Era media noche, cuando Camille llegó a la casa de sus padres. Era el único lugar donde se sentía protegida y amada, por ello, los llamo cuando estaba al salir del hospital. Cuando bajó del auto del soldado de Jason y levantó la mirada, se encontró a sus padres esperando en la puerta. No tuvo que decir nada, su madre abrió los brazos para fuera hacia ella.—Ya Darrin fue operado. Va a estar bien, mamá, va a estar bien —informó entre lágrimas, abrazada a Evaline.—¿Cuándo?, ¿Cómo?, cuéntamelo todo —pidió Evaline, llorando también.—Dentro de la casa, hablemos allá dentro —sugirió Logan.Los tres entraron sin hacer caso del auto negro que aún permanecía aparcado en la calle. Dentro del salón, se quedaron unos segundos en silencio, asimilando, que Camille estaba allí, sana y salva.—¿Convenciste a ese hombre para que te diera el dinero?, o ¿las arpías te dieron el dinero del trato? —preguntó Evaline, rompiendo el silencio.—Ninguna de las dos —dijo Camille—, no conozco los motivos por el
Dos meses despuésAmber se sentía en la gloria. El prestigio de Bennett Norwood era tanto, que ella se sentía como si fuera de la realeza. El trato que le brindaban allá a donde fuere, era muy diferente al que recibía antes de casarse con Jason. Ya no la trataban como la hija consentida de una familia más del montón. El respeto que sentía por Jason, por ser quien era, también le daba un estatus que estaba saboreando con placer. Ella se preguntaba cómo había sido tan estúpida de no aceptar la boda desde el principio.Lo único que no le gustaba, era la indiferencia que su esposo mostraba hacia ella. Todavía no habían tenido contacto íntimo, él se negaba a compartir la habitación con ella. La tenía durmiendo lo más alejado posible, ni siquiera se comunicaban a través de una puerta.Mirando a los lados para ver si alguien se acercaba, abrió la puerta del dormitorio. Entró rápido antes de pensarlo mejor y regresar al salón donde había estado leyendo una revista. Encendió las luces para que
Al día siguiente, Amber se presentó ante el subdirector de la empresa, no quería que Jason la viera e interviniera en lo que pensaba hacer. En la información que recopilaron para ella, decía que Hubert Frye era el segundo al mando de la empresa que dirigía su esposo. Apeló a su relación Jason, para reunirse con él sin una cita previa.—Adelante, tome asiento. ¿Desea algo de beber? —Hubert sabía de sobra quién era ella. Quiso congraciarse para anotarse un tanto con la esposa de su jefe.—Se preguntará por qué estoy aquí, ¿verdad? —Amber no quería estar mucho tiempo ante él, pero necesitaba hacer un poco de conversación.—¿La verdad?, sí, me sorprendí, de forma grata, por supuesto, cuando mi secretaria me informó que quería reunirse conmigo —respondió él.—Como sabrá, llevó muy poco de casa con Jason —ella hizo una pausa, cuando él asintió con la cabeza, prosiguió hablando—. Mi esposo quiere mostrarme las instalaciones de la empresa; pero, como imaginará, no tiene mucho tiempo. ¿Podría
Amber comenzó defendiéndose. Tratando de devolver los golpes que le deba la chica furiosa. Sin embargo, cuando vio cómo se reunían los compañeros de trabajo de Camille y llamaban al jefe, comenzó a pedir ayuda. Prefirió hacerse la víctima y no defenderse. Cuando llegó Shad Blessing y le gritó a Camille, escondió una sonrisa complacida, la nueva estrategia la encontró mucho mejor.—¿Qué cree que está haciendo? —inquirió Shad, cuando logró separar a las dos mujeres—, ¿olvidó dónde está? Esta empresa no es de bajo mundo como el sitio de donde haya salido.Camille trató de defenderse, pero Shad no la dejó explicarse. El hombre encontraba deplorable el comportamiento que había tenido. Le aseguró que tomarían contra ella medidas ejemplarizantes. Viendo que no conseguiría nada, con deseos de gritarle por la injusticia, Camille le dio la espalda a su jefe y salió de la oficina. Se refugió en el baño y allí lloró de frustración.—Disculpe usted, esa chica es la excepción a la regla. En esta e
