar. - Es más, te tengo una propuesta que puede interesarte para tu nueva asistente.__ Si es otra como...__ Se t
El sol golpeó el rostro de Emma, abrió los ojos y la cabeza le dolió, todo le dio vueltas y no pudo desear más una jarra con agua lo suficientemente grande como para que la resequedad en su garganta no existiera. Se levantó y estiró su cuerpo. El trasero le dolió como si se hubiera caído en rocas, las piernas tal corredor principiante, pero al cerrar los ojos se produjeron los recuerdos que la hicieron tocar la cama.Pero que mala suerte, el brazo masculino la hicieron abrir los ojos y palpar más arriba, llegando al torso musculoso que la tensaron totalmente. ¡Ay no! se llevó la mano a la cabeza. Se giró de golpe y se maldijo al marearse por hacerlo de esa forma. Pero eso no importó cuando el rostro de alguien que conocía perfectamente apareció ante sus ojos. No, no, no.Su corazón tenía un latir frágil y potente que incluso llegó a sus oídos cuando vió el estado en que estaba. Su ropa casi rota en el suelo y él...él estaba desnudo. No alguien desconocido ¡Maximiliano Turner, su e
Emma tuvo que aguantar malas miradas, pedidos exigentes o absurdos, órdenes que debía cumplir a la velocidad de la luz de un hombre que le mostró que tener un trabajo fuera de su zona de confort no era tan agradable como creyó. Llegaba temprano y se iba tarde, informes que debía revisar, contratos que redactar y enviar. Mucho trabajo de parte de un hombre que pese a la buena paga que daba por ese trabajo en ese momento solo buscaba que ella renunciara, pero Emma se lo puso difícil. Tenía todo a tiempo, no se quejó, no le derramó nada encima, le daba privacidad en momentos donde lo necesitaba aún sin pedirlo como pasaba con otras y sobre todo, era muy eficiente y veloz. La juzgó mal. Lo aceptó, pero no desistió porque a ella no le podía decir un solo reproche ni le pudo encontrar un solo error. Nadie podía ser tan perfecta, se dijo. Pero esa chiquilla que media, metro y medio, que lo miraba con una sonrisa que borraba en cuanto se daba la vuelta, lo tenía hecho un lío. ¿Tanta pac
Emma recobró la cabeza, miró la cercanía tan grande que tenía con su ex cuñado y pasó saliva, antes de poner una mano en su pecho para apartarlo, pero tocarlo solo volvió el momento mucho más tenso. Maximiliano sintió la tibieza del toque y miró ese sitio.__ Ya basta. - al fin salió de ese encierro. - ¿Crees que ofrecer eso me hará cambiar de opinión referente a ese tema? Pues déjame decirte que no, no es así y seguirá sin importarme que me ofrezcas la empresa entera, no voy a vender a mi hijo...no nato, pero sigue siendo mío. - avanzó hasta al puerta. - Ya te escuché, jefe. Ahora puedes marcharte. Maximiliano admiró la valentía de la chica. Liberarse de ese momento ni siquiera el había podido hacerlo, por lo que le pareció curioso ver que ella lo hizo.__ Te daré dieciocho horas. - le dijo Maximiliano acariciando su barbilla. - Luego de eso la propuesta se termina y en lo único que podrás ayudarme será en tener que buscar una candidata para que ocupe ese lugar.__ Usted es un..._
Emma se reprochó muchas veces el haber dicho lo que salió de su boca, pero no podía echarse para atrás. La mandíbula descolgada de Nataniel y Oriana lo valió. Aunque también tenía la osada mano de su ex cuñado tocando su cintura como si con ello lanzara una amenaza sin siquiera emitir una sola palabra. __ Estás jugando ¿no? - preguntó Nataniel cuando al fin pudo hablar. __ No, no estoy jugando. - exclamó Emma con su pecho queriendo revelar lo que en verdad estaba sintiendo. - Discúlpanos, pero hay cosas que mi prometido y yo tenemos que discutir.__ Maximiliano, no pensarás en...__ Ya escucharon. Tengo cosas que tratar con Emma. - se giró llevándola con él. Su asistente apenas respiró, pero cuando sus piernas le pidieron sentarse, a ella se le exigió caminar a la par de un hombre que de bueno tenía lo que ella de calmada.Los dos quisieron refutar, sin embargo una mirada del CEO de esa empresa fue suficiente para que cerraran la boca. Emma se soltó de él en cuanto cruzaron y cerr
Para la mañana todos los titulares reflejaron un solo hecho, pese a todo lo que pasó en la fiesta. Maximiliano Turner estaba comprometido. Iván lo presenció, pero ver la escena de estos dos tomados de la mano, mientras su hijo mayor estaba sentado y despreocupado en su mesa era aún difícil de digerir. Lo leyó, una y otra vez, tantas veces que se aprendió los párrafos de la nota de memoria. __ ¿Y quieres que me crea que tu amor por la familia nació de repente? - le cuestionó a Maximiliano, quien levantó la mirada. - Ayer me hiciste caer en cuenta de que estaba creando una presión innecesaria en tí y en Nataniel, pero horas después ¿dices que te casas? __ Antes querías que me casara, ahora que lo hago te enojas. Quien te entiende. - volvió a su teléfono. - No tu esposa es tan volátil como tú.__ Más respeto con ella. Y no es el tema que estamos tratando, Maximiliano. - se giró del todo a él. - Es que ni siquiera me molesta que lo tomes a juego, sino a quien haces caer en tus...jueg
La carcajada de Coral obtuvo la atención de Fernando, el cual solo recibió un beso lanzado al aire de su novia, quien no paró de reír con Emma a un lado suyo. __ Deja de reírte, solo me puse nerviosa. No encontré otra forma de quitármelo de encima. - comentó ella llevando la soda a sus labios. __ Es que hubiera querido verle la cara. - siguió riendo. - Cuando te dije la tontería eso, lo que menos imaginé fue que la usarías. __ Ya te dije el porqué lo hice. - se recostó en el espaldar del mueble en donde estaban. - Además que Nataniel me quitó toda la paciencia podía tener. Es que ni sé porqué me fijé en él en primer lugar, es un nefasto, imbécil y muy ignorante. __ ¿Más que tu ex cuñado? - cuestionó con una ligera sonrisa plasmada en sus labios.__ Aunque parezca increíble, sí. - contestó. - Maximiliano es un imbécil, pero menos imbécil que el imbécil que su hermano. __ Y te vas a casar con él. __ Y me voy a casar con él. - reiteró Emma con la mirada puesta en la pantalla del te