HUNTERSabía que desde un principio, el haber aceptado ir con Glyndon a aquel centro nocturno, había sido una mala idea, y es que antes de ir a la casa de Davina, sentí molestia cuando el barman no dejaba de verla como si la estuviera follando en su mente. Le prometí a Harley que la cuidaría y eso es lo que haría, sin más. Así que me comporté como nunca lo había hecho, ni siquiera por Davina, que la amo, en cambio con Glyndon, me sentí muy cabreado. Luego, no sólo tuve que soportar caminar a su lado y ver cómo los hombres la miraban. Por ello, me vi obligado a rodearla por la cintura, cuando sus nalgas golpearon mi polla, sentí escalofríos porque me estaba excitando. Ajusté mi agarre, mi cabeza me lanzó las imágenes de los pechos de Glyndon, aquella vez que entré a los vestidores por accidente. Pensar en ella estaba siendo malo, por ello, cuando llegamos a nuestra mesa, me bebí dos chupitos. Comenzamos a hablar sobre cosas triviales hasta que mi visión fue borrosa. —¿Puedes estar
GLYNDON—Largo, Hunter Sprouse —espeto con el corazón acelerado. Al darme cuenta de que no se mueve y que me mira completamente desnuda, cubro mis pechos con ambas manos. Nunca nadie en la vida me ha visto desnuda, ni siquiera Luke, con quien mantuve una relación formal, en cambio, Hunter parece estar en otro mundo. —Oye —le llamo—. Sal, por favor. No me hace caso, sus pupilas están dilatadas, la tensión de su mandíbula se ve casi dolorosa, no puedo creer que él se quede ahí, sin hacer o decir nada. El agua caliente sigue cayendo por mi espalda. ¿Acaso esto es un reflejo de lo herido que está por Davina? No lo comprendo, Hunter siempre me resulta un misterio que quiero resolver. —Hunter, tienes que salir —artículo.—Glyndon —su voz es gruesa—. Quiero… necesito… ¿puedo tocarte? Me congelo, Hunter parecía demasiado necesitado por hacerlo, lo permití en el club porque él lo quería, porque lo vi perdido, pero ahora… —Por favor —susurra tragando grueso. —Amas a Davina —le digo con
GLYNDONTodo sucede tan rápido, que no me da tiempo de reaccionar, Hunter ha golpeado a un colega dentro de las instalaciones del Hospital, una falta grave, reglas que puso mi padre. —Hunter —dice Luke. Se pone de pie y desliza su dedo por el labio inferior, el cual está sangrando. —No la toques. —¿Quién crees que eres para decir eso? —brama Luke—. Su matrimonio es falso, no son pareja, y lo más importante, no están comprometidos porque sea algo real. Él, sin duda, tiene toda la razón. Hunter tensa el cuerpo y me Interpongo entre los dos. —Me pregunto qué dirá Dylan cuando se entere de esto, es una falta grave, golpear a un colega —sisea.Había olvidado lo desgraciado que era Luke, es decir, era buena persona, pero como todos, tenía su lado malo, y el de él, roza lo desagradable. —Mejor dicho, me pregunto qué dirá mi padre, cuando se entere de que me besaste a la fuerza, y que solo Hunter trató de defenderme —le digo a Luke con el mentón levantado—. Soy su hija, estoy segura de
MINUTOS ANTESLa cabeza me estalla, actué de manera impulsiva ante una situación que no debería importarme, pero es que estos días me he sentido confundido, todo el tiempo quiero proteger a Glyndon, y no puedo borrar de mi mente su cuerpo desnudo, deseando tenerlo bajo el mío mientras la follo, el deseo me está cegando, nunca me había pasado algo como esto, ni siquiera con Davina, a quien estoy evitando en todo momento, hasta que la puerta de mi oficina se abre y entra ella. —¿Qué haces aquí? —pregunto con molestia. Otra cosa que me sorprende, se supone que estoy enamorado de ella, se supone que era ella la mujer con la que deseaba casarme, hasta que me engañó con un tipo al que apenas conoce, y a él le entregó su primera vez, cuando siempre fui paciente con ella respecto a eso. —Estoy trabajando, señorita Morgan, retírese en este momento —espeto con firmeza. —No, hasta que me escuches —agrega. —No tenemos nada de que hablar, si no es un tema de medicina, no. —Hunter, por favor
