GLYNDONHe hecho todo lo que está en mis manos para que Davina no se sienta incómoda, pude ver las intenciones del padre de Hunter, en cuanto desde a lo lejos, observé su odio hacia ella, por ello, rompí contacto con el socio de mi padre con el que me encontraba hablando. Davina y Hunter se amaban, y para ser honestos, parecía una tragedia monumental que lo de ellos se arruinara por esto, solo tienen que sobrevivir un año, y listo, Hunter y yo nos divorciariamos y ellos podrían vivir felices su historia de amor. Pero cuando él me propuso matrimonio, y todos nos estaban pidiendo que nos besaramos, me di cuenta de que Omary Sprouse, se dirigía a la velocidad de una serpiente, hacia Davina, quien tenía los ojos llenos de agua, por ello, tenía que llamar su atención y solo se me ocurrió, agarrar el rostro de Hunter con ambas manos, y besarlo. En un intento desesperado porque su padre se detenga a ver el espectáculo, solo que se me salió un poco de las manos, ya con el anillo que él eli
GLYNDONLas palabras de Omary retumban en mi cabeza, él hablaba en serio, dijo el nombre de Davina completo, lo que quiere decir que la conoce muy bien, o que la ha investigado, jamás imaginé que fuera esa clase de persona que recurre a artimañas para deshacerse de las personas que se interponen en su camino. Sabía que los padres de Hunter eran estrictos a cuanto a las leyes sociales, todos unos clasistas, pero no a éste punto. Respiro hondo, la verdad es que se me han borrado las ganas de regresar a la fiesta, me muerdo el labio inferior, ese beso no debió ocurrir, pero si no hacía algo, seguro que todo esto él se lo hubiera dicho a Davina, ella es demasiado tierna como para que trate con personas como Omary y Anna Lucia Sprouse. —¿Está todo bien, bebé? La dulce voz de mi madre hace que todo lo malo se disipe. Ella es tan hermosa, que me quedo anonadada con su belleza. —Sí —sonrío.Ella me devuelve el gesto. —Ese beso fue… Mis mejillas se sienten calientes. —Demasiado, lo sé,
GLYNDONLa mirada de Davina es… no la puedo descifrar, ella observa el ramo de flores que me ha mandado Hunter, y me devuelve la tarjetita. —Yo… —No es necesario que digas nada, él y yo estamos bien, supongo, es solo que me sorprendió que te mandara un presente, cuando solo habla mal de ti. Abro los ojos como platos. —¿Habla mal de mí? —Sí —ella baja la mirada y comienza a juguetear con un mechón de su cabello rojo—. No debería decirte esto, claro, lo siento. La observo a detalle, frunzo el ceño. —¿Qué es lo que dice de mí? —inquiero con cautela. —Nada —niega con la cabeza—. Olvídalo.Tiro de su muñeca antes de que se vaya. Dándole tiempo para una ruta de escape. —Por favor, dime qué es lo que dice de mí. Davina me mira con ternura, voltea por todos lados y me roma de la mano. —Está bien, te lo diré porque somos mejores amigas y no quiero que nadie te lastime, eso incluye a mi Hunter —me sonríe. ¿Mejores amigas? ¿Cuándo sucedió eso? Que yo recuerde, jamás quise ser su amig
HUNTERLa rabia se disipa cuando las palabras salen de mi boca, no hace falta que diga nada, sé que he tocado una fibra dolorosa en la vida de Glyndon, lo veo en su mirada, por primera vez, veo esa fractura en sus ojos, la frialdad con la que mira el mundo, desaparece. Solo hay dolor, sus ojos se llenan de agua, sin embargo, con el mentón levantado, se da la media vuelta y se marcha a paso apresurado. Soy un hijo de perra, ¿qué demonios está mal conmigo? Davina dijo muchas incoherencias, pero me hizo pensar en que sí, Glyndon fue quien me besó, ella fue quien rompió una regla importante, pero lo hizo para protegerla de las amenazas de mi padre. Estoy tan confundido, tan dolido, Davina es mi todo, mi mundo, y ahora ella me había dejado por este maldito matrimonio de mierda, no estoy pensando con la cabeza fría, y ahora, había dañado a una persona que solo ha intentado ayudar desde el primer momento. Me quedo un par de segundo respirando con fuerza, tratando de calmar la ansiedad, no
