Hayami mordía su labio, sentía que al leer ese libro no habría vuelta atrás, además de que la incertidumbre y la curiosidad ya habían entrado en su cuerpo como para no continuar.
Abrió nuevamente el libro para posteriormente tomar asiento en el sofá, respiró profundamente antes de colocar nuevamente sus ojos sobre aquel escrito ...
"¿Que si tengo miedo? Claro que lo tengo, ¿cómo no temerle a la muerte?, a dejar este mundo sin haber dejado nada en él, es realmente triste marcharse de esta forma y a manos del hombre que amas con la misma intensidad con la que le temes.
Para ser lo último que escribiré desearía contar desde un inicio la historia, pero no tengo el tiempo suficiente para hacerlo, para la persona que lee esto quisiera que entendiera que fui una chica amada por mis padres, siempre trataron de darme lo mejor, pero ante la pobreza y el hambre ellos aceptaron la oferta de aquel hombre poderoso, realmente no los culpo sé que lo hicieron por mis hermanos, de igual manera de una u otra forma yo ya estaba... Bueno, mi futuro ya estaba sellado.
Realmente creí que podría cambiarlo, que podía hacer que él se enamorara de mí; sin embargo, claramente no fue así, a decir verdad yo si me enamore como una loca de aquellos ojos azules, de su imponencia, de sus caricias, aunque quizás pensándolo bien sí sintió atracción hacia mí, a mi voluntad, a mi carácter, a mi fuerza, era el alimento que su ego necesitaba, pero cuando perdí todo esto deje de servirle, de atraerlo y me convertí una prisionera, puesto que es lo que definió mi ahora terrible final, quise escapar, quise huir a pesar de amarlo tanto, pero finalmente no lo logre ...
Solo hay una manera de escapar de sus manos y es la que esta noche lluviosa pasará.
Quisiera poder contar más sobre mí, me gustaría tener esa oportunidad, pero desafortunadamente no será así que a ti que me lees esto, en verdad te deseo suerte ..."
Hayami paso a la siguiente página que se encontraba en blanco y su corazón se estrujó, hojeó algunas cuantas más hasta encontrar de nuevo la escritura, pero notó de inmediato que era muy diferente...
"¿Cómo comienzo? No lo sé, nunca he sido una chica de escribir, de hecho podría decir que se me da muy mal, pero dada las circunstancias me decidí hacerlo, después de considerarlo mucho al encontrarme este libro en la estantería de esta biblioteca tan antigua de esta habitación donde llevó encerrada más de una semana, por lo que leí en las páginas anteriores me espera el mismo destino que esa chica, así que no sé si alguien va a leer lo que escriba o mis letras quedarán en el olvido. Me parece que divago demasiado, así que comenzaré como típicamente se comienza un diario.
Creo que para saber como llegué hasta este punto de mi vida, donde estoy sometida bajo el encierro de la peor persona que en mi vida he conocido y conoceré, es prudente hablar un poco sobre mí.
¿Qué podría poner sobre mí? Mmmm, solo que soy una chica común y corriente de una familia promedio, mi madre falleció hace muchos años que apenas recuerdo su dulce voz, a ella debo el nombre de Aileana, no sé por qué razón me lo dio, quizás alguna amiga de la infancia con ese nombre o quizás solo porque si, bueno, mi padre se encargó de mí como lo que es, un amoroso y responsable padre, soy estudiante de Lenguas, sí, si sé que para mis 24 años ya debería haber terminado, pero no me decidía por nada hasta que encontré el gusto por los idiomas, podríamos decir que tengo pocos amigos, o bueno tenía pocos amigos, también estaba con el chico más dulce que jamás he conocido.
En realidad no hay mucho que contar de mí. Mi vida se dirigía hacia un solo rumbo, el de la felicidad, pero se vio interrumpida cuando lo conocí, Cuando me encontré con aquellos ojos Azules, tan hermosos, tan hipnotizantes, tan profundos.
Como olvidar esa fecha la tengo clavada en mi memoria como el inicio de mi tormento.
Fue un 20 de enero de 1958, el invierno estaba a mitad de su ciclo, el frío se sentía hasta los huesos o ese era mi caso, ya que siempre he odiado el frío, lo detesto es un clima poco agradable, lo único rescatable que puedo sacar de aquellos días helados, es la calidez del los brazos de aquel chico dulce.
En realidad, Edimburgo no suele haber climas extremos, tiende a variar, las nevadas son hermosas y... Bueno, ¿Acaso soy guía de turista pará estar describiendo el lugar donde vivo? Me desvié del tema...
