Camille pensó en el padre de Darrin y sintió ira, tanta, qué lágrimas rodaron por sus mejillas. Solo de recordar todo lo que había hecho ese hombre, le daban deseos de esconder a su hijo y no dejarlo salir jamás. Aunque estuviera enfermo, ella lo amaba y no dejaría que nadie le hicieran daño. Recordó la primera vez que lo tuvo en sus brazos y más lágrimas escaparon de sus ojos.Jason malinterpretó su reacción, pensó que, aunque estaba casada con él, ella seguía pensando en su exesposo. Odió que siguiera amando a un hombre que no estaba allí para ella y para su hijo. Un hombre ausente que no le importaba si su hijo moría o no. Él estaba junto a ella, pagó para que los mejores doctores operaran a Darrin, y ella no podía ni siquiera soportar su toque. Apretando las manos en puños, dio unos pasos hacia atrás alejándose de ella y luego salió de la habitación dejando la puerta abierta y a Camille en medio de la estancia.Como el chofer dormía, Jason no quiso llamarlo porque perdería más tie
Cuando Jason despertó pasada las seis de la tarde y recordó la escena lamentable que dio frente a Camille, se sintió abochornado. No había sido su intención que ella lo viera en ese estado, pero las bebidas llegaron y él quería ahogar las penas. Se preguntó cómo regreso a la casa, si había sido algunas de las personas con las cuales estuvo en el club, suspiró aliviado cuando segundos después recordó que llamó al chofer que los llevó a la casa de la playa. No le hubiese gustado que Camille hubiese visto a sus acompañantes. Estaba seguro de que no sucedió nada entre ninguna de aquellas mujeres y él, pero su mujer podía pensar lo contrario.Miró alrededor de la habitación buscándola, pero ella ya no estaba por allí. Lamentó no verla, Camille estuvo pendiente de él, asegurándose que no le sucediera nada. En algún momento del día, le llevó medicamentos para la resaca. Estaba conmovido, no esperó que ella hiciera tanto por él.Jason abandonó la cama, decidido a retribuírselo. La invitaría a
Marcia observó a su hija con los ojos entrecerrados mientras disfrutaba de una un café acabado de hacer. Amber llevaba todo el día con una expresión de alegría en el rostro. Sin embargo, no había compartido con ella el motivo de tanta felicidad.—¿Hay algo que quieras contarme?, ¿Un nuevo novio quizás? —preguntó para salir de dudas.—¿Novio? —Amber le dio una breve mirada a su madre cuando hizo la pregunta y puso los ojos en blanco, luego siguió mirando el teléfono que tenía en las manos—, por ahora no tengo a nadie.—Entonces, ¿Qué te tiene tan feliz? —Marcia quería una respuesta, y la iba a conseguir—, vamos, cuéntale a tu madre. Quien mejor que yo para conocer lo que sucede en tu vida y… Tus secretos.Amber dejó el teléfono a un lado y miró a su madre con una sonrisa de medio lado. Se veía orgullosa. Ufana de lo que había hecho. Pero era una mujer que le gustaba mantener a las personas en vilo, no le importaba si era su progenitora la que esperaba expectante por una respuesta. Puso
Dos días despuésCamille observó la casa a la que acababan de llegar con admiración. Estaba extasiada con la decoración que encontró en el salón. Aquella casa era más grande que la tenía Jason. Para disimular lo impresionada que estaba y no poner en ridículo a su falso esposo con su familia, levantó la barbilla y siguió caminando a su lado. Pensó que solo sería presentada con el anciano, sin embargo, varios pares de ojos los miraban fijo, viéndolos llegar.Jason le soltó la mano para llegar a un señor con cabellos blancos. Ella se sintió abandonada mientras los dos hombres se fundían en un abrazo. Sentía la mirada del resto de la familia sobre ella, pero ninguno le dirigió la palabra. Se preguntó, mientras era olvidada por el hombre que la llevo hasta allí bajo chantaje, por qué ninguna de aquellas personas había ido a la boda. ¿No les importaba con quién Jason unía su vida?, ¿no querían acompañarlo en un evento tan importante? Una ira irracional que no supo de donde salió, la invadió
