El cuerpo de Carlotta comenzó a temblar, dejó de prestarle atención a lo que le decía la mujer al otro lado de la línea, la rabia, la impotencia, la tristeza, la decepción hacia sí misma la inundaron, tanto así que su celular terminó cayéndose, aunque para su buena suerte, antes de que se estrellara
—No —pronunció al mismo tiempo que negaba con la cabeza—. Lo siento Sandro, gracias por ofrecerme tu ayuda, pero no puedo aceptarla. No me siento cómoda ante la idea de deberte dinero, ¿Cómo podría mirarte a los ojos sabiendo que te he costado dinero? No, no quiero ser una carga para ti. La joven i
Carlotta y Sandro firmaron el contrato prematrimonial, el hombre le dio la orden a los abogados para que arreglaran todo para la realización de la ceremonia civil, pues decidieron solo hacer una boda sencilla, solo querían ellos llegar el día, la hora y el lugar indicado.Así transcurrieron los dos
Carlotta no podía creer en su mala suerte, de todos los restaurantes de los Ángeles, ¿Por qué ese desgraciado venía a aparecer en el mismo sitio donde estaba ella?La joven se dio cuenta de su presencia, antes de que él fijara su vista en ella. Fue como una escena de una película. Lo vio tropezar y
Sin pensarlo un solo segundo, Katy, apretó su agarre y sin poder controlar su rabia la tiró al piso, se le subió encima y empezó a golpearla en la cara, le daba golpe tras golpe sin parar, entretanto la mujer gritaba pidiendo auxilio.—¡Ayuda por favor! ¡Esta mujer es una salvaje! ¡Está loca! Me est
Carlotta se sintió mal por haberse dejado influenciar por Massimo, sus palabras mermaron su autoestima, haciéndola sentir miserable, y aunque conscientemente sabía que no debió ofender a Sandro de esa manera, habló sin pensarlo, ese era un problema heredado de los Rocco lo de actuar primero y pensar
Mientras realizaba su recorrido, no supo cuánto tiempo tardó, solo se dio cuenta de que llegó a un puente, por un momento se apoyó de la baranda observando el agua, era hipnótica; el río parecía fluir más rápido de lo habitual debido a la lluvia. Carlotta no podía parar de llorar, necesitaba libera
Carlotta parpadeó por un par de segundos, tenía la impresión de estar en una especie de nubla de sueño, no obstante, un instante después, se dio cuenta de que todo era real, cuando sintió la mano de Sandro halarla de un brazo atrayéndola hacia él y haciéndola caer en su regazo, por un instante ambos