Esa mañana todo marchaba como de costumbre, yo asistí a la escuela como normalmente lo hacía, jugueteando un poco con
Beth, mi mejor amiga con la que hacemos y deshacernos, a ella la conocí una vez entrando a la carrera, es una buena chica muy linda, podríamos decir que muy atractiva, generalmente cuando estamos juntas los chicos solo la miran a ella, pero no me perjudica porque sé que estaba en los ojos de Graham, mi novio desde hace ya dos años, que por cierto han sido los mejores años..."
__" Aili" ¿Vamos a vernos hoy por la tarde?
Preguntó Beth, sentada justo a lado de Aileana.
__ ¿Hoy? No lo sé, tengo que asistir con mi papá a una fiesta No me preguntes de qué porque no lo sé
__ Anda, solo sería una hora o bueno o acompáñame a comprar una bolsa que necesito.
Aileana estaba indecisa, sus ojos color miel mostraban duda, giró un poco su cabeza hacia atrás mirando al chico de cabello cobrizo y un corte que lo hacía lucir bien parecido, él sonreía con otros chicos.
__ No me digas, ¿hoy saldrás con Graham?
Preguntó Beth al ver como su amiga lo miraba con tanto amor.
__ Si quedamos de vernos donde siempre, será antes de mi compromiso con mi papá, pero... si te acompañare a comprar tu bolsa y después iré con él.
Beth se puso demasiado feliz.
__ Gracias.
Aileana únicamente sonrió al ver la emoción de su amiga.
—¿Qué te parece esta?— Está linda.Respondió Aileana al mirar la bolsa color rosa palo que le enseñaba Beth.Ambas miraban las bolsas, se la estaban pasando realmente bien, cuando una chica, alta y castaña, se acercó a ellas de manera desafiante.—A ti te estaba buscando.La chica se paró delante de Beth de manera en que parecía que en cualquier momento le daría un golpe.— ¿A mí?Contestó despreocupada Beth mientras Aileana miraba con tensión la situación.— ¿Quién te da el derecho de salir con mi novio?— A mí me dijo que es tu exnovio.La chica mostró un rostro de molestia.— Bueno, si es mi exnovio, pero eso no te da de...— Él puede salir con quien quiera, y ahora lo hace conmigo.Aileana haló levemente la mano de su amiga.— Vámonos mejor ¿Sí?Beth vio los ojos de Aileana, de no querer problemas.— Si vámonos.Ambas chicas decidieron retirarse, habían dado algunos cuantos pasos cuando la chica castaña soltó la peor palabra para Beth, ya que detestaba que la llamarán así.— ¡Eres
"Mientras caminaba sobre aquel sendero solitario no podía dejar de pensar en los ojos que me vieron tan fijamente, era un hombre que no había visto, por aquí pensé que era extranjero, traté de despejar su imagen de mi mente, no sabía el porqué que él invadía mis pensamientos, después de un largo camino por fin llegué a mi destino este era una construcción abandonada, parecía que sería una gran casa me imagino que alguien de mucho dinero, pero había sido abandonada a medio construir, dejando un lado esto era un lugar hermoso rodeado de árboles, y reinado por el silencio. Este sitio lo descubrimos con Graham cuando iniciamos nuestro noviazgo, era el lugar donde siempre nos mirábamos. Debo decirles que ese noviazgo era un secreto ante todos, simplemente éramos compañeros de clases, la única que sabía de lo nuestro era Beth, casi siempre ella me cubría con mi papá, me imagino que quien lea esto sentirá la curiosidad de saber ¿por qué guardabarros nuestra relación como un hermoso secreto?
__ ¿Hayami estás bien?Preguntó Carolina al ver como Hayami estaba distraída y aparentemente escuchaba la conversación que tenían, pero realmente no era así.__ Si, lo siento estoy un poco distraída.__ ¿En qué piensas?Sonrió Angélica después de preguntar esto, Hayami que tenía la taza de té frente a ella también sonrió.__ No sé, siempre me he sentido preparada para las cosas que suceden a mi alrededor, pero en esta ocasión no sé si lo estoy.__ Hablas de tus bebes.__ No, eso me asusta pero trato de estar preparada...ash... No me hagan mucho caso dime Angie¿ Qué más hace falta para la boda?__ Prácticamente terminamos, muchas gracias por ayudarme chicas.Carolina y Hayami solo sonrieron.En el último año, Angélica plane
Aileana ¿es en serio? ¿ Qué significa ese golpe?El padre de Aileana la reprendió al ver que su ojo color miel estaba rodeado de rojo, el color ligeramente morado al rededor de su parpado estaba cubierto con maquillaje que aunque lograba cubrirlo no era suficiente.__ Me caí.Aileana sonrió traviesamente.Él solo colocó las manos en su cadera acompañado de un gesto de molestia.Después de soltar un suspiro algo largo su padre terminó sonriendo.__ No hay solución contigo, ¡vamos! Ya es tarde.Al entrar en aquel salón con los candelabros elegantes y toda esa gente vestida de manera elegante Aileana supo que sería una noche aburrida, normalmente siempre acompañaba a su padre a las fiestas que era invitado.Ellos no pertenecían a una familia adinera, pero el trabajo que desempeñaba su padre apenas alguno
Aileana estaba viendo hacia aquellos árboles sin decir ni una sola palabra, Graham solo la miraba observando la evidente preocupación que surgía de ella.— Sigues triste por lo de la materia.— No es triste es... frustrada, enojada, estoy muy molesta.— No le des tantas vueltas.—Tú dices eso porque pásate al igual que Beth, yo fui la única tonta, aunque comienzo a pensar que no le agrado al profesor.—No digas eso, además aun no repruebas¿No te dio el profesor un trabajo para aprobar?—Si, pero es lo mismo está muy complicado.—Yo te ayudaré ¿Si?Aileana sonrió por fin.—Mi amor tú no estarás aquí ¿no recuerdas que el lunes te irás con tu mamá a ver a tu tío?Graham hizo un gesto de disgusto.— ¡Ah si!, lo había olvidado... por cierto quiero que a mi regreso hablemos con mi mamá, quiero que ya podamos vernos como novios normales y no aquí a escondidas, estoy cansado de este lugar.— Eso también quiero yo.
—Buenas tardes, señoritas. Saludó Diago con su voz gruesa. —Buenas, tar... — ¿No le parece que esto ya es un acoso? Interrumpió Aileana a Beth que contestaba sonriente el saludo de Diago. Aileana colocó sus manos sobre su cadera y su rostro se tornó molesto. — Además, ¿cómo sabe que yo estudio aquí? Diago sonrió. —Cuando me mudé a este lugar, me dijeron que los escoceses eran muy educados, pero debo decirle, señorita, que usted es la excepción. — Aún no me contesta lo que pregunte. Él resopló. — Estaba dando una vuelta por estos sitios y las vi... En realidad no es acoso, solo quería ser gentil con ambas e invitarles un café. Los ojos de Beth se iluminaron, mientras que los de Aileana se entrecerraron con mucha desconfianza. __ Se lo agradecemos pero... __ ¡Aceptamos! Aileana miró confundida a Beth porque ella había sido clara en expresarle lo que él le provocaba y ella había aceptado sin importarle absolutamente nada, inmediatamente pensó en zafarse de la situación, per
—¿Cómo vas con el proyecto? Preguntó Beth que se encontraba recostada en cama de Aileana hojeando una revista mientras Aileana cepillaba su cabello frente al espejo de su tocador. — Bien, estoy avanzando mucho, además él me está ayudando mucho con la pronunciación. Beth se levantó de la cama, se acercó a Aileana y la miró a través del espejo. — Dime amiga ¿Cómo es él? —¿Cómo que como es él? Pues ya lo conoces, no entendiendo por qué me preguntas eso. —Sí, sé que lo conozco, sé que es muy atractivo, pero me surgen más preguntas en cuanto a él, tú llevas viéndolo dos semanas, dime ¿A qué huele? Aileana comenzó a reírse por la pregunta tan extraña de su amiga. —¿Cómo que a que huele? A nada, en serio, con tus preguntas extrañas. Aileana continuó cepillándose el cabello, su mente se perdió en un par de días atrás, cuando mientras estaban transcribiendo un texto, él se acercó a ella y el olor a su loción invadió sus fosas nasales, era un aroma increíblemente delicioso, claramente d
—Regresaste temprano. Alcair se levantó del sofá al ver a Aileana que entraba a la casa con las mejillas sonrojadas debido al frío que hacia afuera. — Si papi. Aileana se acercó a su padre dándole un abrazo buscando la calidez de él. —¿Pasa algo? Aileana se separó de su padre y negó con su cabeza, él solo sonrió. —¿Quieres cenar algo? —No pa, no te preocupes, no tengo apetito, pero gracias... Eh, iré a mi habitación, estoy un poco cansada. —Está bien, hija, descansa. —Si papi, igual tú descansa. Aileana subió las escaleras hasta que llegó a su habitación, donde se dejó caer a la cama como era una costumbre en ella. Miraba el techo de su habitación, colocó sus manos sobre su estómago para luego morder su labio inferior, recordó el beso que Diago le había robado… —¿Qué haces? Aileana alejó a Diago de sus labios, lucía desconcertada de lo que había ocurrido. —Discúlpeme, no pude evitarlo, tiene unos labios tan tersos y cálidos. —No lo vuelva a hacer. Él suspiró profundamen