El sol golpeó el rostro de Emma, abrió los ojos y la cabeza le dolió, todo le dio vueltas y no pudo desear más una jarra con agua lo suficientemente grande como para que la resequedad en su garganta no existiera. Se levantó y estiró su cuerpo. El trasero le dolió como si se hubiera caído en rocas, las piernas tal corredor principiante, pero al cerrar los ojos se produjeron los recuerdos que la hicieron tocar la cama.Pero que mala suerte, el brazo masculino la hicieron abrir los ojos y palpar más arriba, llegando al torso musculoso que la tensaron totalmente. ¡Ay no! se llevó la mano a la cabeza. Se giró de golpe y se maldijo al marearse por hacerlo de esa forma. Pero eso no importó cuando el rostro de alguien que conocía perfectamente apareció ante sus ojos. No, no, no.Su corazón tenía un latir frágil y potente que incluso llegó a sus oídos cuando vió el estado en que estaba. Su ropa casi rota en el suelo y él...él estaba desnudo. No alguien desconocido ¡Maximiliano Turner, su e
Emma tuvo que aguantar malas miradas, pedidos exigentes o absurdos, órdenes que debía cumplir a la velocidad de la luz de un hombre que le mostró que tener un trabajo fuera de su zona de confort no era tan agradable como creyó. Llegaba temprano y se iba tarde, informes que debía revisar, contratos que redactar y enviar. Mucho trabajo de parte de un hombre que pese a la buena paga que daba por ese trabajo en ese momento solo buscaba que ella renunciara, pero Emma se lo puso difícil. Tenía todo a tiempo, no se quejó, no le derramó nada encima, le daba privacidad en momentos donde lo necesitaba aún sin pedirlo como pasaba con otras y sobre todo, era muy eficiente y veloz. La juzgó mal. Lo aceptó, pero no desistió porque a ella no le podía decir un solo reproche ni le pudo encontrar un solo error. Nadie podía ser tan perfecta, se dijo. Pero esa chiquilla que media, metro y medio, que lo miraba con una sonrisa que borraba en cuanto se daba la vuelta, lo tenía hecho un lío. ¿Tanta pac
Emma recobró la cabeza, miró la cercanía tan grande que tenía con su ex cuñado y pasó saliva, antes de poner una mano en su pecho para apartarlo, pero tocarlo solo volvió el momento mucho más tenso. Maximiliano sintió la tibieza del toque y miró ese sitio.__ Ya basta. - al fin salió de ese encierro. - ¿Crees que ofrecer eso me hará cambiar de opinión referente a ese tema? Pues déjame decirte que no, no es así y seguirá sin importarme que me ofrezcas la empresa entera, no voy a vender a mi hijo...no nato, pero sigue siendo mío. - avanzó hasta al puerta. - Ya te escuché, jefe. Ahora puedes marcharte. Maximiliano admiró la valentía de la chica. Liberarse de ese momento ni siquiera el había podido hacerlo, por lo que le pareció curioso ver que ella lo hizo.__ Te daré dieciocho horas. - le dijo Maximiliano acariciando su barbilla. - Luego de eso la propuesta se termina y en lo único que podrás ayudarme será en tener que buscar una candidata para que ocupe ese lugar.__ Usted es un..._
Emma se reprochó muchas veces el haber dicho lo que salió de su boca, pero no podía echarse para atrás. La mandíbula descolgada de Nataniel y Oriana lo valió. Aunque también tenía la osada mano de su ex cuñado tocando su cintura como si con ello lanzara una amenaza sin siquiera emitir una sola palabra. __ Estás jugando ¿no? - preguntó Nataniel cuando al fin pudo hablar. __ No, no estoy jugando. - exclamó Emma con su pecho queriendo revelar lo que en verdad estaba sintiendo. - Discúlpanos, pero hay cosas que mi prometido y yo tenemos que discutir.__ Maximiliano, no pensarás en...__ Ya escucharon. Tengo cosas que tratar con Emma. - se giró llevándola con él. Su asistente apenas respiró, pero cuando sus piernas le pidieron sentarse, a ella se le exigió caminar a la par de un hombre que de bueno tenía lo que ella de calmada.Los dos quisieron refutar, sin embargo una mirada del CEO de esa empresa fue suficiente para que cerraran la boca. Emma se soltó de él en cuanto cruzaron y cerr