Jason se quedó un momento sin saber qué hacer, por un lado, tenía a Camille y no quería perderla, por el otro a su abuelo, que adoraba y la única persona que lo amo sin importarle quién era él. Dio un paso hacia atrás sin dejar de mirar a Bennett, luego caminó sin tener un punto fijo por todo el salón.Camille se mantenía en silencio, la opinión que podía dar al respecto sobre la situación que estaba ocurriendo en ese momento, no iba a ser bien recibida por ninguno de los dos hombres. Además, que la dejaran ir junto a su hijo y su familia, era lo que más deseaba, ¿o no?—Jason, no entiendo por qué tienes que pensarlo tanto. Esta mujer, a pesar de ser muy hermosa, no es la mujer ideal para ser tu compañera. Amber es lo que necesitas. —Bennett lo estaba apresurando. No entendía por qué demoraba en aceptar la verdad de sus palabras.Cami no sabía si sentirse aliviada por la presión que estaba ejerciendo el anciano para que la dejaran ir, u ofenderse, porque suponían, que Amber sería mejo
—Sí, te daré lo que tanto quieres —respondió Jason y apretó las manos en puños.Camille se quedó sin saber cómo reaccionar. A pesar de lo sucedido desde que visitaron la casa de Bennett Norwood, ella se estaba haciendo a la idea que sería una reclusa, bajo las órdenes de Jason. Su hijo enseguida vino a su mente, se preguntó si lo dejarían ir con ella.—Como tu hijo es lo único que te importa, te ganaste mi admiración por ello. Pagaré todos sus gastos en su totalidad. —respondió Jason cuando le preguntó por Darrin.No recibió respuesta sobre lo que ella preguntó, pero le aliviaba saber, que su hijo estaría a salvo.Haciendo planes en su mente, Camille dio varios pasos alejándose de él para ir a su habitación. Pero cuando dio media vuelta y le dio la espalda, una pregunta la detuvo:—¿A dónde vas? —preguntó él en un tono enojado.—A mi habitación. Lo sucedido esta noche me quitó el apetito, iré a dormir —respondió ella con voz calmada. No quería enojarlo más.—Pensé que querías alejarte
—Vine a buscar lo que me prometieron en esa farsa de boda —respondió Jason.Cuatro pares de ojos lo miraron sin pestañear. Imaginando lo que él quería decir, pero esperando que lo confirmara.—Ahí la tienen —dijo, señalando con un dedo a Camille—, no quiero una esposa falsa.Irving estuvo de acuerdo con él. Si ya conocía la verdad, no era necesario que mantuviera a la mujer que habían usado para engañarlo. Pero seguía con la misma duda, ¿qué quería de su familia?, ¿a qué había ido a su casa si no quería explicaciones de su parte? La respuesta de Jason los sorprendió.—Vine por mi esposa, esa que tenía que estar en el altar esperando por mí.—Eso no es posible —exclamó Marcia nada más escucharlo—, mi hija no saldrá de esta casa.—No les estoy pidiendo —le dijo él con una sonrisa irónica—, Amber se va conmigo o… aténganse a las consecuencias.Irving y Marcia tragaron en seco, estaban consiente que la amenaza sería cumplida. Se negaban a dejar a su hija con él, pero tampoco podían negars
—Debería de desearles lo mejor, pero no soy tan buena persona. Mi corazón no alberga nada por ustedes, así que espero que les suceda lo peor. Se merecen ir al purgatorio —tras decir aquellas palabras, Camille dio media vuelta y salió de la casa donde solo se aprovecharon de su necesidad.No obstante, se dirigió a la casa de Jason, aunque no la quisiera más en su casa, tenía que saber dónde tenía a su hijo. Esperaba, que ahora que no necesitaba obligarla a permanecer allí, la dejara reunirse con su hijo. Sin embargo, no la dejaron entrar, tenía prohibida la entrada a la casa.—Dile a tu jefe que no me iré sin mi hijo. —le dijo entre dientes al hombre que custodiaba la entrada.Cinco minutos después, uno de los empleados salió en un auto y le pidió que subiera con él.—¿Te ordenaron deshacerte de mí? —preguntó ella con burla—, no iré a ninguna parte contigo.El hombre rodó los ojos cuando ella comenzó a reír de forma histérica, no podía creer que le dieran un trabajo tan pequeño. Pero t