__ Con el aspecto que tienes, claramente la noche con él. - farfulló Nataniel con desagrado. El vestido de Emma tenía algunos tirones muy obvios, en sus brazos habían dedos, su maquillaje estaba corrido. Para él ni podían haber señales más claras. - Es mi hermano, Emma. ¿No sientes vergüenza por haberte metido en su cama?__ Vergüenza siento cuando alguien me pregunta si fui tu novia. - contestó manteniendo los tacones en sus manos. - ¿Que quieres aquí? Por qué si vienes a reclamar algo, de una vez te digo que pierdes el tiempo.Nataniel cruzó la puerta y Emma se hizo a un lado, tampoco iba a pelear con él en ese momento.__ Necesito hablar con Maximiliano. - dijo mirando todo el lugar. - Avísale que estoy aquí. __ Por supuesto. Pasa y te sirvo un café de una vez. - ironizó haciendo mala cara. - Por si no te has dado cuenta, estoy en su casa, no en su oficina. __ Es verdad. Por poco lo olvido. Aquí eres su put4, ¿no? __ ¿No tienes otro insulto? Es que ese ya me aburrió. - vocalizó
El oficial que atendió la llamada de Max le informó sobre haber encontrado su vehículo esa misma mañana, con marcas de lucha y rastros de sangre, la cual llevaron a analizar. Siguiendo todo el proceso respectivo al hallazgo, dando detalles a Max de cómo tratarían el asunto, pues serviría como evidencia en caso de encontrar de donde salió. Este aceptó sin poner trabas, viéndose dispuesto a colaborar con ellos y mostrar el lugar que claramente también manipuló para dejar claro que lo habían logrado abrir con artimañas para robarlo. Sí había alguien tan inteligente como para orquestar ese tipo de escenas era él. No habían incongruencias, ni ningún agujero que cubrir o borrar. Toda la historia bien sustentada, soltando el teléfono para mirar a su hermano. __ Eres muy bueno para tomar ventajas, pero yo yo soy ingenioso, nataniel. - se acercó a él. - Cuando tú apenas vas pensando en lo que harás, yo ya tengo todo resuelto. __ Eres un...__ Soy tu pesadilla si te interpones en mi camino
__ Ya en serio, papá. ¿A qué viene esto? - la interrogante de Emma hizo que Max sintiera ese ácido goteando en su estómago porque lo estaba considerando. - ¿Que negocio haya ahora para que tu única salida sea venir conmigo? __ Este es un asunto de ustedes. - evitó mostrar su descontento por ello. - Debo irme. __ Tú te quedas. - Emma rodeó el escritorio y se acercó a su padre. - Por la experiencia que tengo con Bernardo Black, es mejor estar con alguien a quien empujar contra él, que recibir sus...__ Creí que habías madurado este tiempo que te di para reflexionar - comentó el hombre de canas notables. - Pero me doy cuenta que mi esfuerzo por hacerte entrar en cintura es en vano. __ Papá, por favor. Tú siempre creyendo que mi actuar es porque no sé lo que quiero o hago. - se molestó indicando a su jefe que no se moviera, en lo que Max no entendió porqué le hizo caso. - Pero para tu información, sé perfectamente lo que hago y donde estoy parada, salvo que como siempre crees que verte
__ Los acuerdos existen por algo, si no se van a cumplir, tu palabra debe valer muy poco para darla. - dijo Logan Santini en dirección de los tres sujetos que estaban en el mismo tema. - Se habló de que no se necesitaba regresar a las estúpidas reglas de tener una esposa para verse comprometido con el Clan. __ Que te rehuses solo deja claro la falta de compromiso. - exclamó Vicente, el mayor de los presentes. Los otros dos se prestaron a estar porque si de controlar lo que sucedía en esa mesa se trataba, él podía.__ Los acuerdos se hicieron con alguien más porque no estaba al tanto de esto y sí, acepto que hayan tres dirigentes, aún cuando tu madre tenía razón, el poder no se divide. - señaló a Rafael, quien solo observó todo en silencio. - Iván fue un buen asociado, - se refirió a Max, volteándose hacia Logan. - Y de Arthur no puedo decir nada más que lo fácil que era para entender que los estatutos se crearon para ser cumplidos.