GLYNDONCuando llego al hospital, me siento muy confundida con toda la situación que estoy viviendo, no debió haberme sorprendido el encontrar a Hunter follando a Davina, después de todo, ellos son una pareja real, es solo que esta extraña sensación en el pecho, no la puedo adivinar, jamás he estado enamorada de nadie, ni siquiera de Luke cuando salíamos, era más bien una comodidad, con él podía hablar de todo, y eso, es lo que me hacía creer que era el amor. El problema vino cuando observé de cerca a mis padres, ellos se comportan de una manera demasiado apegada, es como si no pudieran vivir el uno sin el otro, así de fácil, así de sencillo, no hay más. Pero eso no es lo que siento por Hunter, esto es más… como si fuera mi mejor amigo y temiera que otra me lo quitara. Con esos pensamientos absurdos camino por uno de los corredores, necesito sacarme de la cabeza a Hunter, encontrar una distracción, él ama a Davina y ella a él, estoy girando justo al chocar contra Luke, quien parece
HUNTERGlyndon dijo que pensaba tomar distancia entre los dos, y ese pensamiento ha estado rondando en mi cabeza todo el tiempo, ¿cómo es que no me di cuenta de que ella poco a poco estaba entrando en mi vida? Me gusta, mucho, demasiado lo definiría mejor, ella tiene razón, no es bueno para ninguno de los dos, pero tampoco pienso reprimir estos sentimientos que jamás había sentido por nadie, ni siquiera por la propia Davina. Lo que me lleva a cuestionarme si en realidad es amor lo que creo sentir por ella, o una ilusión, si de verdad amo a Davina, la cabeza me va a estallar y estar en el hospital no mejora las cosas sin duda. Necesito de un respiro. Camino de un lado a otro dentro de mi oficina, es mi tiempo de descanso y no soporto la idea de que ella le haya dado una oportunidad a Luke. Saber que en secreto, cuando estén a solas, él la va a follar, la va a tocar y besar, joder, esa fue la razón por la que intervine cuando mi madre mencionó el estúpido viaje al que no me apetece ir
GLYNDON—Siento llegar tarde —dice Luke mientras se acerca y me da un beso en los labios. El tacto se siente demasiado diferente al de Hunter, y me obligo a no pensar en nada, mucho menos en él, aunque esta vez me aparto de Luke lo más rápido que puedo, en especial cuando nos encontramos a un par de metros de los padres de Hunter. —No puedes hacer eso —espeto con firmeza. —¿Besar a mi novia? —inquiere con indignación. —Sí, no puedes cuando estamos fingiendo que sostengo una especie de relación con Hunter —levanto la mano mostrándole el anillo que rodea uno de los dedos de mi mano—. ¿Recuerdas? Soy su prometida. En cuanto las palabras brotan de mi garganta, veo la chispa de odio en sus ojos, de rabia contenida, me aparto y meto mi maleta en la cajuela para luego cerrarla, Hunter habla con Davina y desde donde nos encontramos, noto que más que una simple charla, parece más bien una discusión discreta y solo visible para el ojo crítico, como el de su padre. —Aún me parece que es un
GLYNDONHunter se queda callado cuando Davina pide que hablen, lo observo con detenimiento, es como si estuviera en medio de una lucha interna de la que no quiere aceptar cuál es el lado que va ganando. —Glyndon —me dice. —Me voy… —No —él espeta con firmeza. Frunzo el ceño. —Me parece que si, esto solo les compete a los dos, yo iré abajo… —Luke está abajo, seguro que te hará bien pasar tiempo con tu novio —Davina enreda su brazo en el de Hunter, algo que hace que él realice una mueca de desagrado que me es graciosa hasta cierto punto. Él parece darse cuenta y me guiña un ojo. —Amor, hablemos, puede que mejor follemos, mira esa cama —Davina abre los ojos como platos al tiempo que se dirige a la cama en la que iba a dormir Hunter conmigo—. Es tan cómoda. Deja caer su cuerpo, ahora no quiero acostarme ahí, tendrá su esencia y temo que cuando me abrace o haga algo, la recuerde a ella, por lo que reprimo mis ganas de sacarle los sesos y comportarme a la altura de una Wood, de la h