—¿Qué pasó, cariño?, ¿Por qué estás en casa tan temprano? —Evaline dejó a Darrin con algunos juguetes y se acercó a su hija preocupada.—Me despidieron —respondió Camille llorando de impotencia—, la bruja de Amber estuvo en la empresa molestándome y terminé golpeándola.—Al menos dime que valió la pena. ¿Le diste buenos golpes?, ¿le dejaste un ojo morado?, ¿la dejaste sin cabello?, ¿tendrá que ver a un médico por la alopecia que le dejaste? —Evaline bromeo solo para hacerla sonreír.Y lo logró, Camille dejó de llorar porque la risa pudo con ella. Era lo mismo que ella hubiese preguntado si fuera otra la persona en su lugar. Además, imaginó todo lo que su madre preguntó.—No podrá olvidar mis puños. Estaré para siempre en sus recuerdos. Y sí, tendrá que visitar a un médico por la falta de cabello —respondió con orgullo un tiempo después.Evaline la abrazó fuerte contra su cuerpo. Todavía se sentía culpable por haberla metido en ese embrollo. Sabía que hubiera sido difícil, pero quizás
Varios días después, durante el cumpleaños de Damián, el hermano más pequeño de Camille, la novia de él, Melody, le comunicó que había encontrado trabajo para ella. Una de sus compañeras, en las últimas etapas del embarazo, había tenido que dejar de trabajar.—No sé si aceptar, ¿y si cuando esté trabajando le pagan para que me despidan? —El miedo de Camille tenía su fundamento en lo que había sufrido meses atrás.—Mi jefe no cae en juegos de oportunistas. Si te da el empleo, no te despedirá sin un motivo fuerte, como, por ejemplo, que no cumplas con el trabajo —respondió Melody.—¿Estás segura?, no quiero ilusionarme con este trabajo y luego perderlo solo porque le ofrecieron dinero.—No te preocupes, le hablé de ti, por supuesto, no todo lo que pasaste, pero lo puse al tanto. No lo va a tomar de sorpresa si llegan esos delincuentes sin madres.La joven conocía muy bien a su jefe. El hombre venía de una familia con mucho dinero y no se iba a vender por unas monedas que no cubrirían la
—¿Esas personas no tienen nada que hacer que estar molestándote? ¡Que se busquen un oficio! —exclamó Evaline enojada.La mujer estaba indignada. Su hija le había contado el encuentro que había tenido con Bruce y eso la puso colérica.—Habla bajo, mamá, no quiero que mi papá o mis hermanos te escuchen —le pidió Camille susurrando.—Lo siento, cariño, la ira pudo conmigo —se disculpó Evaline.Las dos mujeres querían evitar una tragedia. Los hombres de la familia habían expresado su disposición a ir contra las familias Norwood y Thrasher si intentaban acercarse a ella. Tenían armas guardas en la casa por si les hacían falta para defenderse. Ellas esperaban que, por el tiempo que había transcurrido, que no la buscaran para proponerle más tratos injustos. Sin embargo, la presencia de Bruce frente a ella, les decía que no la olvidaron por completo.—Espero que no vuelva, le dejé claro que no quiero nada con él. —dijo Camille para calmar a su madre.—¿Por qué pensó que le dirías que sí a su
Wilson le mostró una carpeta. Allí estaba toda la información que había podido reunir.Jason la tomó tan rápido, que por un instante parecía que se la iba a arrebatar de las manos. Lo primero que vio cuando abrió la carpeta, fue un sobre abierto, con el sello de un laboratorio. Frunció el ceño concentrado mientras sacaba el documento que estaba dentro. Tenía mucho interés en saber lo que decía allí. Segundos después, con el papel en las manos, la respiración y los latidos del corazón se le aceleraron. No podía creer lo que leía sus ojos.—¿Te aseguraste que no hubiera fallos en el resultado? —le inquirió a Hale, mostrándole el papel.—Estuve todo el tiempo que me fue posible, en ese laboratorio. No creo que hayan falsificado lo que dice en el papel —respondió Wilson.—No esperé nunca este resultado. Nunca sospeché que no fuera hijo de ella. —le dijo Jason a su empleado.Jason no podía quitar la mirada de ese papel, ni siquiera le había dado una hojeada al resto de los documentos. Darr