La verdad más cruda

Despertar encerrada se hacía algo vagamente frecuente y eso, me hizo volver a plantearme que demonios hacía con mi vida. Si era sincera, no tenía el control ni mucho menos, estaba caminando sobre una cuerda floja, sin saber en que momento mis decisiones no tendrían vuelta atrás.

El arma estaba tan cerca de mi rostro, ella me apuntaba y el sudor helado comenzó a humedecer mi frente. Comenzó a colocarme las esposas y a amarrar mis pies, sin que yo pudiera hacer algo para detenerla.

—¿Parece que estás arrepentida? Pobre mujer, has creído que podrías adaptarte. —la voz de la mujer era suave, disfrutaba el tenerme en la incertidumbre.

Miré hacia los costados intentando buscar a Francisco, tenía que mirarlo a los ojos luego de que hubiera llevado a cabo semejante traición. Ella soltó una risita sutil y cínica, tenía esos modos.

—No busques a Francisco. No tiene caso, el irá a buscar otro sitio para vivir muy lejos de aquí. En algún lugar alejado de la gran ciudad. Se ha ganado su jubilación
Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo