- Uno, dos, tres, cuatro - la voz de Sheyla haciendo el conteo me pone los nervios de punta - cinco, seis, siete, ocho - sé muy bien que mis fuerzas no dan para más - ¡Vamos chicos! ¡Sí pueden hacerlo! - grita Sheyla - uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho - terminó el conteo - ¡Vamos muchachos, denme una serie más! - me siento derrotada al escuchar esa exigencia - uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho - termina el conteo y tanto Pablo como yo terminamos de hacer burnpies - bien hecho, muy bien hecho - nos felicita con una gran sonrisa - pero no es suficiente, aún los pueden hacer trizas si se ven obligados a tener un enfrentamiento, todavía Tenemos muchos aspectos que pulir para evitar que eso suceda - nos informa con seriedad.

Vamos de inmediato a tomar una ducha - no tendremos tiempo para desayunar ya que el entrenamiento de hoy fue muy largo - me dice Pablo mientras caminamos.

- Será mejor que tomemos el desayuno en el teatro, tengo algo importante que deci