Stefano salió de allí seguido por Santos. —Por favor ¡Detente! Debes escucharme —le pidió y él se detuvo. —No vale la pena, ni deseo escucharte… todo está claro, dime ¿Te burlaste de mí junto con tu prometido? Seguro que disfrutaban pensando en el estúpido de Stefano… no te preocupes… entiendo qu
—No mientas, no son las únicas imágenes que están, ¿Qué tal te parecen estas? —dijo Frank y enseguida se dejaron ver las imágenes en que Stefano y Santos se besaron cuando estaban en la habitación—. ¿Qué tienes que decir al respecto? Creo que nos queda claro que eres, no intentes ocultarlo más. Por
Sandro se quedó viendo a su hija, no sabía cómo sentirse si molesto, decepcionado, triste. —¿Te he enseñado a mentir? ¿Cómo pudiste engañarnos de esa manera? ¿Y usted suegro lo sabía y se hizo cómplice de ella? —inquirió el hombre dejando notar una leve molestia en su tono. —Una vez se los dije, q
—Mi padre, no me habla… pretende que adivinara que cuando me dijo que no me dejaría correr yo supusiera que era mentira e igual lo intentara convencer de que era lo mío —dijo con irritación—. De hecho, un par de veces se lo comenté y su respuesta fue la misma, ahora no quiere ni hablarme… y, por otr
—Era de mi de quien querían saber, aquí me tienen… ¿No querían preguntarme sobre mi relación con Santos Ferrer? Aprovechen, es su oportunidad, voy a responderle cada una de sus interrogantes. —No, no lo escuchen a él, soy yo quien les dirá la verdad —dijo Sandra y por un momento las miradas de la j
Ornella se quedó sorprendida al ver a los dos hombres, aunque sabía que su hijo Stefano estaba en el mundo automovilístico, no se imaginó ver a Sandro ni a Cristiano. Sandro observó a Stefano que minutos antes le había dicho que su madre estaba muerta, mientras el rostro de la mujer se posaba en él
Stefano se detuvo en seco, se dijo a sí mismo que no debía siquiera prestarle importancia a lo que la mujer le estuviera indicando, porque probablemente era mentira, sin embargo, y a pesar de su oposición terminó escuchándola y preguntando. —¿Quién se llevó a tu hijo? ¿Su padre? —Ornella miró a Ste
—Hasta yo animaré a Santos, después de todo es mi otra pareja —dijo Stefano y todos soltaron la carcajada. El resto del tiempo pasó rápidamente, la conversación fue alegre y divertida, la familia estrechando sus lazos de amistad, mientras Sandra y Stefano, se sentaron apartados de todos, sin poder