__ Pusieron haberse creado en los tiempos de Moisés
__ ¿Que hacemos aquí? - preguntó Emma al ver el sitio donde esté la hizo aparcar el auto. - Es hermoso, pero ¿que haremos aquí? __ Yo a respirar. Tú vienes de entrometida. - contestó Maximiliano. Ella entrecerró los ojos en su dirección y quiso lanzarle la llave del auto. __ Soy un ser de luz. Soy un ser de luz...que quiere electrocutar a alguien, pero ser de luz al fin. - dijo tomando una bocanada de aire. Maximiliano sacó una especie de manta que puso sobre el capó de su auto, una botella de whisky y se subió. Lo llevó a su boca comenzando a beber sin prestarle atención a su asistente. __ ¿Me das? - preguntó y él negó. __ Tú conduces hoy. Estoy salvando nuestras vidas. - bebió de nuevo. - Ahí tienes algunas bebidas sin alcohol, escoge la que quieras. __ Comienzas a agradarme, jefe. - este hizo mala cara ante la sonrisa que ella le dedicó. __ Solo no hables tanto. Necesito dejar de oír a la gente y oírme yo. - declaró dejando caer la cabeza en el cristal, oyendo como su asist
Emma dejó que Max siguiera durmiendo en su cama, lo cubrió con su colcha y se puso un pijama para luego acostarse a su lado, pues había conducido después de cargar su peso y ayudarlo a subir al asiento del copiloto, luego lo volvió a cargar hasta su dormitorio. Sí eso no era hacer ejercicio, no sabía que podía serlo. Este se pegó a ella de inmediato, como si ya fuera costumbre tenerla cerca. Le agradó tener calor humano para esa noche, se quedó en su sitio y no aguantó más el sueño dándose por vencida en brazos del hombre que tenía casi inconsciente respirando en su cuello. Despertó igual y se preguntó si era así de consentido siempre o en verdad era solo por recordarle que tenía amarrada su alma.Se dió una ducha y se cambió para ir a preparar su desayuno, asegurándose de dejar cepillo de dientes para él y algo que usara si quería bañarse. Cuándo Max despertó solo pudo distinguir las sábanas que para nada eran las suyas sobre él, la colcha que tenía encima le dio calor y la lanzó
__ Te gusta mucho hacerme perder la cabeza, niña. Veremos si resistes lo que desatas. - no podía pensar claramente si la tenía así de cerca, menos siendo la misma desafiante que amaba ver el caos que ese hombre causó en ella. __ No me jacto de lo que no soy. - dijo Emma quitándose el abrigo que llevaba por los hombros. Dejó los zapatos que dejó en el suelo y caminó por las escaleras, dando una mirada retadora al hombre que vio como su asistente contoneó las caderas, mientras con lentitud desabrochó la blusa. Cada vez que los pies descalzos de Emma tocaron el mármol, este no hizo más que reparar las piernas torneadas que lo hicieron pasar saliva. __ Te voy a partir el cul0, niña. - murmuró siguiendo sus pasos, la temperatura en el ambiente se volvió similar a estar frente a una caldera. La puerta de su habitación estaba abierta y este ni se esmeró en cerrarla, no había nadie más en la casa y era lo mejor en ese instante, pensó. Los labios de Emma envolvieron los suyos con habilida
Emma no pudo distinguir el lugar donde se encontraba en ese momento. Se movió, sacando los brazos bajo su cuerpo y alejó su cabello de su cara. Las piernas aún le dolían, como también en la unión de estas pudo sentir las secuelas de haber caído de nuevo en sus ideas poco coherentes. Un brazo pesado mantenía su agarre en su cintura, a la vez que una respiración chocó contra la piel de su hombro. No tuvo energía para apartarlo, volvió a dormirse en el mismo lugar, pues el agotamiento era demasiado como para resistirlo. Podía irse el mundo al carajo y ella solo se quedaría ahí, en la cama de su jefe. La siguiente vez que volvió a abrir los ojos fue casi tres horas después y de no ser por sentirse abrumada por el placer que estaba experimentando mal ser follad4 desde su espalda, pudo volverse a dormir, pero Max la tenía en una posición donde casa estocada llegó más profundo y más fuerte. Sintió una mano deslizarse por su espalda hasta aferrarse a su hombro, mientras su orgasmo arrasó