Amber comenzó defendiéndose. Tratando de devolver los golpes que le deba la chica furiosa. Sin embargo, cuando vio cómo se reunían los compañeros de trabajo de Camille y llamaban al jefe, comenzó a pedir ayuda. Prefirió hacerse la víctima y no defenderse. Cuando llegó Shad Blessing y le gritó a Camille, escondió una sonrisa complacida, la nueva estrategia la encontró mucho mejor.—¿Qué cree que está haciendo? —inquirió Shad, cuando logró separar a las dos mujeres—, ¿olvidó dónde está? Esta empresa no es de bajo mundo como el sitio de donde haya salido.Camille trató de defenderse, pero Shad no la dejó explicarse. El hombre encontraba deplorable el comportamiento que había tenido. Le aseguró que tomarían contra ella medidas ejemplarizantes. Viendo que no conseguiría nada, con deseos de gritarle por la injusticia, Camille le dio la espalda a su jefe y salió de la oficina. Se refugió en el baño y allí lloró de frustración.—Disculpe usted, esa chica es la excepción a la regla. En esta e
—¿Qué pasó, cariño?, ¿Por qué estás en casa tan temprano? —Evaline dejó a Darrin con algunos juguetes y se acercó a su hija preocupada.—Me despidieron —respondió Camille llorando de impotencia—, la bruja de Amber estuvo en la empresa molestándome y terminé golpeándola.—Al menos dime que valió la pena. ¿Le diste buenos golpes?, ¿le dejaste un ojo morado?, ¿la dejaste sin cabello?, ¿tendrá que ver a un médico por la alopecia que le dejaste? —Evaline bromeo solo para hacerla sonreír.Y lo logró, Camille dejó de llorar porque la risa pudo con ella. Era lo mismo que ella hubiese preguntado si fuera otra la persona en su lugar. Además, imaginó todo lo que su madre preguntó.—No podrá olvidar mis puños. Estaré para siempre en sus recuerdos. Y sí, tendrá que visitar a un médico por la falta de cabello —respondió con orgullo un tiempo después.Evaline la abrazó fuerte contra su cuerpo. Todavía se sentía culpable por haberla metido en ese embrollo. Sabía que hubiera sido difícil, pero quizás
Varios días después, durante el cumpleaños de Damián, el hermano más pequeño de Camille, la novia de él, Melody, le comunicó que había encontrado trabajo para ella. Una de sus compañeras, en las últimas etapas del embarazo, había tenido que dejar de trabajar.—No sé si aceptar, ¿y si cuando esté trabajando le pagan para que me despidan? —El miedo de Camille tenía su fundamento en lo que había sufrido meses atrás.—Mi jefe no cae en juegos de oportunistas. Si te da el empleo, no te despedirá sin un motivo fuerte, como, por ejemplo, que no cumplas con el trabajo —respondió Melody.—¿Estás segura?, no quiero ilusionarme con este trabajo y luego perderlo solo porque le ofrecieron dinero.—No te preocupes, le hablé de ti, por supuesto, no todo lo que pasaste, pero lo puse al tanto. No lo va a tomar de sorpresa si llegan esos delincuentes sin madres.La joven conocía muy bien a su jefe. El hombre venía de una familia con mucho dinero y no se iba a vender por unas monedas que no cubrirían la
—¿Esas personas no tienen nada que hacer que estar molestándote? ¡Que se busquen un oficio! —exclamó Evaline enojada.La mujer estaba indignada. Su hija le había contado el encuentro que había tenido con Bruce y eso la puso colérica.—Habla bajo, mamá, no quiero que mi papá o mis hermanos te escuchen —le pidió Camille susurrando.—Lo siento, cariño, la ira pudo conmigo —se disculpó Evaline.Las dos mujeres querían evitar una tragedia. Los hombres de la familia habían expresado su disposición a ir contra las familias Norwood y Thrasher si intentaban acercarse a ella. Tenían armas guardas en la casa por si les hacían falta para defenderse. Ellas esperaban que, por el tiempo que había transcurrido, que no la buscaran para proponerle más tratos injustos. Sin embargo, la presencia de Bruce frente a ella, les decía que no la olvidaron por completo.—Espero que no vuelva, le dejé claro que no quiero nada con él. —dijo Camille para calmar a su madre.—¿Por qué pensó que le dirías que sí a su