Para la mañana todos los titulares reflejaron un solo hecho, pese a todo lo que pasó en la fiesta. Maximiliano Turner estaba comprometido. Iván lo presenció, pero ver la escena de estos dos tomados de la mano, mientras su hijo mayor estaba sentado y despreocupado en su mesa era aún difícil de digerir. Lo leyó, una y otra vez, tantas veces que se aprendió los párrafos de la nota de memoria. __ ¿Y quieres que me crea que tu amor por la familia nació de repente? - le cuestionó a Maximiliano, quien levantó la mirada. - Ayer me hiciste caer en cuenta de que estaba creando una presión innecesaria en tí y en Nataniel, pero horas después ¿dices que te casas? __ Antes querías que me casara, ahora que lo hago te enojas. Quien te entiende. - volvió a su teléfono. - No tu esposa es tan volátil como tú.__ Más respeto con ella. Y no es el tema que estamos tratando, Maximiliano. - se giró del todo a él. - Es que ni siquiera me molesta que lo tomes a juego, sino a quien haces caer en tus...jueg
La carcajada de Coral obtuvo la atención de Fernando, el cual solo recibió un beso lanzado al aire de su novia, quien no paró de reír con Emma a un lado suyo. __ Deja de reírte, solo me puse nerviosa. No encontré otra forma de quitármelo de encima. - comentó ella llevando la soda a sus labios. __ Es que hubiera querido verle la cara. - siguió riendo. - Cuando te dije la tontería eso, lo que menos imaginé fue que la usarías. __ Ya te dije el porqué lo hice. - se recostó en el espaldar del mueble en donde estaban. - Además que Nataniel me quitó toda la paciencia podía tener. Es que ni sé porqué me fijé en él en primer lugar, es un nefasto, imbécil y muy ignorante. __ ¿Más que tu ex cuñado? - cuestionó con una ligera sonrisa plasmada en sus labios.__ Aunque parezca increíble, sí. - contestó. - Maximiliano es un imbécil, pero menos imbécil que el imbécil que su hermano. __ Y te vas a casar con él. __ Y me voy a casar con él. - reiteró Emma con la mirada puesta en la pantalla del te
__ Está precioso el vestido. ¡Me fascina! - exclamó Emma al ver lo que estaba viendo, la tela blanca y algunas telas que le encantaron ver cómo se amoldaron sus brazos y cuerpo entero. - En definitiva, la boda será preciosa, salvo porque el novio es un imbécil. __ No pienses en el novio. Piensa en lo hermosa que se verá la novia. - la instó Coral tomando fotos de todos los ángulos. - Es que con dos semanas ya tenemos la mitad de todo. Deberíamos trabajar en esto. __ Trabajarás en eso cuando nos casemos tú y yo. - le dijo Fernando. - Así tendrás dos clientes satisfechos que darán buenas referencias de tus habilidades. __ Igual nos voy a cobrar por organizarla. - lo hizo reír al verla tan poco preocupada por fallar. Los tres sabían que nada se le escapaba y que podría ser una buena idea eso de poner un negocio sobre eso. Además que este siempre la apoyaba y se enorgullecía de sus cosas siempre. __ ¿Quien te entregará en la boda? - le consultó Fernando a Emma. __ Esperaba que fuera
Emma pasó la comida casi sin masticarla al ver al hombre que había preguntado. Se levantó con cautela y Coral le pidió disculpas en silencio, a escondidas de este que seguía con la mirada puesta en su asistente. __ Sigo esperando una respuesta. - replicó con intenciones de no detenerse hasta que una de las dos hablara. __ Un borracho en la calle. - mintió Emma viéndose muy convencida de ello, pero Maximiliano supo que le mentía. Sin embargo, tampoco podía forzarla a decirle todo. Mientras Emma rogó internamente que este le haya creído lo suficiente como para no hacer preguntas y tener que decir lo que Iván le pidió guardar. No sabía porqué tanto miedo podría tenerle a Maximiliano, pero pareció que era mucha como para pedirle callar algo que según ella, no sería motivo para comenzar otra contienda entre hermanos, como siempre supo que había.__ Es algo sin importancia. - miró la bolsa que este llevaban en sus manos. - ¿Que es eso? __ Algo sin importancia. - devolvió y ella hizo ma