A la mañana siguiente, Jason cambió su rutina diaria, en vez de ir directo a la oficina que ocupaba cuando no estaba con sus hombres, se quedó para tomar el desayuno con Camille.Ella se sorprendió, apenas lo vio entrar al comedor. Cuando se levantó bien temprano en la mañana después de pasar una noche inquieta por lo ocurrido en el día, no pensó verlo antes de irse a trabajar.—Buenos días, preciosa —Saludó él nada más sentarse.—Buenos días, Jason —respondió ella con timidez. La expresión de cariño la hizo sonrojarse.—Te ves hermosa con ese vestido.El rubor en las mejillas de Camille se intensificó, el elogio era algo más que no esperó escuchar en la mañana. Le dio las gracias con un leve tartamudeo y una sonrisa inconsciente afloró a sus labios.Él había sido sincero, sin embargo, le divirtió la reacción de su falsa esposa. Ella se veía inocente, dulce, las mejillas coloreadas de rosa, intensificaba esa percepción.—¿Qué harás luego del trabajo? —quería pasar tiempo con ella, sin
Con una risita burlona, Jason abrió la verja de hierro permitiéndole pasar, dejándole claro que no le daba importancia a sus amenazas.Bruce sonrió con suficiencia. Caminó hasta el interior del jardín delantero regodeándose porque Jason estaba haciendo lo que él quería. Cuando se dio cuenta de que había sido un error, ya era muy tarde. Él y sus hombres fueron rodeados por hombres armados que no supo de dónde salieron. No obstante, siguió en su papel, continuaría con su cometido, burlarse de Norwood para que su mujer viera que era un delincuente de poca monta y él era mucho mejor.—Señor, reconozco a esta gente —masculló el subordinado de más confianza de Bruce.—¿Y?, ¿qué tiene? —inquirió con altanería.—Son los SSN —respondió el mismo subordinado.Bruce tragó en seco, no le estaba hablando de cualquier pandilla. Alrededor de ellos estaba el Sindicato de la Serpiente Negra, los más peligrosos del estado, los únicos que no habían podido doblegar. Sin embargo, le estaba costando relacio
Amber Thrasher se paseaba en su habitación de un lado para el otro, de vez en cuando se paraba frente a la ventana y miraba hacia fuera. Estaba rememorando la fiesta de esa noche anterior, la forma en que Bruce miró a la mujer que su madre contrató para casarse con el inútil de Jason Norwood por ella. No le gustó. Bruce la amaba, a ella, él solo pensaba en agradarle. Él no tenía ojos para otra mujer, si lo hacía, era por alguna razón muy fuerte. Y ahí entraba su sustituta, estaba casi segura que hizo algo para llamar la atención de su hombre.—Pero ella pagará por querer llevarse lo que es mío. Aprenderá que no puede meterse conmigo. Que su lugar es estar al lado del delincuente, no de un hombre de la posición de Bruce —Amber no se quedaba en un solo lugar mientras emitía aquellas palabras.Reflexionó mucho buscando la forma de poner en su sitio a Camille. Y luego de varios minutos le llegó una idea que consideró era excelente. Llamó a uno de los empleados de confianza de su madre y l
El subdirector se puso de pie y las presentó de manera formal. Camille sonrió y con amabilidad le dio la bienvenida a la empresa, deseándole que tuvieran buenos resultados para ambas partes.—Pensé que serías diferente de cerca —dijo Amber con ironía—, eres simple, con poca gracia. Eres normal, no llegas a ser bonita. Ese cabello que no se sabe si es castaño o rojo es feo.Camille se quedó congelada en el lugar. No entendía por qué esa mujer se comportaba tan poco profesional. ¿Qué tenía que ver su aspecto con el trabajo a realizar?, no obstante, lo dejó pasar, recordó una y otra vez en su mente el bono que la ayudaría con Darrin.—No creo que quiera hacer tratos con la empresa por mi aspecto, ¿comenzamos de una vez? —dijo Camille sentándose en una de las sillas vacías.—Tienes razón, tu rostro poco agraciado no es lo que me trajo aquí —la burla seguía en la voz de Amber.Los hombres que estaban en la habitación rieron de las palabras llenas de burla. Les resultaba gracioso como hacía