Wilson le mostró una carpeta. Allí estaba toda la información que había podido reunir.Jason la tomó tan rápido, que por un instante parecía que se la iba a arrebatar de las manos. Lo primero que vio cuando abrió la carpeta, fue un sobre abierto, con el sello de un laboratorio. Frunció el ceño concentrado mientras sacaba el documento que estaba dentro. Tenía mucho interés en saber lo que decía allí. Segundos después, con el papel en las manos, la respiración y los latidos del corazón se le aceleraron. No podía creer lo que leía sus ojos.—¿Te aseguraste que no hubiera fallos en el resultado? —le inquirió a Hale, mostrándole el papel.—Estuve todo el tiempo que me fue posible, en ese laboratorio. No creo que hayan falsificado lo que dice en el papel —respondió Wilson.—No esperé nunca este resultado. Nunca sospeché que no fuera hijo de ella. —le dijo Jason a su empleado.Jason no podía quitar la mirada de ese papel, ni siquiera le había dado una hojeada al resto de los documentos. Darr
A la mañana siguiente, Jason fue a buscar a Camille. Sabía que estaba en la casa de sus padres, por eso, fue directo allí. Evaline le abrió la puerta. Lo recibió en la entrada sin dejarlo acceder al interior de la vivienda.—Vine a ver a Camille, si le dice que estoy aquí, se lo agradecería.—Mi hija no está, pero en el caso de que, si estuviera aquí, no dejaría que se acerque a ella —respondió Evaline.—No me voy a ir sin hablar con ella —dijo él y quitando a la mujer mayor del medio, ingresó a la casa.Ella le ordenó que se fuera, le repitió una y otra vez que Camille no estaba y que no iba a regresar. Pero él no la creía, no era posible que ella se hubiera ido y él no lo supiera.—Se fue anoche, y no va a volver hasta que se olviden de ella y la dejen en paz. —Evaline se alegró de que su hija se hubiera ido cuando lo hizo.Sin hacer caso de los gritos de Evaline, recorrió habitación por habitación. Quería cerciorarse de que era cierto. Que no lo estaban engañando otra vez. Pero cua
Quince días después de la partida de Camille, Jason obtuvo la información que tanto esperaba. Wilson Hale le dio todo lo que necesitaba dentro de una carpeta. La ubicación de ella y de su hijo, incluyendo fotografías. El hombre había puesto mucho empeño en encontrarlos, de tanto cuidar a Darrin, se encariñó con él. Deseaba que continuara con el mismo cuidado que él le había brindado y no creía que fuera posible después de estar bajo la protección del Sindicato. Luego de descubrir su procedencia y lo sucedido entre sus padres, deseaba, junto a su familia sustituta, que tuviera la mejor de las vidas. Algo contradictorio, si comparaba su trabajo habitual, donde tenía que quitar y no preservar la vida.Lo primero que hizo Jason cuando tuvo la carpeta entre sus manos, fue buscar, con quien estaban viviendo. Quién era el dueño de la casa y quienes más la acompañaban. Suspiró aliviado cuando vio que era una casa de huéspedes de pocas habitaciones dirigida por una anciana y una pequeña famili
Bruce se acercó a Darius Pound y le ofreció una botella de cerveza. Hacía dos días que las personas que envió por él, lo encontraron. Él lo había mantenido en un pequeño apartamento alejado de la ciudad. Cerca de donde vivía Camille y su hijo.—No es que me queje de este apartamento, pero me prometieron un trabajo con buena remuneración. —le dijo Darius, siguiendo con la conversación que mantenían—. Hasta ahora me han mantenido aquí, escondido, sin darme detalles de mi nuevo trabajo.—Todo a su debido tiempo, de igual forma, este tiempo se pagará —respondió Bruce sentándose frente al padre de Darrin.Para alguien que no le gustaba quejarse, no había parado de hacerlo desde su llegada. Lo estaba fastidiando con tantas preguntas. Otro, en su lugar, estaría disfrutando del pequeño descanso. Pero si lo que quería era salir de allí, con gusto lo iba a complacer. Sacó un dosier y se lo entregó a Darius, quien lo tomó con rapidez. Nada más ver a Camille en la primera página, levantó la cabez