Capítulo303
Leandro tenía agarrado por el cuello a Ismael y le dijo con voz fría:

—¡No mereces saber lo que yo hago!

Ismael, dolorido, se apartó de a Leandro y dio un paso atrás.

—Leandro, separaste a la fuerza a Julieta y a su hermano, y estás alimentando a Samuel con todo ese odio, ¿de verdad crees que está bien?

»No me importa en absoluto lo que pase contigo y Dalila, pero es hora de que le devuelvas su hermano a Julieta.

Al escuchar sus palabras, Leandro se mofó mientras señalaba a Samuel, que estaba en el lado del copiloto.

—Bien, puedes llevártelo si quieres. Pregúntale tú mismo si quiere ir.

Ismael se quedó paralizado. Estaba a punto de hablar cuando Samuel se negó directamente.

—No hace falta que preguntes, no quiero.

Esa sola frase le dejó incapacitado para decir ni una palabra. Sabía como abogado que si la persona interesada no estaba dispuesta a hacerlo, era inútil que dijera nada.

Al ver esto, Leandro le miró fríamente.

—Ismael, te aconsejo que no hagas lo que no debes. Es mi última a
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