GLYNDONMe quedo atónita con lo que me dice Luke, no es que no sepa que le gusto, es solo que me sorprende que me diga en un evento como este, no tiene sentido, cuando le pedí que me acompañara en lugar de Hunter, fue por una razón, y es que no quería estar sola, mucho menos después de que me diera un ataque de pánico, así que él estaba ahí y fue mi primera opción. Y ahora me sale con esto, cuando le dejé claro que en estos momentos no necesitaba iniciar una relación, al menos, no hasta que se termine el año de contrato con Hunter, para evitar dramas como los que tiene con Davina. —Luke —susurro.Pero la mirada de Luke se torna oscura, su sonrisa se desvanece y ahora su atención se encuentra en algo detrás de mí. Al girarme con el ceño fruncido, casi me atraganto al darme cuenta de que la persona que está delante de mí, es… —Hunter.—Glyndon —sisea sin apartar la mirada de Luke. Los miro a los dos, de hito en hito, es como si se odiaran a morir. —¿Qué haces aquí? —le preguntó Luk
HUNTERSabía que desde un principio, el haber aceptado ir con Glyndon a aquel centro nocturno, había sido una mala idea, y es que antes de ir a la casa de Davina, sentí molestia cuando el barman no dejaba de verla como si la estuviera follando en su mente. Le prometí a Harley que la cuidaría y eso es lo que haría, sin más. Así que me comporté como nunca lo había hecho, ni siquiera por Davina, que la amo, en cambio con Glyndon, me sentí muy cabreado. Luego, no sólo tuve que soportar caminar a su lado y ver cómo los hombres la miraban. Por ello, me vi obligado a rodearla por la cintura, cuando sus nalgas golpearon mi polla, sentí escalofríos porque me estaba excitando. Ajusté mi agarre, mi cabeza me lanzó las imágenes de los pechos de Glyndon, aquella vez que entré a los vestidores por accidente. Pensar en ella estaba siendo malo, por ello, cuando llegamos a nuestra mesa, me bebí dos chupitos. Comenzamos a hablar sobre cosas triviales hasta que mi visión fue borrosa. —¿Puedes estar
GLYNDON—Largo, Hunter Sprouse —espeto con el corazón acelerado. Al darme cuenta de que no se mueve y que me mira completamente desnuda, cubro mis pechos con ambas manos. Nunca nadie en la vida me ha visto desnuda, ni siquiera Luke, con quien mantuve una relación formal, en cambio, Hunter parece estar en otro mundo. —Oye —le llamo—. Sal, por favor. No me hace caso, sus pupilas están dilatadas, la tensión de su mandíbula se ve casi dolorosa, no puedo creer que él se quede ahí, sin hacer o decir nada. El agua caliente sigue cayendo por mi espalda. ¿Acaso esto es un reflejo de lo herido que está por Davina? No lo comprendo, Hunter siempre me resulta un misterio que quiero resolver. —Hunter, tienes que salir —artículo.—Glyndon —su voz es gruesa—. Quiero… necesito… ¿puedo tocarte? Me congelo, Hunter parecía demasiado necesitado por hacerlo, lo permití en el club porque él lo quería, porque lo vi perdido, pero ahora… —Por favor —susurra tragando grueso. —Amas a Davina —le digo con
GLYNDONTodo sucede tan rápido, que no me da tiempo de reaccionar, Hunter ha golpeado a un colega dentro de las instalaciones del Hospital, una falta grave, reglas que puso mi padre. —Hunter —dice Luke. Se pone de pie y desliza su dedo por el labio inferior, el cual está sangrando. —No la toques. —¿Quién crees que eres para decir eso? —brama Luke—. Su matrimonio es falso, no son pareja, y lo más importante, no están comprometidos porque sea algo real. Él, sin duda, tiene toda la razón. Hunter tensa el cuerpo y me Interpongo entre los dos. —Me pregunto qué dirá Dylan cuando se entere de esto, es una falta grave, golpear a un colega —sisea.Había olvidado lo desgraciado que era Luke, es decir, era buena persona, pero como todos, tenía su lado malo, y el de él, roza lo desagradable. —Mejor dicho, me pregunto qué dirá mi padre, cuando se entere de que me besaste a la fuerza, y que solo Hunter trató de defenderme —le digo a Luke con el mentón levantado—. Soy su hija, estoy segura de