Jason recibió una llamada telefónica de uno de sus subordinados. Avisándole, que su esposa, se hallaba con Amber Thrasher, en el bar que le había prohibido trabajar.—¿Qué tiempo lleva ahí? —interrogó con enojo.—Acaban de llegar, señor, en este momento se dirigen hacia una de las zonas VIP.—¿Solas o acompañadas?Cuando le respondieron que estaban acompañadas, Jason colgó el teléfono y salió de su oficina sin escuchar que era hombres que trabajaban para la familia Thrasher. Subió en su auto mientras, en otro automóvil, lo seguían algunos de sus hombres. En menos de diez minutos estaba en el bar.Cuando localizó a su mujer y la vio rodeada de hombres, pensó en darse la vuelta dejándola con sus amigos. Pero tampoco quería que la vieran en ese lugar, tenía una reputación que mantener y ella no la iba a dañar. Se acercó a donde estaban y le recordó el arreglo al que habían llegado. Ella no respondió e imaginó que no sabía qué decirle al verse descubierta. Sin embargo, el cuerpo de Camill
—N-no —balbuceó ella.—¿Segura?, estoy abierto a escucharte.Ella tuvo miedo, recordando lo que Marcia había dicho sobre él. Lo que había visto con sus propios ojos. Su temor por ser descubierta y ponerse en peligro, le dieron ganas de salir huyendo y esconderse.—No oculto nada. Ya te dije lo que sucedió, por el trabajo tuve que ir al bar —La mentira salió sin pensarlo mucho.Jason la miró con decepción, supuso que ella le diría la verdad. La apartó y se alejó. Dio varios pasos, se detuvo frente a ella y moviendo la cabeza, decepcionado, subió las escaleras para ir a su habitación.Ella lo vio irse y pensó ir detrás de él. Se sentía incómoda ocultándole la verdad. Con pesar, lo siguió minutos después y fue a su habitación, allí siguió cavilando en Jason. Recordó que la había salvado dos veces, le consiguió trabajo. Descubrió que no solo se sentía agradecida, le estaba gustando. Era algo que no creyó que podía llegar a ocurrir.—¿Me sentiré así porque es mi héroe de brillante armadura
Shad Blessing escuchaba las quejas de su subordinada con placer. Daba por sentado que cada palabra que le decían eran ciertas. No dudó de la acusación. Tampoco le importaba si era cierto o no. Una potencial socia comercial creía que el trabajo de ella era pésimo y el trato que dio fue peor. La empleada nunca me cayó bien, su entrada a la empresa había sido precipitada, según él le habían quitado el empleo a alguien más capacitado para el puesto. Con inmediatez, tomó el teléfono y llamó a recursos humanos para que le enviaran el manual de empleados.—¿Hay algún problema, Shad? —preguntó preocupada la persona que respondió.—Sí, pero todavía tengo que recopilar toda la documentación que necesitaré antes de solicitar tu ayuda. Solo te puedo decir que es un despido. Ve preparando la indemnización, que no debe ser mucha.Una hora después, Blessing tenía todo lo necesario para el despido de Camille. Invitó a la misma persona que respondió su llamada a recursos humanos como testigo para que
—Él es fuerte, pero el tumor está en un lugar peligroso. No queremos seguir corriendo riesgos —explicó el galeno.—Buscaré el dinero, la operación será cuanto antes —le aseguró ella.Cuando se quedaron solas, su madre le preguntó por Marcia, si había regresado.—Ella no ha cumplido con su parte del trato —le recordó Evaline.—No ha regresado de su viaje —dijo Camille y se acercó a su hijo para acomodarle la cama en la que estaba acostado.—Tu padre estuvo aquí en la mañana —informó Evaline cuando vio que su hija recorría con la mirada la habitación del hospital—, Darrin quería un globo rojo y se lo trajo.Los ojos de Camille se humedecieron. Su familia había sido de gran apoyo con la llegada de su hijo. Sin ellos, no hubiera podido llegar hasta allí. Los primeros días, había sido una locura total, la primera ropa que uso Darrin se la habían comprado sus padres.—Estoy segura de que le encantó y lo disfrutó mientras estuvo despierto —dijo después de aclararse la garganta.—Fue un éxito